CULTURA|MEDIOAMBIENTE
José Antonio Ibarra, representante de los empresarios asiáticos en las negociaciones, afirmó que el proceso avanza positivamente y que estarían próximo a cerrar la transacción. «La estrategia comunicacional que tiene Dominga ante su venta a inversores chinos tiene dos aspectos. Primero, la minera pretende desligarse de todos los conflictos de interés y escándalos políticos ligados a las familias Piñera y Délano. Por otra parte, usan una estrategia, utilizada en el mundo, que busca diluir la responsabilidad del daño ambiental de proyectos controversiales como este», comentó Liesbeth van der Meer, directora de Oceana. ACTUALIZACIÓN.
La venta de la minera Dominga, un proyecto por 2.500 millones de dólares a veinte años que se pretende instalar en la región de Coquimbo, en una zona de alta biodiversidad, se podría concretar el tercer trimestre, informó este lunes el diario El Mercurio.
José Antonio Ibarra, representante de los empresarios asiáticos en las negociaciones, afirmó que el proceso avanza positivamente y que estarían próximo a cerrar la transacción, según el matutino.
Las negociaciones son entre Andes Iron -de las familias Délano Méndez y Garcés Silva- e inversionistas chinos para venderles el 100% del proyecto minero-portuario Dominga.
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Uno de los aspectos centrales del acuerdo es que, de concretarse la operación, los nuevos dueños de Dominga se comprometen a cumplir la totalidad de los compromisos adquiridos por el proyecto en materia socioambiental en el caso de que la iniciativa logre materializarse.
«La estrategia comunicacional que tiene Dominga ante su venta a inversores chinos tiene dos aspectos. Primero, la minera pretende desligarse de todos los conflictos de interés y escándalos políticos ligados a las familias Piñera y Délano. Por otra parte, usan una estrategia, utilizada en el mundo, que busca diluir la responsabilidad del daño ambiental de proyectos controversiales como este», comentó Liesbeth van der Meer, directora de Oceana.
«Por nuestro lado, confiamos hoy más que nunca en la institucionalidad de nuestro país y en la Corte Suprema que tiene en sus manos el futuro de Dominga. A esto se suma la extensa evidencia relevada por el mundo científico que logró alertar sobre el daño irreversible que este proyecto causaría sobre un hotspot de biodiversidad, por lo que esperamos el rechazo definitivo de la iniciativa de Andes Iron. No queremos que el Archipiélago Humboldt sea transformado en una nueva zona de sacrificio, ni por inversores nacionales ni internacionales».
La iniciativa lleva diez años de tramitación y posee fuerte resistencia entre organizaciones locales y sociales. Actualmente está pendiente un fallo de la Corte Suprema que podría poner fin al proyecto. Además, el presidente Gabriel Boric se manifestó explícitamente en contra de la iniciativa durante su campaña electoral.
