“Río de avaricia”: thriller ambiental sobre el conflicto del agua en territorios rurales
A través de una novela policial ambientada en el mundo rural, el autor, Antonio Riquelme, aborda la defensa del agua, la violencia contra activistas ambientales y el rol del Estado y el poder económico en los conflictos territoriales que atraviesan hoy a Chile.
Ambientada en la región de Ñuble y articulada desde el género policial, “Río de avaricia” es la primera novela de Antonio Riquelme Quinteros, profesor de Castellano. Publicada por Lagar Editores en la colección Calibre 38, la obra aborda los conflictos socioambientales asociados a la intervención estatal y empresarial en territorios rurales, tomando como eje narrativo la defensa del agua y la persecución de activistas medioambientales.
La novela surge de la experiencia directa del autor en torno al proyecto de construcción de un embalse en el río Ñiquén, iniciativa impulsada por el Estado y resistida por comunidades campesinas que históricamente han vivido de la agricultura de subsistencia. Riquelme fue testigo —y partícipe— de ese proceso, asistiendo a reuniones con autoridades y recogiendo testimonios de familias afectadas por expropiaciones y falta de consulta.
Novela negra rural
Desde esa vivencia, el autor opta por el formato del thriller ecológico y la novela negra, trasladando un género tradicionalmente urbano al mundo rural. “La novela policial permite mostrar lo que no se quiere ver”, señala Riquelme, quien utiliza un crimen como hilo conductor para visibilizar la violencia estructural, el hostigamiento a defensores ambientales y la forma en que el poder económico y estatal opera de manera vertical sobre las comunidades.
El libro dialoga con casos reales ocurridos en Chile —como el de Macarena Valdés— y se inscribe en un contexto regional marcado por el aumento de la persecución a activistas ambientales, fenómeno especialmente crítico en América Latina. Más allá de la ficción, Río de avaricia plantea una reflexión sobre el acaparamiento del agua, cuestionando los proyectos de infraestructura hídrica promovidos como solución a la crisis, pero que —según el autor— benefician principalmente a grandes agroexportadoras en desmedro de las comunidades locales.
Con una escritura ágil y accesible, Riquelme busca llegar a un público amplio y abrir un debate sobre un Chile rural poco representado en los grandes medios, donde los conflictos territoriales, lejos de ser excepcionales, forman parte del presente político y social del país.
Revisa la entrevista completa a continuación:
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