Publicidad
Las cartas de coquimbanas que dan nueva luz sobre la guerra del Pacífico CULTURA|OPINIÓN Crédito: Cedida

Las cartas de coquimbanas que dan nueva luz sobre la guerra del Pacífico

Publicidad
Gabriel Canihuante Maureira
Por : Gabriel Canihuante Maureira Periodista y académico.
Ver Más

Es un libro que, en definitiva, busca que sobre las muertes y las ruinas de una guerra -que ningún pueblo quiere-, se encuentre una cuota de dignidad, un poco de humanidad, un atisbo de razón para comprender que las guerras no pueden seguir siendo la forma de relacionarse entre los países.


El profesor de historia, geografía y ciencias sociales, Joel Avilez Leiva, es el editor del libro “Cartas de mujeres coquimbanas. La historia no conocida de la guerra del Pacífico (1879-1887)”, publicado recientemente con el financiamiento del Gobierno regional de Coquimbo.

Avilez Leiva, nacido en Los Vilos, es actualmente estudiante de un Doctorado en Historia (Universidad San Sebastián) y es autor de diversas obras, entre las cuales se destacan “Participación del Choapa en la Guerra del Pacífico” (ediciones de 2015 y 2022) y su “Historia Regional de la Pesca Artesanal” (2023). Es asesor del Consejo Nacional de Museos de Chile.

Se trata de un trabajo colectivo que contó con la participación de Ceclia Morán, Doctora en Historia; Susana Pacheco profesora e investigadora de La Serena y las gestoras culturales Vivian Ceori y Ana Olivares Cepeda. Una tarea no menor fue la transcripción de los manuscritos originales, escritos con una caligrafía no siempre amistosa, al fortmato digital.

Antes de leer esta obra o de comentarla vale la pena plantearse algunas interrogantes: ¿Cuánto sabemos de la guerra del Pacífico? ¿Dónde y cómo lo aprendimos? ¿Será verdad lo que sabemos? O ¿habrá una distorsión de los hechos? Por ejemplo, ¿por qué en otros países le llaman la guerra del salitre?

También es válido preguntar: ¿Cuánta gente murió en la guerra? y ¿qué ganó Chile? ¿Qué ganaron los chilenos, los soldados que combatieron o las familias de los fallecidos? ¿Cómo la provincia de Coquimbo se vio afectada por esa guerra? ¿Coquimbo ha tenido participación en otras guerras?

Sabemos que la principal consecuencia de un enfrentamiento bélico son las muertes de seres humanos, tal como ocurre hoy en Ucrania, o en la Gaza palestina, aunque lo de Medio oriente no se puede llamar guerra.

Cerca de 10 mil personas murieron en la guerra del Pacífico, fue una trágica consecuencia, pero además sufrieron durante años o décadas sus familiares, quienes se empobrecieron en lo material. Y, ¿quiénes ganaron con esta guerra? El Estado chileno, por cierto, al incorporar como parte de su territorio a grandes extensiones -ricas en recuersos minerales- que pertenecían a Bolivia y a Perú.

La historiadora Cecilia Morán señala en el prólogo que este libro es “un valioso aporte a la historiografía chilena especialmente en tres áreas fundamentales: la historia de las mujeres, la historia regional (Coquimbo) y la historia de la Guerra del Pacífico”.

La publicación analiza 32 cartas de mujeres cuyos maridos, hermanos o hijos murieron en los combates o producto de ellos. No siempre ellas las escribieron porque muchas eran analfabetas, algo común en la sociedad chilena de la época. Tuvieron que recurrir a la ayuda de alguien ilustrado, pero no bastaba con mandar una misiva a una autoridad, sino que había que acreditar la condición de deudo (certificado de defunción) o el parentesco, mediante certificados de nacimiento, de casamiento o declaraciones de personas de credibilidad para los destinatarios.

Hoy es fácil, muchos certificados son de acceso inmediato y gratis, vía Internet, pero en aquellos años podía ser una tarea titánica. Muchas de estas mujeres pasaron años buscando registros en iglesias y en otras instituciones que pudieran certificar su condición, con la cual se harían acreedoras de una pensión del Estado. La tramitación debía hacerse, en algunos casos, en Santiago y los traslados desde la provincia implicaban un costo. Si necesitaban esos recursos se hace evidente su vulnerable condición socioeconómica.

En mi opinión, este libro es un aporte para la comprensión de este conflicto bélico que enfrentó a tres países. Su novedad radica en que es un estudio realizado desde la provincia con fuentes propias, las cartas, que no están en el Archivo Nacional; coloca en el centro de los hechos estudiados a las mujeres, son ellas los sujetos de la historia; es un enfoque de género, aunque no se reconoce feminista. Y es un trabajo en equipo, un grupo de mujeres, del cual su conductor es el historiador Joel Avilez.

Es una publicación para trabajar en algunas clases de historia, tanto en la escuelas y liceos como en las universidades. En especial para los establecimientos de la Región de Coquimbo, pero también de cualquier región del país.

Es un libro que, en definitiva, busca que sobre las muertes y las ruinas de una guerra -que ningún pueblo quiere-, se encuentre una cuota de dignidad, un poco de humanidad, un atisbo de razón para comprender que las guerras no pueden seguir siendo la forma de relacionarse entre los países, sus autoridades y sus pueblos.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
Publicidad