La Copa Mundial de la FIFA comenzó hace dos semanas y todo parece girar en torno a ella.
El fabricante de cervezas norteamericano instaló máquinas dispensadoras en Río de janeiro (Brasil), Seoul (Corea del Sur) y Londres (Inglaterra) para contagiar a los fanáticos del fútbol con la fiebre mundialera.
Las máquinas dispensadoras estaban dotadas con un software que detectaba la intensidad de los gritos. De este modo, los fanáticos que gritaron más fuerte, fueron premiados con una cerveza Copa Mundial de la Fifa.
Lo que los habitantes de dichas ciudades no sabían era que las máquinas contaban con una cámara indiscreta que grabó todos los gritos y aplausos que realizaron frente a ellas.