Publicidad

EEUU «pierde» en todos los frentes

En verdad nadie sabe que pasará cuando EEUU se tome todo Irak . Lo único que se puede predecir, por ahora, es que las fronteras del país tienden a desaparecer y toda la zona comienza un nuevo periodo de inestabilidad.


EEUU ha perdido la batalla mediática, la legal y está a punto de perder más. Aunque "gane" esta guerra que, en el fondo, apenas se trata del derrocamiento de un régimen incómodo para Washington a través de un modus operandi que tiene al mundo perplejo e incapaz de entregar una respuesta categórica.



Las prebendas y las coerciones ensañadas por EEUU, a último minuto, tuvieron un efecto inmediato: El mundo fue violado en sus derechos y no reaccionó.



Con los primeros ataques sobre suelo iraquí no se han producido estampidas de refugiados y las masacres que se esperaban no han ocurrido, todavía. En la ONU y en el Departamento de Estado cruzan los dedos para que esto sea corto. También, todo se hace, gradualmente, desde el punto de vista militar, porque en el fondo se trata de una operación política acompañada por un fuerte despliegue de armas letales que actúan como amenaza para que se gane la guerra por descomposición moral.



Es tan desigual la diferencia, que el sistema consiste en actuar por amenaza y avance gradual donde no se descarta la sorpresa para el efecto shock. No es un sistema nuevo, y los actores principales, el general Tommy Franks con su aliado Rumsfeld, no han inventado nada. Es un sistema que se usó en Burma contra los japoneses, y pertenece a los códigos claves de la guerra fría usados para un eventual ataque o respuesta a un ataque nuclear en contra de la ex URSS. Esto es, destruir el núcleo estratégico de la resistencia del enemigo, sus cerebros y comandos centrales.



Un teatro de guerra predecible



Con seis horas de bombardeos selectivos y movimientos de tropas, en realidad la guerra no ha comienza, por lo menos a hasta el medio día de Jordania. Lo confirman los despachos desde Bagdad. El diseño inicial estaba orientado a derrocar el régimen, literalmente, asesinar a Sadam y sus más cercanos. Derrotar el ejército del Irak se daba por descontado. La desigualdad de fuerzas es tan impresionante que cualquier especulación de resistencia es demasiado riesgosa.



En Irak, EEUU esta experimentando un ejercicio de operación quirúrgica político-militar para derrocar gobiernos disidentes en su camino de conquista global. El concepto de "imperial" no es adecuado porque, definitivamente, pertenece al pasado. EEUU no necesita armar un imperio para controlar. Se trata de expandir su modus operandi y que otros lo sigan como esta sucediendo con la alianza de 30 países.



Sin embargo, en este experimento en Irak, EEUU lo único que va a probar es que la estrategia de acción quirúrgica para derrocar un régimen dio resultados en ese frente, pero en el resto de la guerra lo ha perdido: Perdió la batalla mediática, la legal y la de credibilidad, excepto en entre los miembros de su alianza. En una recolección de opiniones en una muestra tomada al azar de entre periodistas de 60 países que cubren la guerra en la zona, se obtiene un resultado aplastante en contra del procedimiento de EEUU por derrocar gobiernos con este criterio.



Con seis horas de guerra declarada, ahora, los verdaderos combates no han comenzado y no se espera, que haya muchos. Se duda de que esto se trate de una guerra. Es una acción de cirugía en búsqueda de Sadam, hacer añicos su entorno y matarlo, en el más puro criterio de justicia americana aplicada en el siglo 19 contra bandidos como Billy The Kid, Los Daltons de OK Corral o Jessse James. De guerra moderna solo tiene la parafernalia del armamento digital y las bombas de nueva generación. Pero, en efecto, la guerra contra Irak continúa siendo un invento mediático para enviar una señal: estos serán los mecanismos futuros para los cambios de regímenes o líderes que osen amenazar la estabilidad de los EEUU. Es el debut, en gloria y majestad, de la política de seguridad que tiene como centro el concepto de acción preventiva.



Esta es una operación política con 350.000 soldados y miles de aviones y cientos de barcazas con el objetivo de cambiar un régimen. El asilo ofrecido ni siquiera era un gesto para evitar el desastre humanitario. Se trababa de cambiar el régimen pero se invadiría de todas maneras.



Short and sweet



En la ONU, en la oficina del Secretario General se están siguiendo muy de cerca las operaciones de guerra, porque la idea de que sea corta y precisa y sin pesados costos humanos, es la misma expresada por los EEUU. En este sentido la sintonía entre estos dos cuerpos que han tenido una conducta vital en lo que observamos hoy es casi muy estrecha.



La idea de que sea "short and sweet", coincide con el plan posterior de comenzar la reconstrucción de Irak lo antes posible. Como lo ha dicho El Mostrador.cl, en varias oportunidades, el montaje de la operación humanitaria esta diseñada desde diciembre, en momentos en que había opciones mas claras para evitar la guerra.



El comando central de ayuda humanitaria para la "Operación Irak" está situada en Kuwait y su director general es el ex general retirado Jay Garner. Este comando central plantea comenzar las acciones de rehabilitación una vez que las operaciones de estabilización estén completadas. Se hará todo por zonas y gradualmente. Ya hay representantes zonales ubicados en el norte, oeste y sur del Irak. A medida de que las tropas se tomen zonas claves, y la situación este bajo control, harán su entrada en escena los oficiales de este comando central para dirigir acciones humanitarias que ya tiene sus oficinas esparcidas alrededor del país.



Este equipo no tiene visibilidad y opera con un bajo perfil, fundamentalmente, a través de los servicios diplomáticos de EEUU y el Reino Unido. Sus agentes están acreditados en países como Jordania, Kuwait, Saudita Arabia, Turquía y en las zonas bajo control kurdo. Es una estrategia trabajada desde hace meses, cuando aún había expectativas de evitar la guerra.



La Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU cooperó, activamente, para forma esta red. No se descarta, por supuesto, el uso de las instalaciones de las agencias de la ONU en terreno, para enfrentar el caos social y económico que se vendrá, aunque la operación quirúrgica de derrocar a Sadam sea "short and sweet".



La madre de todas las batallas



Todo esto constituye una poderosa señal de que lo más importante está por venir. Esto es el re posicionamiento político de ciertos países de la alianza con serios problemas de crecimiento y desempleo de técnicos y profesionales. La Operación Humanitarias para el Irak ofrece la oportunidad de revertir carencia económicas en los países de la alianza con jugosos negocios que se esperan a partir del financiamiento de la reconstrucción de Irak. La zona colindante también será desestabilizada y esta operación deberá incluirla en el momento adecuado. La anunciada renuncia de la Ministro de Coperación Británica, Clare Short, que al final decidió darle una mano a su amigo Blair y quedarse, es una señal del grado de importancia que la "Operación Reconstrucción" de Irak tiene en todo este episodio. Son razones que incumben poderosos interés económicos de largo plazo que van más allá del petróleo.



Otros indicadores los ha proporcionado la Oficina del Secretario General cuando se niega a admitir que la ONU, estaba en contactos con el Departamento de Estado apenas se iniciaron las inspecciones de la resolución 1441, para montar el operativo de reconstrucción. Este es -en el fondo- el segundo objetivo de importancia porque trae beneficios económicos más amplios para todos los que ya están enganchados con la guerra.



Mientras el primer objetivo está aún pendiente: asesinar a Sadam y derrocar el régimen, el segundo está tan planificado como toda la guerra y casi con la misma antelación. Como se ha dicho en estas páginas: La Oficina del Secretario General y, en cierta medida, el Consejo de Seguridad, conocía todas estas informaciones. Se trata de un claro caso de actuar en connivencia.



Si esta va a ser la nueva carta de las Naciones Unidas, entonces se debería llamar a una Asamblea General urgente de todos los jefes de Estado para estudiar la situación internacional.



El hecho que la ONU no haya anunciado, ni piense anunciar, medidas categóricas de revisión de la situación, es un signo de la debilidad por la que atraviesa el sistema global de relaciones.



La evaluación de esta operación con una ONU, actuando en connivencia con las fuerzas de la guerra, es tema para que los sistemas jurídicos de los países reaccionen. Los políticos deben exigir a los mandatarios una respuesta más categórica acerca de los procedimientos utilizados y cuáles son las medidas para establecer nuevos instrumentos que garanticen un mínimo de probidad y seguridad.



La seguridad de las naciones está en peligro y, con independencia de que las acciones de guerra en Irak sean cortas o largas, la tarea de reconstrucción debe ser acompañada por la creación de nuevos instrumentos internacionales, o hacer respetar los que han sido violados.



Volver al texto principal

Publicidad

Tendencias