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Nubes de hielo proyectan sombras y nevadas de CO2 en superficie de Marte

Este descubrimiento supone un paso importante en el estudio del pasado climático del cuarto planeta del sistema solar que sugiere que éste pudo ser mucho más cálido hace millones de años y proporciona pistas para saber cómo sucedió su «enfriamiento global».


La sonda europea Mars Express detectó nubes de hielo tan densas que moldean sombras y producen nevadas de dióxido de carbono (CO2) sobre la superficie del Planeta Rojo, explicó el científico, Agustín Chicarro.



Chicarro, director científico de la Misión «Mars Express» de la Agencia Espacial Europea (ESA), precisó que estos datos confirman la presencia de nubes de dióxido de carbono que, junto a las más conocidas de vapor de agua, conforman el cielo de Marte.



Este descubrimiento supone un paso importante en el estudio del pasado climático del cuarto planeta del sistema solar que sugiere que éste pudo ser mucho más cálido hace millones de años y proporciona pistas para saber cómo sucedió su «enfriamiento global».



El proceso, inverso al calentamiento de la Tierra, también permitirá comparar los dos fenómenos, salvando la distancia de que «ambas atmósferas son muy diferentes», remarcó Chicarro.



«Si un espectador estuviera en la superficie de Marte -añadió-, al mirar hacia arriba podría admirar una mezcla de nubes azuladas de vapor de agua y otras amarillentas de dióxido de carbono, éstas últimas formadas por cristales de hielo de este compuesto».



Los investigadores han observado, por primera vez, que las nubes de CO2 -más frecuentes en el ecuador del planeta- pueden producir «precipitaciones de nieve», lo que constituye «un fenómeno muy curioso» que no se había observado antes en ningún otro planeta del sistema solar.



Las imágenes, obtenidas por el espectrómetro OMEGA de la Mars Express, también muestran que las nubes están en una zona muy alta -a más de 80 kilómetros de altura- y causan una reducción del brillo del Sol sobre el planeta árido que podría llegar al 40 por ciento.



Esto origina que en la zona de sombras la temperatura disminuya hasta 10 grados centígrados más que en los alrededores, algo que tiene efectos directos sobre el tiempo local, en particular en los vientos.



La formación de las nubes y el tamaño de sus cristales, que pueden ser de más de una micra, se explican por las variaciones extremas en la temperatura diaria que se producen cerca del ecuador de Marte.



El frío de la noche y las altas temperaturas diurnas provocan corrientes que hacen que las burbujas de gas caliente se eleven sobre la superficie.



«Cuando estas burbujas alcanzan zonas altas se enfrían, y el dióxido de carbono se condensa en forma de partículas de hielo que van aumentando de tamaño», según Franck Montmessin, investigador del proyecto.



EFE

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