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El humo no cede en Buenos Aires y amenaza con quedarse por varios días

El Ministerio de Interior declaró emergencia vial en varias carreteras del norte, oeste y sur de Buenos Aires, muchas de las cuales han sido cortadas o tienen su circulación restringida.


El Gobierno argentino declaró este viernes emergencia vial en autovías próximas a Buenos Aires, afectadas por la impresionante masa de humo que cubre la capital y sus alrededores, que ha perturbado el normal funcionamiento de ciudades y amenaza con prolongarse hasta la semana próxima.



El Gobierno, que culpa de la situación a los agricultores que iniciaron una quema masiva de pastos en las islas del delta del río Paraná, abrió investigaciones para determinar responsabilidades por delitos medioambientales.



Según fuentes oficiales, unos 200 efectivos de bomberos, apoyados por un par de aviones hidrantes tratan de extinguir las llamas, que abarcan unas 70.000 hectáreas, con unos quinientos focos activos, algunos de 300 kilómetros de extensión.



Sin embargo, vecinos de las zonas próximas a los incendios y bomberos coinciden en que hasta ahora no han visto aviones ni helicópteros hidrantes.



El ministro de Justicia, Aníbal Fernández, insistió en que los incendios «no son casuales» y adelantó que ya están bajo investigación los propietarios de los campos en los que se realizan quema de pastos.



La secretaria de Ambiente, Romina Picolotti, admitió que, si bien la situación es «adversa», confía en «la estrategia» que se ha diseñado para combatir los focos de incendio que todavía están activos, que el presidente del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, Carlos Cheppi, cifró en 570.



«La situación es crítica y de una enorme emergencia», sostuvo Picolotti antes de señalar que «se caerá con todo el peso de la ley» sobre los responsables de esta quema de pastizales.



«Les pido por favor que acerquen toda la información que tengan de quiénes iniciaron estos incendios», apuntó en declaraciones radiales, y pidió «solidaridad» y «conciencia ciudadana» a la población.



El Ministerio de Interior declaró emergencia vial en varias carreteras del norte, oeste y sur de Buenos Aires, muchas de las cuales han sido cortadas o tienen su circulación restringida.



El vocero de la Dirección de Vialidad Nacional, Ernesto Arriaga, recomendó a la población «no circular desde la capital y el Gran Buenos Aires hacia rutas del interior del país».



La principal terminal de ómnibus de Buenos Aires permanece cerrada, el aeropuerto de vuelos domésticos restringió operaciones y suspendió los aterrizajes y una línea de metro suspendió temporalmente su servicio.



En algunas ciudades de la provincia de Buenos Aires, como Pilar, 60 kilómetros al norte de la capital, fueron suspendidas las clases como medida de prevención.



Aunque el fenómeno afecta desde hace varios días a la capital argentina y a su cordón urbano, la postal de Buenos Aires presenta hoy un aspecto dantesco, el peor de las últimas jornadas, con una visibilidad que no supera los 100 metros, en el mejor de los casos.



Si bien las autoridades insisten en que el humo no es tóxico, admitieron hoy que el nivel de dióxido de carbono en el aire es cuatro veces superior al promedio diario y puede causar molestias en la salud.



Andrés Grippo, portavoz de la Dirección General de Control de la Calidad Ambiental de Buenos Aires, reconoció que el nivel de dióxido de carbono llegó hoy a alcanzar las 8 partes de millón por hora, aunque puntualizó que está lejos del nivel máximo admisible para el dióxido de carbono, que es de 35 partes por millón por hora.



Distintas fuentes médicas, en tanto, negaron que se haya producido un aumento de hospitalizaciones por problemas en las vías respiratorias.



No son alentadoras las noticias que llegan del Servicio Meteorológico Nacional, que sostuvo que los vientos del norte, que desde el martes transportan el humo del delta sobre Buenos Aires y sus alrededores, seguirán prevaleciendo en los próximos días.



EFE

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