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La Cepal llama a «repensar la agenda de desarrollo» en América Latina

«Estamos en la región más desigual del planeta, no la más pobre, pero sí la más desigual», sostuvo la secretaria ejecutiva del organismo, la mexicana Alicia Bárcena.


La secretaria ejecutiva de la Cepal, la mexicana Alicia Bárcena, instó este jueves a los países latinoamericanos a «repensar la agenda de desarrollo» y aprovechar el momento económico para superar las brechas sociales que aún subsisten en la región.

Bárcena, que visita Quito, expuso sus argumentos en un visita que efectuó hoy a la sede de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), donde suscribió un convenio de cooperación sobre estudios económicos y ofreció una conferencia sobre la integración regional desde la perspectiva económica.

En esa conferencia también participaron la secretaria general de la Unasur, la colombiana María Emma Mejía, el secretario nacional de Planificación de Ecuador, Fander Falconí, y la ministra coordinadora de la Política Económica, Jeannette Sánchez.

La titular de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) abrió su charla con apuntes sobre la crisis financiera internacional que, dijo, ha provocado un estancamiento de las economías desarrolladas y una desaceleración en las emergentes.

El escenario mundial, para Bárcena, no es muy prometedor y opinó que «la zona euro enfrentará, probablemente, una década perdida».

Estados Unidos y Japón con un escaso crecimiento y Europa con seis de sus economías en crisis reflejan el estancamiento en las naciones desarrolladas, mientras que China, que ha mantenido tasas incluso superiores al 10 por ciento, también ha reducido sus perspectivas para 2012 al 7,5 por ciento.

Pese a ello, Bárcena dijo que, de momento, el contexto internacional ha sido favorable para América Latina, que en 2011 creció en el 4,3 por ciento, aunque podría desacelerarse a 3,7 por ciento en este año.

No obstante, advirtió que la región aún mantiene algunas debilidades, como la alta dependencia en términos de intercambio, sobre todo de materias primas como minerales y petróleo.

Sin embargo, remarcó que América Latina ha logrado grandes avances como el de mantener una «creciente disponibilidad» en reservas internacionales, que suman unos 750.000 millones de dólares, entre otros factores.

Por eso, ella consideró que la región, en especial Suramérica, dispone de mecanismos para encarar la coyuntura y dirigir sus potencialidades hacia el combate a la pobreza, el desempleo y la desigualdad social.

El desafío de Unasur, dijo, es «manejar la coyuntura volátil sin hipotecar lo alcanzado» en términos sociales, políticos y económicos.

También la región debe entender que se ha operado un traslado del eje del Atlántico al del Pacífico y del Norte al Sur.

Por ejemplo, señaló, los estudios muestran que la Unión Europea sería reemplazada en el comercio por China en pocos años y que la importancia que puede alcanzar el comercio Sur-Sur podría superar al de Norte-Norte.

Y es que para la directora de la Cepal, se ha marcado en la actualidad «un punto de inflexión» con la quiebra de un modelo que no ha podido solucionar uno de los aspectos claves: la distribución de la riqueza.

«Estamos en la región más desigual del planeta, no la más pobre, pero sí la más desigual», subrayó la economista mexicana que instó a «repensar la agenda de desarrollo» regional.

Crear una «economía para el desarrollo», mejorar la integración, superar la brecha de productividad, impulsar la infraestructura regional, el empleo «con derechos», la innovación, ciencia y tecnología, combatir la pobreza, la discriminación racial y de género son, entre otras, la sugerencias de la Cepal a la Unasur.

También robustecer el comercio intraregional, que en el caso de los países de Unasur ronda el 19 por ciento, mientras que en Europa supera el 40 por ciento, señaló.

Mejorar el manejo de las reservas internacionales, la conectividad de banda ancha de internet, impulsar la diversificación productiva y robustecer la cooperación financiera regional para mitigar los efectos de la crisis, también fueron sugeridas.

Por ello, para Bárcena, el Banco del Sur impulsado por la Unión, puede ser un «protagonista principal» de esa estrategia.

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