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Gobierno chileno llama a respaldar trabajo de la ONU

Una vez conocido el ultimátum dado por Bush a Sadam Husein para que salga del poder, junto a su familia, en dos días, la ministra de Relaciones Exteriores, Soledad Alvear, llamó a respaldar el trabajo de las ONU ante un ataque de los Estados Unidos a Irak sin el respaldo del Consejo de Seguridad, organismo del cual Chile forma parte desde el 1 de enero pasado.


«No cabe en estos momentos sino dar el pleno respaldo al trabajo que el secretario de Naciones Unidas, Koffi Annan, está desplegando», dijo la jefa de la diplomacia chilena.



Alvear, quien ha sido sindicada como la representante del Ejecutivo más proclive a EEUU, afirmó que en el escenario actual es de vital importancia «fortalecer la labor de las Naciones Unidas en todo momento» y esperar las decisiones que se adopten en el seno del Consejo de Seguridad.



Según la canciller, Chile está en una etapa de evaluación, después que Estados Unidos, el Reino Unido y España bloquearan toda posibilidad de dar más tiempo al trabajo de los inspectores de armas en Irak.



«En este momento estamos haciendo una evaluación y manteniendo contactos con Naciones Unidas», dijo la ministra de RREE, quien agregó que se comunicó por teléfono con el secretario de Estado de EEUU, Colin Powell, su homóloga española, Ana Palacio, y con el canciller ruso, Igor Ivanov.



El viernes pasado, Chile anuncio su rechazo a la propuesta tripartita -EEUU, Reino Unido y España-, que daba plazo hasta ayer lunes, al régimen de Sadam para desarmarse, entregando una nueva propuesta alternativa de cinco puntos para el desarme y daba tres semanas a Bagdad para cumplirlas. Propuesta que no encontró eco y que dejó a Chile en un pie incómodo frente a su principal socio comercial. Estados Unidos rechazó casi inmediatamente la propuesta que anuncio, por cadena nacional, el Presidente Ricardo Lagos.



Ayer, el Primer Mandatario sostuvo que, pese a que los márgenes para evitar el uso de la fuerza en Irak «son muy escasos», Chile seguirá luchando por una solución diplomática al conflicto.
Posición que fue respaldada por todos los partidos políticos chilenos. El presidenciable de la derecha y alcalde de Santiago, Joaquín Lavín, se apresuró a entregar su apoyo a la iniciativa gubernamental e hizo suyas las esperanza oficiales de que, mientras exista una posibilidad de paz, «hay que jugarse por ella».



«Comparto lo que ha dicho el presidente y sus ministros, que mientras haya un minuto, un instante para la paz hay que jugarse cien por ciento por eso, todavía es posible la paz», aseguró Lavín.



Valdés



En tanto, el embajador chileno ante la ONU, Gabriel Valdés, quien ocupa un asiento en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas como miembro no permanente, reiteró que la paz era posible.



Valdés -quien fue entrevistado en Nueva York por Televisión Nacional justo después del discurso de Bus-, dijo que hasta ese momento existían posibilidades para desarrollar iniciativas dentro de las Naciones Unidas y del proceso de inspecciones «que podrían haber avanzado hacia el desarme de Irak».



«Creo que la comunidad internacional podría haber llegado con persistencia y paciencia a desarmar finalmente a Sadam Husein», afirmó visiblemente molesto.



Gabriel Valdés agregó que en estos momentos y con la guerra a punto de declararse hay que «sostener el rol del Consejo de Seguridad y de las Naciones Unidas».



«En un momento muy difícil como el que se viene, habrá que apoyar al pueblo de Irak que va a sufrir, sin duda, daños horribles, tal como lo señaló el secretario general Koffi Annan», dijo al tiempo que defendió la postura de Chile de rechazo a la guerra.



«Creo que Chile tuvo un comportamiento responsable, propuso hasta el último momento fórmulas de acuerdo, idea flexibles no paquetes cerrados como se proponía por las partes, creo que Chile cumplió su responsabilidad, lamentamos no haber podido hacer más», subrayó el embajador.



Protesta en la embajada



Cerca de 300 personas se manifestaron esta noche frente a la Embajada de los Estados Unidos en Santiago, en protesta por el ultimátum dado por el presidente de ese país, George W. Bush, a Sadam Husein para que abandone Irak en 48 horas.



Los participantes, con pancartas de NO a la guerra y coreando consignas contra EEUU y Bush y a favor de la paz, se instalaron frente a la sede diplomática, fuertemente custodiada por la policía de Carabineros.



El edificio, conocido como el «bunker» y ubicado en el sector oriente de Santiago, fue rodeado por rejas de hierro para impedir el acercamiento de los manifestantes.



La protesta fue convocada por la organización pacifista internacional Atacc Chile, el Partido Humanista y el Partido Comunista.



En declaraciones a los periodistas, la secretaria general del Partido Comunista, Gladys Marín, llamó a boicotear los productos estadounidenses y pidió al gobierno del presidente Ricardo Lagos que no compre los aviones F-16 que Chile anunció que adquirirá a EEUU para renovar la flota de cazabombarderos de la Fuerza Aérea.



«Esta guerra la pagan los pueblos, esta guerra es un negocio para ellos», dijo la dirigente comunista al referirse a la coalición que integran EEUU, el Reino Unido y España.



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