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Vaticano prohíbe oficialmente seminario y sacerdocio a homosexuales

El documento presentado este martes precisa que la iglesia Católica no puede admitir a aquellos que practican la homosexualidad, presentan tendencias homosexuales profundamente radicadas o apoyan la «cultura gay». Minorías sexuales del país protestaron por el texto, que calificaron de »agresivo» y »violento».


El Vaticano hizo público este martes el documento que excluye a los homosexuales de los seminarios y al sacerdocio, del que tanto se ha hablado en los últimos meses y que fue aprobado el pasado 31 de agosto por el Papa Benedicto XVI.



El documento, firmado el 4 de noviembre por el prefecto de la Congregación para la Educación Católica, el cardenal Zenon Grocholennwski, no ha sido presentado, como en otras ocasiones, a la prensa, sino simplemente puesto a disposición de ella en la sala de prensa del Vaticano.



Consta de nueve páginas, ha sido traducido en español, portugués, inglés, italiano, francés y alemán, y será publicado hoy en la edición vespertina del diario vaticano «L’Osservatore Romano».



El primer capítulo se denomina «Madurez afectiva y paternidad espiritual» y tras recordar que el sacerdote representa sacramentalmente a Cristo añade que el cura debe dedicar toda su vida a la Iglesia y realizar una auténtica caridad pastoral.



Para ello debe haber alcanzado una madurez afectiva que le permita mantener una relación correcta con hombres y mujeres.



El segundo, el que cierra las puertas, es «Homosexualidad y el ministerio ordenado» y precisa la distinción que hace el Catecismo entre actos y tendencias homosexuales.



Recuerda que las sagradas escrituras presentan los actos como «pecados graves» y que la tradición «los considera intrínsecamente inmorales y contrarios a la ley natural. Por ello no pueden ser aprobados en caso alguno».



Sobre las tendencias homosexuales «profundamente arraigadas», precisa que «son también objetivamente desordenadas».



Los homosexuales -precisa el texto- deben ser acogidos con respeto y delicadeza «y hay que evitará cualquier estigma que indique una injusta discriminación».



«A la luz de esas enseñanzas, se cree necesario afirmar con claridad que la Iglesia, en el más profundo respeto de esas personas, no puede admitir en el seminario y en las Ordenes Sagradas a quienes practican la homosexualidad, presentan tendencias homosexuales profundamente radicadas y apoyan la llamada cultura gay", agrega.



Y añade: «dichas personas se encuentran en una situación que obstaculiza gravemente una correcta relación con hombres y mujeres».



«De ningún modo se pueden ignorar las consecuencia negativas que se pueden derivar de la Ordenación de personas con tendencias homosexuales profundamente arraigadas. Si se tratase, en cambio, de tendencias homosexuales que sólo son la expresión de un problema transitorio, como por ejemplo una adolescencia inacabada, ésas deberán ser claramente superadas al menos tres años antes de la ordenación diaconal», agrega el texto.



El último punto es «Discernimiento de la idoneidad de los candidatos por parte de la Iglesia» y precisa que el solo deseo de ser sacerdote «no es suficiente» y que «no existe un derecho a recibir la Ordenación».



Compete a la Iglesia -continúa- discernir la idoneidad de los que quieren entrar en el seminario y de llamar a las ordenes sagradas a los que crea en posesión de las cualidades pedidas.



Nuevo procedimiento de admisión



Para admitir a un candidato al seminario, debe verificar su madurez efectiva y tener un juicio moralmente cierto sobre sus cualidades. En caso de duda -resalta el texto- no se debe admitir a la Ordenación al aspirante.



En los coloquios con el candidato, el director espiritual debe recordarles la exigencia de la castidad sacerdotal y también tener en cuenta, entre otras, que no presente «problemas sexuales incompatibles con el sacerdocio».



«Si fuera así, tienen el deber de disuadirle de proceder a la Ordenación. Sería gravemente deshonesto que el candidato ocultase su propia homosexualidad para acceder a pesar de todo a la Ordenación», resalta el texto.



Minorías sexuales repudian decisión



En tanto, distintos grupos de minorías sexuales de Chile expresaron su repudio a la decisión eclesiástica, y anunciaron una serie de movilizaciones para conseguir un pronunciamiento explícito de parte de los representantes en el país de la iglesia Católica



Según el Movimiento de Integración y Liberalización Homosexual (Movilh), el texto demuestra que el Vaticano es "agresivo" y "violento" con la dignidad de las personas, y se ha convertido en cómplice de las violaciones a los derechos humanos contra las minorías sexuales.



El organismo estimó que la medida "atenta contra las legislaciones internas de cada país", al tiempo que "llama inmoralmente a intervenir en el desarrollo natural de la sexualidad de las personas, sin preocuparse de los severos trastornos psicológicos que ello provoca»".



"El agresivo texto es inhumano, irresponsable, homofóbico y misógino, al tiempo que demuestra un terrorismo inmoral de la Iglesia, ya sea con el fin de mantener cuotas de poder en el ámbito de la sexualidad o para encubrir los abusos deshonestos de sacerdotes contra menores, como se desprende de la lectura del texto", puntualizó el organismo.



"Rechazamos también de plano la postura asumida por la Iglesia Católica chilena en torno a las minorías sexuales", agregó el organismo, asegurando que las declaraciones de sus representantes, desconociendo la existencia de homosexuales en las diócesis, es falsa e irreal.



"Es de conocimiento del movimiento homosexual que en Chile si hay sacerdotes y monjas homosexuales que han llevado en forma honesta su vida en religión", puntualizó.



Entregan carta en nunciatura



En tanto, el Movimiento Unificado de Minorías Sexuales (MUMS) entregó el mediodía de este martes una misiva de protesta al nuncio apostólico en Chile, Aldo Cavalli, con el objetivo de expresar su rechazo con esta disposición.



El vocero de la entidad, Fernando Muñoz, explicó a El Mostrador.cl que en los próximos días también protestarán ante los representantes de la iglesia Católica chilena.



La organización rechazó el intento de la entidad por usar al mundo homosexual como "chivo expiatorio", asegurando que "no es nuestra orientación sexual, ni nuestro estilo de vida lo que amenaza a iglesia, sino la complicidad, la impunidad, la persecución y la represión que sus jerarcas quieren imponer a toda sociedad y en especial a sus fieles".



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Vea la declaración completa del Movilh

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