La candidata de la lista »Las Grandes Alamedas» reiteró que si llega a dirigir el partido no será oposición al gobierno de Michelle Bachelet. »Eso sería imposible y absurdo», recalcó la parlamentaria, quien este domingo votará en la comuna de Puente Alto, donde justamente su contrincante, el senador Camilo Escalona, hizo su acto de cierre de campaña.
Comunas y provincias de diversas regiones del país visitó durante su campaña la diputada y candidata a la presidencia del Partido Socialista (PS), Isabel Allende. Este viernes estuvo en el norte y mañana domingo votará en el colegio Tacora de Puente Alto.
La diputada, que representa a la lista «Las Grandes Alamedas», integrada por la fracción mayoritaria de la Megatendencia (sector renovado), por el Nuevo Socialismo o ‘martnerismo’, y por el colectivo de Identidad Socialista (Pamela Pereyra, Manuel Almeyda), hizo un positivo balance de su campaña, señalando que esto le dio la oportunidad de conocer las demandas de los militantes y cuál es el diagnóstico que tienen del partido. «Coincidimos en que el PS necesita de una fuerte reforma, donde el juego de tendencias termine de una vez», sostuvo.
Allende, pese a las críticas que hubo en su contra y que Escalona haya utilizado, a su juicio, en forma inapropiada la figura de la Presidenta, Michelle Bachelet, en este proceso interno, siente que fue una buena instancia para plantear propuestas y fijar posiciones respecto a determinadas materias, como el aborto terapéutico y el sistema previsional.
-¿Cuál es el balance que hace de este mes de campaña, a pocas horas de las elecciones de este domingo?
-Muy positivo. Estoy muy contenta y para mí, en lo personal, ha sido una experiencia muy enriquecedora porque estuve en contacto directo con la militancia en comunas alejadas, las que al mismo tiempo no han sido visitadas por sus dirigentes.
Hemos encontrado una gran receptividad en nuestro diagnóstico del partido, porque eso es exactamente la diferencia con la otra lista. Nuestro análisis es cambiar profundamente a nuestra colectividad.
-¿Pero al hacer este balance, que fue lo negativo?. ¿Por ejemplo, las duras críticas que hubo por parte de ambas listas?
-La opinión pública se tiene que quedar con el debate que se transmitió en los canales de televisión, es decir, con un diálogo con altura de miras, donde cada uno de los candidatos expusimos nuestros pensamientos, ideas y proyectos. En las campañas de pronto las palabras sacan palabras, pero la verdad es que en general todo ha sido dentro de un marco de respeto y cuando no lo ha habido, las críticas deben ser políticas y no personales. Y por eso yo expresé que no estaba de acuerdo con las expresiones del diputado Sergio Aguiló, quien acusó a Escalona de aplicar prácticas estalinistas en el partido.
Pero también hay que recordar que Escalona introdujo el tema de Michelle Bachelet, señalando que nosotros lo atacamos a él porque no nos atrevíamos a atacar a la Presidenta de la República, y en esa ocasión yo dije que era completamente irresponsable, un comentario sin fundamentos, y es indispensable dejar en claro: Aquí nadie va a atacar a Bachelet, pues todos los socialistas apoyamos a nuestra mandataria…
Sin embargo, aquí lo que está en cuestión es más bien el tipo de partido, de PS, que hoy tenemos. Hay quienes están complacientes con la lista de Escalona, y quienes estamos convencidos de que se requiere de reformas importantes. Queremos un PS fuerte, opinante, con ideas y ese es el mejor instrumento para ayudar a nuestra Presidenta.
-¿Cuáles son esas reformas para el PS?
-No podemos seguir en este juego de las tendencias. Ya está bueno que las diversas sensibilidades dejen de sustituir a la institucionalidad del partido.
Queremos un PS que esté inserto en la sociedad, que se refiera a los problemas que le interesa a la gente; hace tres meses que no hacemos una comisión política y en definitiva queremos una colectividad que vuelva a ser un referente para la ciudadanía.
Es indispensable comunicarse con las bases y que ellas puedan expresar sus inquietudes a los máximos dirigentes.
Rol del PS en el nuevo gobierno
-¿Qué rol debe tener el PS en el gobierno de Bachelet?
-Todo el partido va a estar apoyando a nuestra Presidenta y todo el partido comparte sus postulados, sus programas y compromisos; además, todo el PS está satisfecho que haya una Presidenta de sus filas.
-¿Qué le parece que al final el Tribunal Supremo haya marginado de las elecciones a mil 400 militantes?
-Me parece bien el fallo del Tribunal Supremo, porque me pareció increíble que se haya pretendido pasar fichas de militantes que no estaban ingresados en los padrones hasta octubre del 2005.
Si aquí las reglas son iguales para todos y en ese sentido es indispensable respetarlas.
No pueden aparecer mil 400 fichas en noviembre del 2005, porque eso vulnera lo que tiene que ser y favorece a una lista predeterminada. Y en definitiva, yo me alegro que exista un Tribunal Supremo que funcione de manera autónoma y sin problemas, y que haya acogido estos dos reclamos que hizo nuestro apoderado, Gonzalo Martner.
-¿Es posible que haya una elección reñida este domingo?
-Yo creo que sí. En otras ocasiones era más o menos previsible.
A mí me tocó participar en una, donde justamente estaba Escalona, y nosotros estábamos apoyando a Germán Correa y ganamos, y en la última elección, antes del Congreso General del 30 de enero del 2005, hubo un amplio acuerdo que postuló a Martner, pero se sabía que iba a ganar.
Entonces, yo creo que este domingo habrá una elección muy reñida como nunca había pasado antes en el PS.
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