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Comité Político de secundarios será clave para decidir sobre propuesta

Instancia es el enlace entre las bases y los voceros, y será la encargada de conducir el debate que este viernes sostendrán los escolares sobre el paquete de medidas anunciadas la noche del jueves por el Gobierno. El comité es dirigido por María Huerta, alumna del Insuco II, sin filiación política, y dos asesores, entre ellos, el UDI Germán Westhoff, del Instituto Nacional.


María Huerta del Comité Político (El Mostrador.cl)

«El discurso de la Presidenta me pareció ambiguo, inconsistente, sin peso de fondo, no tiene consistencia con lo que estamos pidiendo. Es un discurso que básicamente se lo hicieron sus asesores, no creo que sea el pensamiento de ella». La frase pertenece a María Huerta, la encargada de la Comisión Política de la Asamblea Coordinadora de Estudiantes Secundarios (ACES) y fue su primera reacción a la serie de medidas que anunció el jueves Michelle Bachelet.



Los jóvenes se reunirán este viernes para analizar las propuestas de la mandataria, que básicamente apuntan a la gratuidad del pase escolar, becas para rendir la Prueba de Selección Universitaria (PSU), mejorar las condiciones para aplicar la Jornada Escolar Completa (JEC), dentro de la agenda de corto plazo, y un proyecto para modificar la Ley Orgánica Constitucional de Enseñanza (LOCE) y cambios en el Ministerio de Educación, en la de largo aliento.



Sin embargo, Bachelet no accedió la gratuidad de la tarifa escolar ni tampoco para el examen de acceso a la universidad, aduciendo su alto costo. Y María Huerta, que por su responsabilidad es quien realmente maneja "los hilos" al interior de la Asamblea, advierte que los personeros de gobierno no han entendido que «no queremos la mitad de nuestro derecho», y al tiempo que les recuerda que «son funcionarios públicos, son nuestros trabajadores».



«Ellos están entendiendo mal. La mesa de diálogo la ven como un lugar donde hay que llegar a ceder, que si pido 50 lucas me van a dar 25. No han entendido que los secundarios están exigiendo un derecho que se les debe, entonces cómo uno va ir a dialogar para que me den la mitad de mi derecho. Estamos exigiendo derechos, no privilegios", remarca.



La joven, que es una suerte de enlace entre las bases y los voceros del movimiento secundario, también cuenta con dos asesores o "brazos derechos" -como prefiere llamar- a Germán Westhoff, presidente del centro de alumnos del Instituto Nacional y Nicolás Fernández, dirigente del centro alumnos del Internado Nacional Barros Arana (INBA).



La dirigente cursa cuarto medio en el Instituto Superior de Comercio (Insuco II), donde es tesorera del centro de alumnos. Tiene 18 años, un promedio 6,2 y vive en la Villa San Francisco de Asís, muy cerca de las "casas de nylon" de la población El Volcán de Puente Alto. Afirma no tener filiación política y, por el contrario, dice que no quiere depender de ningún partido para decidir sobre las materias estudiantiles. "Mi postura política es no casarme con ningún partido, porque los políticos son los culpables de que Chile esté dividido", señala.



Democracia secundaria



El comité también lo integran, eventualmente y según los acontecimientos, los voceros María Jesús Sanhueza (ex JJCC), alumna del Carmela Carvajal; César Valenzuela (PS) del colegio Confederación Suiza; Karina Delfino (independiente) del Liceo N°1; y Juan Carlos Herrera (independiente) del Valentín Letelier.



La instancia tiene la misión de generar el debate en la asamblea, sacar las conclusiones desde ésta, derivarlo a las distintas zonales, y obtener nuevas conclusiones. Sin embargo, al igual que todos los puestos de la ACES, su cargo es revocable: "Nuestro puesto siempre está en la cuerda floja", admite.



"Nosotros entendemos que ésta es una orgánica que se demora mucho (en la toma de decisiones), que es muy larga, que sube y baja y que vuelve a subir, pero es la mejor postura que hemos podido adoptar. ¿Por qué? Porque ningún alumno queda fuera de las decisiones", aclara.



El comité también verifica la legitimidad de los representantes de los liceos que llegan a la asamblea, lo que es consultado con los ministros de fe de cada centro de alumnos, para evitar que un estudiante actúe a nombre propio. Tras la fiscalización, sólo entonces el delegado puede llevar sus demandas a la asamblea de las zonales, que designan a sus propios voceros.



"Cuando se eligen los voceros por zona, es deber del Comité Político saber cuáles son las personas y tener siempre una cercanía con ellos, cuando las asambleas son cerradas; porque cuando son abiertas, es deber de la comisión reconocer a todos los representantes de los centros de alumnos, para que no haya infiltrados", sostiene.



La ACES no tiene sede fija, ni menos estatutos escritos, sólo se compone de tres estructuras básicas: las zonales que tienen sus propios comités; el comité político; y los voceros. "Pero también estamos creando la comisión seguridad, que tiene que ver con cómo contactar abogados para los detenidos y que planea las movilizaciones", adelanta la dirigente.



«Son nuestros empleados»



– María, dices que eres independiente, pero hay gente que te liga a las Juventudes Comunistas

-No. Lo que pasa es que yo ocupo mucho la palabra «compañero» y es simplemente porque me gusta la palabra, porque no somos hermanos con los otros estudiantes, pero sí somos compañeros. Para mí la palabra hermano es cuando uno tiene un hermano, uno no lo eligió, el compañero es el que uno elige, el que voy a seguir.



-¿Cómo ha sido el trabajo junto a Germán, quien es de la UDI?

– Bueno, yo trabajo mucho con Nicolás y Germán. Nicolás es muy de la postura de la base, que la base se respete, ahora Germán, a pesar de ser UDI, piensa lo mismo que Nicolás, pero en cuanto a la postura de representar y respetar a la gente, puede que se vayan por canales distintos, sin embargo, llegan siempre a lo mismo.



– En el Ministerio de Educación comentan que eres unas de las que más alegas en las reuniones, ¿es cierto?

-Hasta mis compañeros me han dicho que en el ministerio quieren "matarme" y bajarme de la vocería. El tema es que ellos no son los que me tienen que bajar, los que me tienen que bajar son los secundarios.



Ahora si es porque yo hablo mucho, es porque tengo la visión que hay que recordarles que ellos son funcionarios públicos, que son subalternos de nosotros, que ellos no son más que nosotros ni menos, pero sí son nuestros trabajadores y deberían sentirse orgullosos de ser nuestros trabajadores. Ellos no lo ven así, lo ven en un sentido de poder, de tener buenos autos, de salir en la tele, yo no lo veo así. En consecuencia, si es una falta de respeto recordarles su condición, para mí no lo es. Para mí su sueldo (de los funcionarios) se compone de los impuestos de todo Chile, por lo cual si su sueldo se compone de eso, debe responder a todo el país. Eso lo tengo sumamente claro.



¿Qué tienes sumamente claro?

– Que me quieren cortar la cabeza, pero ojalá que no fuese así, ojalá que no, porque a pesar de eso y de que ellos trabajan para el gobierno, a ninguno le quiero cortar la cabeza. Es más, me da bastante pena que al ministro (Martín) Zilic lo tiren a los leones y de repente lo veo mal, si él es un ser humano.



«Han tenido 16 años»



-¿Dónde nace tu conciencia política?

– Nace desde que me doy cuenta desde muy niña que hay gente que sufre… Y hay gente que sufre no porque quiera sufrir, sino que sufre porque el compañero de al lado es indolente, no le interesa si el otro tiene para comer, vivir, dormir, para sentirse bien. Yo cuando era muy niña me di cuenta que no le importaba que el otro sufriera a mi sí.



– ¿Pero hay algo que te haya motivado adicionalmente?

-Yo no creo en la inspiración por libros, ni videos bonitos, creo que esa inspiración es nefasta porque así como llegan los videos, se pueden ir. Creo sí, en que cada uno piensa. No creo que el ser humano sea tan manipulable por un libro o por un video. Creo que cuando el ser humano se dedica a respetarse a sí mismo y a conocer lo que está sintiendo, ya tiene una conciencia política, ya siente que tiene que luchar por algo o por alguien.



O sea, mi postura política nace del querer debatir que la sociedad está mal, de que yo también estoy mal, de que yo no puedo ser consumista si el de al lado no tiene que comer.



-¿Hasta donde pretenden llegar?
-En Chile la gente está acostumbrada a callarse, a no esforzarse, a no luchar, ni arriesgarse por los demás. Creo que los chiquillos han dado una muestra clara de que están por enfrentarse con quien sea por el compañero de al lado.



-¿El gobierno ha dicho que ustedes no son el único problema que tiene el país, que hay otras necesidades?

-Sí es verdad, tienen toda la razón que no somos el único problema de Chile, pero nosotros no tenemos la culpa que ellos hayan estado 16 años gobernando y en esos 16 años no hayan querido arreglar nada. No han querido ayudar a la clase obrera, ni a que tengan un mejor sueldo, ni obligar a que los empresarios los respeten, que son personas. Los secundarios no tenemos la culpa de que el país tenga tanta plata, pero que esté mal distribuida (…) ¿Si una persona ha demostrado que puede vivir con 80 lucas, por qué un ministro o un político no puede demostrar lo mismo?



«No queremos la mitad de nuestro derecho»



-¿Qué les parece que La Moneda haya tomado el control del conflicto desplazando a Zilic?

-Lo que pasa es que el ministro Zilic trabaja para el gobierno y lo entiendo. Incluso de repente lo miro cuando está frente mío (en la mesa de diálogo) y digo, qué penca en la postura que está, qué penca que tenga que trabajar para un gobierno que no representa a nadie muchas veces (…) Entonces, a veces me da pena que tenga que asumir él ciertas posturas, por eso que me da cosa ser tan duro con él, pero el problema es que su pega es representar al gobierno y mi pega es representar a millones de secundarios.



Muchas veces he tratado de ser conciliadora, de darme cuenta que es un ser humano y que está representando a un gobierno que no quiere darle plata a los secundarios, pero no es mi culpa y si él va a seguir con posturas tan radicales «que no hay plata, no hay plata…» El otro día le pregunte que si realmente pensaba que no había plata y me respondió que sí, que había. Eso me está diciendo que es un ser humano, que todavía no es un adoctrinado del gobierno.



-Ustedes tienen la postura del «todo o nada», y hay quienes dicen que en toda negociación hay que ceder algo, ¿qué dices a eso?

-Ellos están entendiendo mal. La mesa de diálogo la ven como un lugar donde hay que llegar a ceder, que si pido 50 lucas me van a dar 25. No han entendido que los secundarios están exigiendo un derecho que se les debe, entonces cómo uno va ir a dialogar para que me den la mitad de mi derecho. Estamos exigiendo, derechos no privilegios.



-¿Existe la posibilidad que la Asamblea se quiebre por las diferentes posturas ideológicas que hay en su interior?

-No, para nada. Me ha sorprendido la calidad de pensamiento humanista y solidario con el otro, que se han dejado las posturas y las militancias políticas fuera. A nosotros desde chicos nos enseñaron a someternos a un partido político, pero éstos no nos representan, los que nos representamos somos nosotros, pensando como seres humanos y eso es lo que se ha dejado fuera, los partidos políticos, y todos han sido sumamente respetuosos.



-¿Estás cansada?

-Cuando me canso, pienso en mi mamá, en los secundarios que viven en el sur de Chile, ahí se me quita.





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