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Un déjà vu de la transición: Movimiento Lautaro reivindica amago de incendio en sede de RD PAÍS

Un déjà vu de la transición: Movimiento Lautaro reivindica amago de incendio en sede de RD

Carlos Basso Prieto
Por : Carlos Basso Prieto Unidad de Investigación de El Mostrador
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Por medio de sus propias redes sociales, el Movimiento Juvenil Lautaro se adjudicó la “candela” (como llamaron al siniestro) efectuada el domingo, al lado de la casa donde funciona el partido de Giorgio Jackson y Catalina Pérez, entre otros actores públicos cuestionados por los traspasos de platas de la Fundación Democracia Viva.


Como si fuera un revival de los años 90, uno de los actores de aquella época reapareció el domingo, cuando unas bolsas de basura comenzaron a incendiarse a las afueras de la sede de Revolución Democrática (RD) –esquina de Bilbao con Arzobispo Larraín Gandarillas–, en un nuevo acto de protesta en contra de dicho partido, luego de que el día previo desconocidos colgaran allí un lienzo que tenía la clásica “A” envuelta en un círculo, propia del anarquismo, con insultos dirigidos a la colectividad.

Tras el hecho, cuentas de redes sociales asociadas al Movimiento Juvenil Lautaro (MJL) publicaron un comunicado firmado por dicho grupo, en el cual se señala que “nuestra organización Revolucionaria, Subversiva y popular prendió candela en la entrada de la sede nacional de Revolución Democrática”.

Según indicaron, se trató de una acción destinada a “repudiar el choreo descarado y care palo que han hecho con sus fundaciones de mierda y su lógica de usar los recursos de Moya como caja pagadora de favores políticos”. Asimismo, dedicaron duros epítetos al ministro de Vivienda, Carlos Montes –que en su juventud fue uno de los fundadores del MAPU, el partido del cual se desgajó en los años 80 el Lautaro–, y aseguraron que, con dicha acción, se daba inicio a un mes de julio en el cual “se apuesta a la Revolución” como  “única opción viable y concretita para transformar el cotidiano del Pueblo de Chile”.

Del mismo modo, llamaron a “mochilazos” estudiantiles para ayer en la tarde en Santiago, Concepción y Valdivia, las tres ciudades en las cuales, a juzgar por lo que evidencian sus redes sociales, concentran su actuar. Hasta el cierre de esta edición, dichas convocatorias se habían efectuado sin que se registraran mayores incidentes.

El prefecto inspector (en retiro) de la Policía de Investigaciones José Luis López Leiva –quien investigó al Lautaro, señala al respecto que el comunicado es auténtico, esto sobre la base del lenguaje que se utiliza, especialmente por “algunas frases que están en el discurso lautarino a partir de hace varios años”.

Sin embargo, decir que el MJL reapareció no es del todo exacto, pues en sentido estricto nunca se ha ido del mapa. Luego de los años de sangre y plomo de inicios de la democracia, casi todos sus líderes fueron apresados, pero recobraron su libertad en 2004, luego de la ley de indulto que los favoreció. El principal referente del Lautaro, Guillermo Ossandón Cañas, se instaló en Cañete (Provincia de Arauco), al tiempo que el grupo levantaba la tesis del “gigante de dos cabezas”.

“Los populares” y el pueblo mapuche

López precisa que dicho “gigante” estaba conformado “por lo que ellos denominan los populares, es decir, el pueblo o el proletariado; y, por otro lado, todos los procesos reivindicativos del pueblo mapuche. Esto genera este nuevo paradigma con que empiezan a reinventarse los lautarinos”, señala.

En dicho sentido, es necesario recordar que los sujetos que en 2007 asesinaron al cabo de Carabineros Hugo Moyano, luego de asaltar un banco Security en Santiago centro, habían sido lautaristas, aunque algunos de ellos habían girado hacia el anarquismo durante el tiempo en que estuvieron recluidos en la cárcel de Alta Seguridad, en Santiago, donde formaron parte del colectivo “Kamina Libre”. Se trata de Freddy Fuentevilla Saa, Juan Aliste Vega, Marcelo Villarroel y Carlos Gutiérrez Quiduleo. Este último se refugió en el interior de una comunidad mapuche, cuando era perseguido por la policía.

Más o menos por la misma fecha, como recuerda López, una célula del Lautaro, muy activa, se instaló en Pudahuel, “a partir del liderazgo de un viejo lautarino, que se llamaba Patricio Gallardo Trujillo, que falleció en mayo del año pasado”.

Dicho grupo fue detenido en marzo de 2008 en medio de operativos previos al “Día del joven combatiente”, y en el allanamiento practicado a la casa donde se reunían se encontraron –según notas de prensa de la época– varias bombas molotov, por lo cual fueron condenados a tres años y un día los lautaristas Marcelo Dotte López, Joaquín Alberto Cortés Crespo y María Alejandra Vila Valenzuela. Entre lo hallado por Carabineros en el lugar había, además, una serie de documentos pertenecientes a Gallardo (que no fue encontrado en el sitio), incluyendo cartas entre este y Héctor Llaitul, el líder máximo de la Coordinadora Arauco-Malleco (CAM), así como un plan estratégico denominado “Apurar ya”.

Sin embargo, el “gigante de dos cabezas” no terminó de cuajar y todo indica que el fallecimiento de Ossandón Cañas, en 2009, acabó con ese proyecto subversivo.

Los años de la agitación

En la década pasada, el Movimiento Juvenil Lautaro apareció varias veces en prensa, a raíz de una serie de hechos de menor intensidad, pero llamativos, entre ellos la rotura de una serie de vitrinas en Santiago y Concepción. En una entrevista difundida por las redes sociales del MJL, su secretario general, quien solo se identifica como “Fernando”, señala al respecto que “del 2015 hasta la fecha hemos reventado cuanta vitrina del poder y su democracia hemos pillado, el listado es muy extenso, como también la candela popular”, refiriéndose a barricadas y fogatas como la encendida afuera de la sede de RD.

En Concepción, el MJL ha atacado con bombas de pintura o piedras las sedes de organizaciones estatales como Dipreca, Sename o el Ministerio de Economía, además de empresas privadas, como Arauco y una automotora, a lo que se suma un ataque con bombas molotov contra oficinas del Servicio de Impuestos Internos (SII), en Santiago, y la destrucción de los ventanales del Ministerio del Medio Ambiente. En 2018 la policía también les atribuyó los ataques contra cuatro iglesias de la zona sur de Santiago, lo que fue desmentido por el grupo.

Poseen también una activa participación en diversos movimientos estudiantiles, como la protesta con bombas molotov efectuada en junio recién pasado en el Internado Nacional Barros Arana, hecho reivindicado en sus redes sociales, las que muestran a un encapuchado con un explosivo casero en las manos y una pañoleta del MJL. De hecho, en la misma entrevista, junto con hablar del “gigante popular”, “Fernando” asevera que “las ideas provocativas y materializadas en los hechos nos han ido permitiendo ir contribuyendo en el gigante estudiantil”.

 

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