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La trastienda y los efectos de la partida del líder del equipo económico de Boric PAÍS

La trastienda y los efectos de la partida del líder del equipo económico de Boric

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Carlos Saldivia
Por : Carlos Saldivia Periodista de El Mostrador
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La salida de Mario Marcel de Hacienda, a siete meses del fin del gobierno, remece al oficialismo y abre dudas en sectores sobre la estabilidad fiscal. El aterrizaje de Nicolás Grau, resistido en la oposición y el Socialismo Democrático, es visto como un giro riesgoso en plena campaña.


En el Congreso la noticia provocó estupor entre los parlamentarios oficialistas, especialmente, entre los PS que se habían reunido en la Cámara la mañana del miércoles con Marcel para abordar el reemplazo del CAE y la ley de Presupuesto 2025. En la oportunidad el Marcel no dio luces que su partida.

En el Ejecutivo, hubo mayor resiliencia. A eso de las 9 de la mañana del jueves los ministros políticos del Gabinete fueron informados que el jefe de la billetera fiscal había renunciado a su cargo. Desde ahí hasta las 16 horas, hubo confusión.

La salida de Marcel parecía fuera de la agenda, se sumaba a la de su par de Agricultura, Esteban Valenzuela, que fue interpretada como una represalia al FRVS por la segunda lista parlamentaria oficialista. Pero el motivo de la partida del jefe del erario público era una nebulosa.

Algunos ministros explicaban que era “por motivos” familiares; otros “que había sido confirmado para un cargo internacional, aparentemente en el FMI”.

La sucesión de Marcel, explican en Palacio, abrió rápidamente un debate. Mientras un sector del Frente Amplio proponía que el nuevo secretario del tesoro público fuera el ministro de Economía, Nicolás Grau, otro sector del partido del Presidente defendía que la lógica estaba por ratificar a la subsecretaria de la cartera, Heidi Berner.

El hombre de Berner también reunía apoyo en el PS. No solo se habia convertido en un puntal en las tratativas de Marcel en materias de presupuesto, reforma laboral y el FES, sino que para el PS era la única que manejaba un diálogo con la oposición.

“Nadie va a aceptar un cargo tan técnico y político en esa cartera por 6 meses, a no ser que no tenga un empleo”, explica un influyente parlamentario del área económica.

Paralelamente, de haber un casting tampoco había muchos nombres disponibles para el cupo. Tal como le había sucedido a la candidata oficialista Jeannette Jara para conformar su comando.

Sorpresiva salida y una historia valorada

La salida de Mario Marcel de Hacienda encendió las alarmas en el entorno político y económico de Chile. A solo siete meses del fin del gobierno de Gabriel Boric, este cambio no solo reconfigura el equipo económico, sino que también plantea interrogantes sobre la estabilidad y la dirección de la política fiscal del país.

A las 11 de la mañana, Mario Marcel llegó a La Moneda para sostener una reunión con el Presidente. En un giro inesperado, se anunció su renuncia, sin una explicación precisa pese a la relevancia de su cargo para la finanzas pública.

El anuncio de su llegada al ministerio al inicio del gobierno fue recibida con aplausos. Sin embargo su salida se produce luego de un importante desgaste y de críticas de la oposición que no había logorado eludir del todo.

En su primer año, impuso una política de austeridad fiscal, recortando gastos y advirtiendo sobre la falta de financiamiento estructural de la Pensión Garantizada Universal (PGU) heredada del gobierno anterior. Este enfoque permitió cerrar 2022 con un superávit efectivo de 1,1% del PIB, un hito que no se veía en una década.

Sin embargo, el camino de Marcel no estuvo exento de quiebres. El rechazo de la reforma tributaria en marzo de 2023, que buscaba recaudar 3,6% del PIB, fue un golpe devastador. El ahora exministro, quien había apostado su capital político en este proyecto, se vio obligado a replantear su estrategia.

Según explican en el oficialismo, dejó atrás la idea de un gran pacto fiscal y optó por un diálogo más acotado con partidos y gremios, un cambio que marcó un antes y un después en su gestión.

En contraste, la reforma previsional, aprobada en enero de 2025, se erige como un triunfo que logró junto a la exministra del Trabajo y actual candidata presidencial del oficialismo, Jeannette Jara, a quien le rechazó una invitación para integrar el equipo económico de su comando. Sin embargo, Marcel logró fortalecer el sistema mixto, consolidando el rol del pilar contributivo y ampliando la PGU. Este logro le permitió recuperar iniciativa política y dejar un legado estructural en el ordenamiento de las finanzas a futuro.

Sin embargo, la defensa de su directora de Presupuestos, Javiera Martínez, lo llevó a situaciones polémicas. Durante el Caso Convenios, Marcel la defendió hasta debilitarse, lo que fue interpretado como un blindaje excesivo.

En su despedida en el Ministerio de Hacienda, Marcel dijo “logré gran parte de lo que viene a hacer este gobierno”. “Hoy, al dejar el Ministerio de Hacienda, se cuentan tres años, cinco meses y 10 días desde que asumí este cargo. Junto con eso, se cumplen casi 10 años en que he estado de manera continua en la primera línea de la economía (tras ser presidente del Banco Central), y también culminan más de 16 años en distintas funciones y etapas del Ministerio de Hacienda”, agregó.

Finalmente cerró con una frase que dejó algo de claridad sobre su salida: “Particularmente, del lado de los hijos, el tiempo que uno les deja de dedicar tiene un costo importante”.

El nuevo ministro de Hacienda

La llegada de Nicolás Grau, quien hasta ahora se desempeñaba como ministro de Economía, al cargo de Hacienda, ha generado inquietud en diversos sectores. La decisión de realizar un cambio tan significativo en un momento crítico puede ser vista como un acto de desesperación o, en el mejor de los casos, como un intento de revitalizar un gabinete que ha enfrentado desafíos considerables.

Grau, un economista con un perfil frenteamplista claramente definido, ha estado en el centro de controversias durante su gestión por lo que en el Socialismo Democrático y en las derechas definen como su incapacidad para atraer inversiones estratégicas ha sido un punto de crítica constante. Aunque rápidamente el senador Ricardo Lagos Weber (PPD) salió a respaldarlo. “Espero que los ministros Grau en Hacienda, y Álvaro García en Economía, puedan trabajar de manera coordinada para sacar una buena ley de presupuestos”, dijo.

Por otra parte, desde el mundo empresarial se manifestaron con toda su disposición para trabajar en conjunto. Susana Jiménez, presidenta de la CPC, señaló: “expresamos nuestra permanente voluntad de diálogo constructivo y colaboración entre el sector privado y el gobierno”, señaló. “En su nuevo cargo deberá enfrentar importantes materias pendientes y la tramitación del presupuesto que regirá para el próximo gobierno”, concluyó la representante del empresariado.

Por su parte, Asimet (Asociación de Industrias Metalúrgicas y Metalmecánicas) comentó el nombramiento de Grau en Hacienda, valorando la decisión.

El cambio de ministro express y el descarte de Berner -independiente y sin partido- es interpretado como una señal de inestabilidad. En un contexto donde la economía chilena enfrenta desafíos para su reactivación y el aumento del desempleo, la incertidumbre sobre la dirección que tomará la política fiscal comienza ha generar incomodidad en los parlamentarios y deja una oportunidad para las criticas de campaña de las derechas en uno de los temas clave de campaña y donde la abanderada del oficialismo no cuenta con estrellas de la economía.

 

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