PAÍS
Pablo García, presidente CNEP: “Impacto del cambio climático es tangible en la economía”
Pablo García advirtió que “el impacto del cambio climático es tangible en la economía”, mostrando evidencia de pérdidas productivas y presión migratoria global, y destacó la necesidad de fortalecer institucionalidad con la nueva Agencia para la Calidad de las Políticas Públicas y la Productividad.
En el XV Encuentro Anual de la Sociedad Chilena de Estudios Regionales (SOCHER), realizado en Antofagasta, el presidente de la Comisión Nacional de Evaluación y Productividad (CNEP), Pablo García, expuso la charla magistral “Cambio climático, productividad y migración: desafíos globales y locales”, donde sostuvo que la evidencia reciente muestra cómo el calentamiento global ya está transformando simultáneamente la movilidad humana, el rendimiento económico y las capacidades institucionales necesarias para enfrentar estos fenómenos.
García presentó cifras que revelan la magnitud del impacto climático en la movilidad internacional. A partir del estudio Through Drought and Flood: Past, Present, and Future of Climate Migration, elaborado por E. Albagli, P. García Silva, G. García-Trujillo y M. A. Yung, explicó que el sostenido aumento de la temperatura promedio desde 1990 —particularmente en la temporada de cultivo del maíz— avanza en paralelo con un incremento superior a 90 millones en el stock global de emigrantes entre 1990 y 2020. Las mayores alzas se registran en las regiones tropicales, con cerca de 45 millones de nuevos emigrantes, y en las zonas áridas, con aproximadamente 18 millones.
La relación entre temperatura y emigración, expuso, sigue una curva con forma de “U”: los niveles más bajos de salida se observan cuando la temperatura ronda los 25 °C. Además, señaló que un aumento de hasta 5 °C en la temperatura promedio puede elevar la emigración en regiones tropicales en torno a 0,9, mientras que en zonas frías la misma variación se asocia a una disminución casi total (−1,0), lo que demuestra la heterogeneidad geográfica de la presión climática.
En cuanto a Chile, García afirmó que los impactos económicos ya son visibles y “tangibles”. Citó estimaciones del estudio Calentamiento global en Chile: efectos locales y sectoriales, de Mariano Jiménez Hoffmann, que muestran temperaturas superficiales de hasta 70 °C durante 2023 en algunas zonas del país. Las pérdidas productivas asociadas a olas de calor y eventos extremos están incidiendo directamente en el PIB, con descensos significativos en productividad ante aumentos de la temperatura máxima: en Agricultura, retrocesos cercanos a −3, y en Construcción, valores que se aproximan a −4. “Estos resultados confirman la alta vulnerabilidad del país debido a su geografía y estructura productiva”, sostuvo, subrayando la necesidad de cuantificar los efectos a nivel regional y sectorial.
García enmarcó estos diagnósticos en la urgencia de fortalecer la capacidad institucional para anticipar impactos y mejorar la toma de decisiones. En esa línea destacó el proyecto de ley que crea la Agencia para la Calidad de las Políticas Públicas y la Productividad, actualmente en trámite en el Congreso, que busca integrar en un solo organismo la evaluación ex ante, ex post y las recomendaciones regulatorias. “Reunir estas funciones permitirá trabajar con criterios homogéneos, evidencia comparable y una mirada sistémica para enfrentar desafíos como la adaptación climática, la resiliencia productiva y la gestión de riesgos económicos”, afirmó.
Al revisar la trayectoria de la productividad en Chile entre 1991 y 2025 —caracterizada por variaciones marcadas y caídas en los períodos más recientes— sostuvo que estas tendencias refuerzan la necesidad de instituciones sólidas y herramientas analíticas capaces de anticipar impactos y orientar decisiones estratégicas en un contexto global crecientemente dinámico.