Viajes
Pomaire: el encanto de la tradición chilena a un paso de Santiago
A solo 50 kilómetros de la capital, este pequeño pueblo del valle central mantiene viva la esencia del Chile rural con su artesanía en greda, su gastronomía típica y el calor de su gente.
Por generaciones, Pomaire ha sido sinónimo de tradición, barro y sabores chilenos. Ubicado en la comuna de Melipilla, este pintoresco pueblo se ha consolidado como uno de los destinos más auténticos del centro de Chile, donde cada rincón respira historia y cultura popular. A menos de una hora de Santiago, es una escapada ideal para quienes buscan reencontrarse con las raíces del país.
El pueblo celebra con entusiasmo la Fiesta de la Greda, las Fiestas Patrias y otras conmemoraciones locales que mezclan música folclórica, bailes, gastronomía y ferias costumbristas. Estos eventos no solo mantienen vivo el espíritu comunitario, sino que también refuerzan el vínculo entre las nuevas generaciones y su herencia cultural.
Parte de lo que hace único a Pomaire es su coherencia entre tradición y autenticidad. Mientras otros destinos se adaptan al turismo moderno, este pueblo ha sabido mantener su esencia: calles de tierra, casas de adobe, talleres familiares y una calidez que solo el Chile profundo conserva.
Por eso ir a Pomaire y vivir parte de ese encanto es parte de lo que se puede encontrar en las experiencias de Airbnb, para conocer Chile desde lo único y vivencial.
La cuna de la greda
El corazón de Pomaire late al ritmo de la alfarería. Su tradición artesanal tiene raíces que se remontan a tiempos precolombinos, cuando los pueblos originarios del valle central ya trabajaban la arcilla para crear utensilios y figuras ceremoniales.
Con el paso de los siglos, las familias pomairinas perfeccionaron esta técnica y la convirtieron en un sello distintivo. Hoy, los visitantes pueden recorrer talleres donde los artesanos moldean a mano ollas, jarros y figuras decorativas, cocidas en hornos de leña, conservando los métodos ancestrales.
El ícono más conocido es el “chanchito de tres patas”, símbolo de buena suerte que se ha transformado en el emblema del pueblo. Observar cómo cobra forma en manos expertas es parte del encanto de recorrer Pomaire.
Sabores de la cocina tradicional chilena
Si hay algo que completa la experiencia, es su gastronomía típica. En cada restaurante o picada se respira el aroma del pan amasado, del pastel de choclo recién salido del horno y de las legendarias empanadas gigantes, que pueden llegar a pesar más de medio kilo.
Los platos se preparan al estilo tradicional chileno, en barro o cocidos a leña, conservando ese sabor casero que pocos lugares mantienen.

Turismo rural, cultural y de escapada
Aunque la greda es su principal atractivo, Pomaire ofrece mucho más. Su entorno agrícola y sus paisajes de cerros suaves invitan al descanso.
El visitante puede combinar la visita con experiencias de turismo rural, participar en talleres familiares, visitar viñedos cercanos o recorrer granjas educativas donde se aprende sobre la vida campesina.
Por su cercanía a Santiago, muchos turistas lo eligen como destino de fin de semana, ideal para desconectarse del ruido urbano y reconectar con la sencillez del campo.
Pomaire no un símbolo del Chile tradicional, donde el barro, la comida y las costumbres se entrelazan para contar la historia de un pueblo que ha hecho de la sencillez su mayor riqueza. Un lugar típico y único, que invita a volver al origen, con las manos —y el corazón— llenos de greda.

Cómo llegar
Desde Santiago, se toma Ruta 78 hasta el kilómetro 50, donde un desvío señalizado conduce directamente al pueblo. También se puede llegar perfectamente por Camino a Melipilla, aunque no es la ruta más rápida.
También existen buses que salen desde el Terminal San Borja, con un trayecto de aproximadamente una hora.