El Centro de Gobierno Corporativo de la Universidad Católica (CGC UC) y Deloitte efectuaron el taller «Diez años de los comités de directores: la experiencia marca el camino», en el que abordaron los tipos de directores y sus deberes, y las funciones y desafíos que debe enfrentar este estamento al interior de las empresas.
Durante el encuentro establecieron que existen tres tipos de directores. Los primeros son los independientes o aquellos que no tienen conflictos de interesases con la empresa.
Para el director de CGC UC, Luis Hernán Paul, la independencia no es lo único importante, sino que también cuentan algunas cualidades como tener una actitud activa y constructiva, mantener una buena relación con el resto del directorio y ejecutivos, ser firme cuando se percibe un perjuicio relevante para los accionistas minoritarios frente a transacciones relacionadas y dar una opinión competente en la toma de decisiones.
Otra clase de directores son aquellos nominados por los controladores.
En el taller, la apreciación es que estos directores deben tener una visión independiente y profesional, lo más distanciada posible del grupo de controladores; una buena relación con el resto del directorio; y tener ascendencia sobre los controladores. La última modalidad son los directores accionistas o de confianza del controlador, quienes debieran representar una visión empresarial, legal, económica, financiera, estratégica, de regulación y sectorial más amplia.
Entre las funciones relevantes del comité de directores está informar sobre las operaciones o transacciones relacionadas, examinar el estado financiero de la compañía y revisar el sistema de remuneraciones. De acuerdo a Paul, el comité de directores funciona mejor cuando opera como comité asesor del directorio, más que como organismo paralelo. Por otra parte, las recomendaciones de este comité en materia de transacciones relacionadas, tienen más peso que en otras materias tales como estados financieros o auditorías.
El director de empresas Martín Costabal, dijo que uno de los problemas del comité de directores es que como «en Chile no hay titulares en los diarios sobre lo que sucede al interior de las empresas, no hay prensa, no se sienten controlados y no están motivados a hacerlo tan bien. Tampoco hay un reconocimiento del trabajo bien hecho, no hay una calificación para que se destaque el trabajo de esta instancia».
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