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Lanzan fórmula para una nueva Constitución que sea ‘aprobada y legitimada por el país’


Más de 20 personalidades del mundo cultural, político, social, sindical e intelectual suscribieron este martes el ‘Manifiesto Plebiscito para una Nueva Constitución’ con el fin de que Chile tenga una nueva Carta Magna, «aprobada y legitimada por el país y no impuesta y reformada desde las cúpulas», como expresó uno de sus principales voceros, el sociólogo y académico Manuel Antonio Garretón.

Se reunieron para esto, en el Café Torres, ubicado en el Centro Cultural Palacio La Moneda, además de Garretón, la abogada de Derechos Humanos, Carmen Hertz; el ex juez Juan Guzmán; el ex candidato presidencial, Jorge Arrate; el presidente de la Anef, Raúl de la Puente; el presidente del Movilh, Rolando Jiménez; el ex senador Carlos Ominami y el ex presidente de la FECh, Gabriel Boric; y el presidente del Consejo de la Patagonia, Patricio Rodrigo, entre otros.

Garretón dijo que «ésta es una de las tantas iniciativas que se están haciendo; la intención nuestra es un proceso constituyente que parte por un plebiscito que se le pregunta al pueblo si quiere o no quiere tener una Constitución legítima».

«Si la respuesta es sí, la fórmula para ello es una Asamblea Constituyente que se determina por ley y que por lo tanto en forma absolutamente ordenada por representantes de todo el país y de las regiones, de todos los sectores sociales, incluidos los políticos, fija su Constitución que es luego aprobada en Plebiscito, de eso se trata inicialmente», explicó Garretón.

Quienes suscriben el manifiesto consideran que la Asamblea Constituyente «es la más adecuada, garantizando su representatividad social, cultural, regional, política, étnica y de género, para la redacción de una nueva Constitución (…) la nueva Constitución deberá ser ratificada por la ciudadanía en un nuevo referéndum», expresa el documento.

Garretón dijo que «hay otras iniciativas que van en la misma dirección, que llaman, por ejemplo, a marcar el voto, no tenemos contradicciones en absoluto con eso; también es posible que el Presidente de la República lo haga por decreto, esa es una propuesta que también está en discusión», añadió el sociólogo.

«Lo que nos une a todos -agregó- en este momento, en gran parte del país, es que ya nadie puede sostener a estas alturas de la época de que Chile es el único país del mundo que no tiene una Constitución dada por su pueblo, sino heredada de la dictadura. Es el único país del mundo; y va a llegar un momento en que esto va a estallar si es que no se toman las decisiones y no se abran los procesos que canalicen la generación de una Asamblea Constituyente, en que el país se dé su nueva Constitución», manifestó el académico.

Garretón añadió que «si esto no se da, el sistema político cada vez va a ir perdiendo más legitimidad como ocurre vez a vez, por ejemplo, con las elecciones».

Por su parte, Patricio Rodrigo expresó que existen «160 primeros firmantes (del manifiesto) que representan una amplitud de la diversidad social y política del país».

En ese sentido, el presidente de los empleados fiscales, la Anef, Raúl de la Puente, expresó que «el trabajo decente es primordial en una nueva Constitución, la cual tiene que ser construida con la participación de la ciudadanía, de sus organizaciones sociales y políticas».

A su vez, Gabriel Boric, sostuvo que los movimientos sociales ocurridos «en Petorca, Aysén, Magallanes, Calama, el mismo movimiento estudiantil; la hebra común de todos éstos no es posible que sean procesados por la actual institucionalidad porque ésta es intencionadamente de carácter antipopular que desconfía de sus ciudadanos (…) necesitamos un nuevo contrato social, el cual nos pertenezca, eso es la nueva Constitución».

Por su parte, la abogada Carmen Hertz dijo que «la necesidad central imperiosa, dramática de la sociedad chilena implica una nueva Constitución, legítima, y no que seamos regidos por una Constitución ilegítima y espuria. La condición única, fundamental, sine qua non, para cualquier cambio real que el país necesita implica una nueva Constitución, esta es la madre de todas las batallas. Sin una nueva Constitución no es posible cambio de lo que Chile hoy requiere».

A su turno, el ex juez Juan Guzmán dijo que «existe una circunstancia que no nos permite avanzar totalmente a la democracia que es precisamente la Constitución votada en la dictadura, que la dictadura dejó pendiente. Como hito definitivo que implique retornar plenamente a la democracia debe darse este paso para que la nueva Constitución nazca de la gente misma, que sea en beneficio social de las personas y otorgue a todos los chilenos la posibilidad de ser realmente iguales ante la ley como se pretendió desde los albores de la democracia».

Upi/so

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