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Científicas llaman a incrementar  participación de mujeres en ciencia En el marco del Día Internacional de la Mujer

Científicas llaman a incrementar participación de mujeres en ciencia

Según cifras de la UNESCO, sólo el 32% de participación en ciencia y tecnología que se desarrolla en Chile es protagonizada por mujeres. Este índice, es uno de los más bajos de toda Latinoamérica, en cuanto a paridad de género.


Cuando estamos a pocos días de celebrarse en todo el mundo el Día Internacional de la Mujer, este escenario preocupa a investigadores del Instituto Milenio, Centro de Interdisciplinario de Neurociencia, de la Universidad de Valparaíso, CINV, quienes realizan un llamado a disminuir esta brecha y derribar los obstáculos que dificultan la inserción femenina en esta área del desarrollo.

“Hay un diagnóstico claro respecto a la inequidad de género en ciencia en Chile, en el que la balanza está fuertemente inclinada hacia los hombres, sobre todo en posiciones académicas y directivas que es donde más se percibe esta brecha. Sin embargo, me parece que la masiva sensibilización que ha tenido el tema durante el último tiempo abre puertas para que se discuta y legisle transversalmente el tema”, señala Karen Castillo, científica del CINV.

Para el centro de excelencia este panorama es relevante, razón por la cual ya están abordando los desafíos de la inclusión y fomentando la igualdad de género. “Como CINV no sólo nos interesa aquello que ocurre en los laboratorios, sino que nos importa generar mayores estándares de integración en todas las áreas, teniendo presencia de hombres y mujeres en igualdad de condiciones. Incluso, frente a un currículum equivalente estamos privilegiando al de la mujer, generando así una discriminación positiva que también busca dar una mayor visibilidad a las científicas”, explica el Dr. Ramón Latorre, Premio Nacional de Ciencias y director de esta institución.

Opinión similar comparte Valeria Silva, magíster en biotecnología e investigadora del CINV. “La ciencia es un agente de transformación que nos permite crecer como sociedad, revolucionar y cambiar nuestro estilo de vida de forma positiva, y pese a las brechas de género, creo que la mujer está avanzando en ser parte de ese espacio. En el caso del CINV, veo que hay gran representación de mujeres y, en ese contexto, pienso que muchas de las investigadoras y postdoctoras tienen grandes posibilidades de llegar a ser nuestras jefas”, explica la científica.

Unidad de Igualdad y Diversidad en UV

La labor del CINV se enmarca además, en las gestiones que está realizando la Universidad de Valparaíso, a través de la Unidad de Igualdad y Diversidad, creada el 2016. Javiera Arce, cientista política y secretaria ejecutiva de la entidad, comenta que elaboró un informe sobre brechas género a modo de autodiagnóstico institucional, el cual junto al protocolo contra el acoso sexual y situaciones de discriminación, permitirán levantar la primera política de transversalización de género en la UV. Se trata de una gestión pionera en la educación superior de Chile. “Lo primero que estamos haciendo es visibilizar todas las problemáticas al interior del plantel, con la idea de poder aminorar estas brechas y establecer políticas orientadas a disminuir las distancias que se producen entre hombres y mujeres del estamento académico, estudiantil y funcionario. El trabajo de extensión se intensificará, para generar sensibilización al interior de la comunidad universitaria, pero también traspasaremos las fronteras institucionales y trabajaremos con nuestro entorno realizando talleres de educación popular sobre temáticas de género”, comenta.

Mujeres y ciencia

La Dra. Vania Figueroa, académica del Instituto de Ciencias de la Salud de la Universidad de O’Higgins e integrante de la Red de Investigadoras, asociación que promueve la equidad de género en investigación, en todas las áreas del conocimiento, explica que la participación de mujeres en ciencia es muy baja en Chile. “Incluso, es inferior a los índices de nuestros vecinos como Argentina, Bolivia o Brasil, que en algunos casos ya han alcanzado la paridad en este ítem. Y si miramos en el área de tecnología, la presencia femenina es aún más baja, alcanzando solo al 19% de los investigadores”, comenta la científica formada como Doctora en Neurociencia, en el CINV.

En ese contexto, Karen Castillo señala que es fundamental promover la participación femenina y aumentar la equidad en carreras científicas. “Eso, sumado a la activa colaboración de las instituciones que albergan actividad académica en este contexto, ayudará a tener masa crítica para empujar modificaciones estructurales que permitan una mayor protagonismo de la mujer en ciencia”, señala la investigadora.

De acuerdo a la evidencia nacional e internacional, en nuestro país hay diversos elementos a los que se enfrentan las investigadoras, y que les impiden desarrollar y consolidar sus carreras al interior de universidades u otras instituciones. “Los principales obstáculos que enfrentan las mujeres en sus carreras son, por un lado, la discriminación basada en estereotipos, tanto entre sus pares masculinos como femeninos, las dificultades en el ascenso a las jerarquías académicas, y la falta de corresponsabilidad en la crianza de los hijos e hijas”, asegura Vania Figueroa. Este último tema es complejo, pues no hay convenios con salas cunas para que las mujeres puedan compatibilizar su trabajo y crianza, “escenario que deja a las mujeres en desventaja respecto de los hombres”.

CINV promoviendo la inclusión

En el Centro Interdisciplinario de Neurociencia de la UV, éste y otros puntos también se están afrontando. Así lo estima el Dr. Ramón Latorre: “Estamos disponiendo de recursos y facilidades a todas las personas del centro, tanto hombres como mujeres, en relación al cuidado de los niños. Esto, a fin de que no haya impedimento adicional para que puedan cumplir con su trabajo en el centro y la crianza. Asimismo, nos interesa aumentar el número de investigadoras que forman parte del CINV de modo que esto también sirva de punta de lanza para otras entidades científicas del país”, señala el director del centro. Mejorar las condiciones contractuales de los investigadores de CINV es otro punto sobre el cual estiman vital seguir avanzando.

Un paso concreto en la inclusión femenina se están dando en el Instituto Milenio CINV. Esto, tras el convenio firmado con la Sociedad Max Planck, de Alemania, que dio origen al primer concurso internacional impulsado en Chile por ambas entidades, y que contempló políticas de género en su convocatoria y selección, teniendo por ganadora a la científica de origen taiwanés, Chiayu Chiu. La investigadora de 43 años se radicó en Valparaíso, disponiendo de 150 mil dólares anuales, durante 5 años, para desarrollar su trabajo en una modalidad libre de investigación. En ese marco, la científica contará con recursos e infraestructura para explorar el funcionamiento del cerebro y entender cómo se conectan las neuronas, para generar diversas acciones y conductas.

Estos avances también son valorados por la Dra. Ana María Cárdenas, investigadora del CINV. “Efectivamente, el centro está apoyando a estudiantes e investigadoras de postdoctorados que tienen hijos, dándoles facilidades para que puedan desempeñarse sin ningún problema. Si se abren cargos para hombres y mujeres, se hace de igual forma para ambos géneros. En el doctorado de neurociencias antiguamente postulaban más hombres, pero en los últimos años eso ha cambiado y hemos visto la incorporación mayor de mujeres. Otro ejemplo de inclusión es lo que pasó con el concurso Max Planck”, asegura.

Javiera Arce también resalta la importancia de este aspecto y el rol que la UV está tomando. “Uno de los principales temas es el cuidado de los niños y niñas. Y no solo de los hijos de estudiantes sino también de nuestros funcionarios/as y académicos/as. En ese contexto, nuestro objetivo es que a través de esta política de igualdad logremos financiar una sala cuna común de carácter universal, para que todos los hijos e hijas de funcionarios puedan ingresar al sistema de cuidados”, explica. Siendo la UV parte del Consejo de Rectores, la cientista política señala que, para concretar estos procesos, se ha propuesto también establecer una petición formal al Gobierno entrante, sobre la necesidad de contar con un financiamiento permanente para la política de igualdad.

Compromisos internacionales y nacionales

Chile tiene una misión por delante, y compromisos internacionales como la agenda de desarrollo sostenible de la ONU, denominada 2030, a la cual suscribimos. Este plan de acción en favor de las personas y el planeta -que también busca fortalecer la paz universal y el acceso a la justicia – contempla 17 objetivos, entre ellos, la igualdad de género y empoderamiento de todas las mujeres y niñas. “Alcanzar la equidad en ciencia es primordial, y no solo para contribuir a la productividad del país, sino para alcanzar el desarrollo sostenible, tal como lo promueve esta institución en el mundo”, explicó Vania Figueroa. El convenio internacional, insta a poner fin a todas las formas de discriminación contra la mujer, destacando puntos como: la provisión de infraestructura y formulación de políticas de protección social, la promoción de la responsabilidad compartida en el hogar y la familia, y la participación plena y efectiva de las mujeres e igualdad de oportunidades de liderazgo, entre otras materias.

Considerando ese marco, Chile está avanzando para alcanzar una participación más equitativa de la mujer en ciencias. Ejemplo de ello, es el plan de CONICYT, sobre Política Institucional de Género que surgió el año 2013, y que estableció una serie de acciones orientadas a otorgar igualdad de oportunidades a las mujeres en el ámbito de la investigación, ciencia, tecnología, educación e innovación, tanto dentro como fuera de la institución. El año 2016 se realizó una actualización de este programa que contiene nuevas medidas y acciones a implementar hasta el año 2025, y que también dan cuenta de las principales brechas e impedimentos, y un sistema de seguimiento y monitoreo.

Respecto a las barreras, una de las más relevantes que se mencionan es el “sexismo”, en el sistema educativo chileno, tanto a nivel escolar, como de pregrado, postgrado e investigación, donde existe una visión tradicional de la ciencia que tiende a asociarla más al mundo de lo masculino (visión androcéntrica de la ciencia, según la UNESCO). “Estas prácticas reproducen los estereotipos de género, así como también, generan divisiones sexuales del trabajo. Mujeres administrando, hombres investigando”, comenta Javiera Arce. Al respecto, advierte que los compromisos deben ser de corte institucional. “El Ministerio de Educación, así como también los propios planteles, deben comprometerse a cerrar estas brechas, y realizar una docencia más consciente, que distribuya de igual manera entre académicos y académicas las cargas de la gestión y docencia, y que éstos sean conscientes de los sesgos que pueden cometer en aula”.

Aumentando la paridad en Chile

Según detalla el último informe de Conicyt, sobre política institucional de equidad y género, a nivel mundial se observa como tendencia, que existe una disminución de la participación de mujeres a medida que se avanza en la carrera científica, existiendo una menor presencia de ellas en puestos de liderazgo propios de esta actividad. Y en Chile, el estudio da cuenta de algunas cifras: que la participación de mujeres en educación superior ha aumentado en los últimos años, con un 53% de las matrículas en 2016 lideradas por mujeres, mientras que en postgrados comienza a bajar al 49%. Sin embargo, en el caso de los proyectos adjudicados por FONDECYT se observan grandes brechas, pues un 73% de proyectos lo lideran hombres, frente a un 27% de éstos comandados por mujeres. Otro punto que destacan las profesionales es la implementación del Ministerio de Ciencia y Tecnología. “Desde la Red de Investigadoras, hemos propuesto 13 medidas para lograr una implementación definitiva de este Ministerio en el que efectivamente, se pueda combatir esta baja cifra de participación femenina”, asegura Vania Figueroa. (Por: Carolina Todorovic. Agencia Inés Llambías Comunicaciones).

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