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El Salar de Llamara, el otro incendio de SQM que complica los planes de Julio Ponce La firma presentó un programa de cumplimiento que podría resolverse esta semana

El Salar de Llamara, el otro incendio de SQM que complica los planes de Julio Ponce

Enrique Elgueta
Por : Enrique Elgueta Periodista y consultor senior en Comsulting.
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Nueva Victoria –o Pampa Hermosa– es el nombre de unas las principales plantas de SQM. De esta dependen las producciones de yodo y nitratos que, junto al litio obtenido del Salar de Atacama, explican la mayor parte de las utilidades de la compañía. Hace unos meses la Superintendencia del Medio Ambiente le formuló cargos por una larga cadena de irregularidades con las que, eventualmente, podría verse impedida de seguir explotando el Salar de Llamara. La posición de la compañía es frágil, pues sus instalaciones en ambos salares están cuestionadas –considerando el frente con Corfo–, mientras Ponce busca vender Calichera, sociedad cuyo único activo es precisamente esta empresa.


Entre los distintos frentes abiertos que tiene SQM, hay uno que está por resolverse y que es de vital importancia para la minera. En junio, la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) le levantó cargos por varios incumplimientos en el proyecto Pampa Hermosa, ubicado en el Salar de Llamara, proceso que podría resolverse esta semana.

Tras irregularidades que se venían arrastrando desde 2013 y con denuncias que provenían de distintas instancias ambientales, dicha superintendencia le formuló ocho cargos a la compañía, de los cuales uno es gravísimo y, eventualmente, podría derivar en la suspensión de operaciones de un proyecto crucial para SQM. La empresa respondió con un programa de cumplimiento en julio, el cual ha sido discutido por ciertas partes interesadas que ven en dicha propuesta una forma de “sacar ventaja” de las irregularidades detectadas.

Hoy las instalaciones que SQM tiene en el Salar de Atacama y en el Salar de Llamara están en jaque, dejando en una frágil situación a la minera, considerando que sus principales productos provienen de la explotación de ambos salares.

Importancia vital

El peso de Pampa Hermosa –o Nueva Victoria– para la línea de negocios de SQM es cada vez mayor, ya que las plantas de Pedro de Valdivia y María Elena están en retirada. En noviembre del año pasado, las operaciones mineras y de nitratos en Pedro de Valdivia fueron suspendidas, mientras que las de María Elena no operan desde 2013 por razones de negocios. Hoy Pedro de Valdivia sigue produciendo yodo, pero en cantidades menores, justamente para aprovechar las instalaciones productivas de Nueva Victoria.

En esta última faena SQM produce yodo y nitrato. Según la memoria del año pasado de la minera no metálica, su producción de yodo fue de 10.309 toneladas métricas: 7.462 toneladas métricas de Nueva Victoria e Iris, mientras que 2.752 toneladas métricas obtenidas de Pedro de Valdivia, y otras 95 toneladas métricas de María Elena.

La capacidad de producción esperada de Nueva Victoria es de hasta 11.000 toneladas métricas de yodo por año y 1,2 millones de toneladas métricas de nitratos, más 33 millones de toneladas métricas de caliche anuales. Actualmente, Nueva Victoria tiene capacidad productiva de aproximadamente 9.000 toneladas métricas por año de yodo (incluyendo las operaciones de Iris) y 700.000 toneladas métricas de nitratos por año.

Es así como esta faena se constituye entonces como un pilar fundamental para la cadena de negocios de SQM, misma razón por la cual hoy se encuentra en una posición vulnerable, pues sus instalaciones en el Salar de Atacama también están cuestionadas, luego de que la Corfo la acusara de no haber cumplido contratos pactados que, entre varios efectos, habrían causado perjuicios al fisco.

En el primer semestre la empresa registró utilidades por US$142,4 millones. Del Salar de Atacama depende la producción de litio que ,en dicho primer semestre anotó utilidades por U$121,3 millones, como asimismo del potasio (US$25,3 millones). En el Salar de Llamara se produce yodo (US$19,8 millones) y nitrato de sodio, el cual es crucial para la producción de nitratos de potasio (US$83,3 millones) que se termina produciendo en Coya Sur, planta donde se utiliza el potasio extraído de Salar de Atacama y el nitrato de sodio del Salar de Llamara.

Es por lo anterior que la contingencia con la SMA no es en absoluto trivial para SQM. Se espera que esta semana el regulador se pronuncie sobre el plan de cumplimiento que propuso la minera, todo ello mientras Julio Ponce busca vender Calichera, sociedad cuyo único activo es una empresa hoy enfrentada ante organismos del Estado que, eventualmente, podrían impedirle seguir produciendo.

“(Sobre) Este tema SQM informó oportunamente, a través de un hecho de interés, a todos sus accionistas”, dice la compañía tras ser consultada si los detalles de esta contingencia han sido requeridos por inversionistas interesados en Calichera. De lo que se señala, se desprende que sí, aunque fuentes del mercado sostienen que este tipo de coyunturas constituyen los primeros temas que se revisan en el marco de una negociación.

En todo caso, este asunto fue informado en el reporte financiero para el período de junio. “Con fecha 6 de junio 2016, la Superintendencia de Medio Ambiente, formuló cargos en contra de SQM S.A. respecto del proyecto Pampa Hermosa por eventuales incumplimientos a la RCA 890/2010. Se trata de cargos relacionados con ciertas variables del Plan de Seguimiento y con la implementación de una medida de mitigación contemplada en el respectivo Estudio de Impacto Ambiental. La compañía ha presentado un Programa de Cumplimiento que detalla las acciones y compromisos que la empresa ejecutará para superar las objeciones formuladas por la autoridad ambiental. La Superintendencia de Medio Ambiente se encuentra revisando dicho Programa de Cumplimiento y debe pronunciarse”, dijo la sociedad.

A la espera del regulador

En junio, la SMA le formuló ocho cargos a SQM. Según informó la autoridad, entre los principales se encontraban la falta de implementación de barreras hidráulicas y falta de activación de planes de alerta temprana, ambas medidas de mitigación complementarias, orientadas a minimizar los impactos ambientales asociados a la extracción de agua subterránea desde el Salar de Llamara y a mantener los niveles de agua y calidad de los “puquíos”, ecosistemas únicos que albergan estromatolitos, entre otras diversas formas de vida microbiana, que también impactan en otros sistemas bióticos terrestres presentes en el área de influencia del proyecto.

Como se señaló, uno de los cargos es gravísimo, “el cual se relaciona con una posible elusión al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), debido a que se modificaron las medidas de mitigación complementarias, referidas a cambios en la ubicación de pozos de reinyección en distintos puquíos del sector, o bien, construir pozos no autorizados ambientalmente en otras zonas”.

Lo anterior responde al resultado de denuncias que datan por lo menos de 2011. De acuerdo a lo revelado por un largo reportaje de Ciper, la Dirección General de Aguas detectó hace tiempo que había pozos que estaban registrando un preocupante decrecimiento de sus aguas. Dicho reportaje reveló además las distintas gestiones que hizo la minera para obtener permisos ambientales, incluyendo diligencias provenientes de Enrique Correa y colaboradores del senador Fulvio Rossi, salpicado en el caso de platas políticas que también afecta a la minera.

Como sea, el regulador formuló cargos y hasta ahora no ha adoptado medidas provisionales. “Las medidas provisionales (detención o clausura de una planta) se toman en casos en que haya un inminente daño al medio ambiente y a la salud de las personas, y se puede probar que la acción del titular es la que genera ese daño. Para que eso se apruebe, se somete a la jurisprudencia del Tribunal Ambiental, en este caso, del Segundo Tribunal de Santiago”, explican desde la superintendencia.

La empresa entregó un plan de cumplimiento para salir de esta coyuntura, pero este ha sido cuestionado por una parte interesada relevante, el grupo Errázuriz, el cual la acusa de estar sacando provecho de los cargos que le formuló la SMA. Esto, porque en su programa la compañía propuso asimismo una nueva Resolución de Calificación Ambiental, la cual debe ser revisada por el SEA.

El hecho de que SQM haya iniciado operaciones con una RCA determinada y que ahora proponga otra, es algo que en el entorno del grupo Errázuriz resulta irrisorio y se lo hicieron ver a la SMA.

Consultada SQM sobre la materia, sostiene lo siguiente: «El plan de cumplimiento presentado por SQM detalla las acciones necesarias para cumplir la RCA del proyecto Pampa Hermosa, tal cual está aprobada actualmente. Adicionalmente, mencionamos en dicho plan que proponemos algunas mejoras a algunos aspectos de lo estipulado en la RCA actualmente. Sin embargo dichos ajustes deben ser sometidos al análisis y evaluación por parte del SEA (Servicio de Evaluación Ambiental), lo cual se debe realizar con posterioridad a que concluya el proceso de sanción iniciado por la SMA. SQM está a la espera del pronunciamiento de la Superintendencia de Medio Ambiente, y tiene toda la voluntad de cumplir con las medidas que esta entidad ambiental disponga. Es importante destacar que el sector de Llamara ubicado en la Región de Tarapacá, aludido en este proceso de sanción, se encuentra en muy buenas condiciones, y SQM ha velado permanentemente por mantener una gestión ambiental en pos del resguardo de este sistema”.

“Pampa Hermosa es la única operación que ha tenido un cuestionamiento en materia medioambiental. Es la primera vez que SQM recibe una notificación de sanción en esta materia», agrega la compañía.

Modificar una RCA es complejo porque se trata de algo excepcional. Según el marco normativo del SEA, se puede modificar una resolución en la medida que, habiéndose dado cumplimiento a las condiciones o medidas establecidas durante la ejecución del proyecto o actividad, se generen nuevos impactos ambientales o un aumento significativo en la extensión, magnitud o duración de los impactos ambientales asociados a dichas variables. “Esta variación sustantiva no debe estar relacionada a un incumplimiento por parte del titular de las condiciones o medidas contempladas en la RCA”, dice la norma sobre las RCA.

Es esta una de las principales razones por las cuales el grupo que controla el polémico empresario Francisco Javier Errázuriz Ovalle (Fra-Fra Chico), competidor de SQM, se opone a su programa de cumplimiento. A su juicio, resulta improcedente revisar una RCA, considerando los incumplimientos que acusa la SMA y, según un escrito enviado a dicha superintendencia, manifiesta que “nadie puede aprovecharse de su propio dolo, tratando de desvirtuar su responsabilidad, confundiendo y enmascararlo en un Programa de Cumplimiento, que además de ventilarse en sedes diferentes, cumplen diferentes funciones que no pueden ni deben confundirse”.

“Por lo anterior, la revisión excepcional de la RCA no puede ventilarse en esta sede, menos dentro de un Programa de Cumplimiento, considerando la gravedad de los hechos, que no provienen de una Autodenuncia, que al menos haría presumir una buena fe de parte de SQM”, agrega.

El caso está pronto a resolverse durante los próximos días. Como ya está dicho, un fallo adverso para la minera sería un verdadero terremoto para la compañía, pues de aquí viene parte importante de sus ingresos, además del Salar de Atacama que también supone una historia de terror aparte para SQM.

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