Los comuneros en ayuno, entre los que hay dos adolescentes que se unieron al movimiento el pasado 1 de septiembre, se consideran presos políticos y exigen no ser procesados por la ley antiterrorista ni ser sometidos a un doble juicio, ante tribunales civiles y militares.
Los evangélicos llamaron este domingo al Gobierno y a la oposición a dejar de lado las recriminaciones y aunar voluntades para solucionar la huelga de hambre que 34 presos mapuches mantienen desde hace 63 días en varias cárceles del sur del país.
«No permitan que la situación de nuestros hermanos mapuches y sus justas demandas sean utilizadas inescrupulosamente con mezquinos propósitos», precisó el obispo Francisco Anabalón, presidente de la Iglesia Pentecostal, durante un te deum al que asistió el presidente Sebastián Piñera.
Las autoridades legislativas y judiciales estaban también presentes en la ceremonia, que se celebra cada año en el marco de las Fiestas Patrias en la Catedral Evangélica de Santiago.
En la misma línea, el obispo Emiliano Soto, presidente de la Mesa Ampliada Evangélica planteó: «no queremos que un tema tan sensible sea el campo para las recriminaciones y las acusaciones entre uno y otro. Somos un pueblo de paz».
Los mapuches en ayuno, entre los que hay dos adolescentes que se unieron al movimiento el pasado 1 de septiembre, se consideran presos políticos y exigen no ser procesados por la ley antiterrorista ni ser sometidos a un doble juicio, ante tribunales civiles y militares.
El Gobierno envió al Congreso dos proyectos, que modifican ambas normativas y que de ser aprobados podrían favorecer a los presos, pero hasta ahora no ha acogido la propuesta de una mesa de diálogo planteada por la Iglesia Católica y Evangélica y la oposición política.
Sin embargo, ha hecho reiterados llamamientos a los comuneros a que depongan el ayuno y ha tomado medidas para evitar que alguno de ellos fallezca.
Soto afirmó hoy que la huelga de hambre es uno de los tres hechos que marcan el año del Bicentenario y sostuvo: «nuestros hermanos mapuches están esperando una solución digna para sus demandas».
También llamó a los presos a deponer el ayuno, afirmando que «dejar de exponer la vida no es claudicar en sus aspiraciones, sino una forma de abrir una puerta al tan necesario diálogo».
En la ceremonia participó también un pastor mapuche, que pronunció una plegaria en mapudungun, el idioma de ese pueblo.
Al término de la ceremonia, Piñera admitió que el diálogo es el mejor camino de solución, pero subrayó que lo primordial en este momento es que los comuneros depongan la huelga de hambre.
