No le gustó que la titular del Trabajo llamara a los empresarios a «apuntarlo con el dedo» tras las denuncias de malos tratos que hicieron en su contra algunos extranjeros que llegaron a desempeñar diversas tareas en uno de sus predios en la Sexta Región. Por ello Francisco Javier Errázuriz no dudó en acusarla de «posar de izquierdista» para disfrazar su pasado «ligado a la dictadura».
Nada bien le pareció al ex senador Francisco Javier Errázuriz que la ministra del Trabajo, Evelyn Matthei, lo citara como el peor ejemplo de maltrato de empresarios a trabajadores, a propósito de las acusaciones que formularon en su contra varios ciudadanos paraguayos que llegaron al país para desempeñarse en uno de sus predios en la Región de O’Higgins, y que aseguran haber sido tratados casi como “esclavos”.
“Tenemos que apuntar con el dedo a quienes desarrollan prácticas que no son tolerables en nuestro país”, dijo la secretaria de Estado.
Y por eso el otrora candidato presidencial del desaparecido partido Unión de Centro Centro (UCC) envió a los medios de comunicación el martes último una declaración en la que acusa a Matthei de “posar de izquierdista” y le reprocha que sea hija del ex integrante de la Junta Militar, el ex comandante en jefe de la Fuerza Aérea general (r) Fernando Matthei.
“He leído sin sorpresa una declaración en que haciendo uso de su cargo de Ministra del Trabajo -en circunstancias que nunca ha creado trabajo para nadie y que permanentemente posa de izquierdista para ocultar su condición de hija de general golpista-, Evelyn Matthei lanza acusaciones personales, en mi contra en razón de un programa de capacitación y eventual posterior contratación de ciudadanos paraguayos”, señala.
Asimismo, sostiene que “los ‘Chicago Boys’ –dentro de los cuales se clasifica la ministra Matthei-, creen que todavía gozan del período de la dictadura militar de la cual formaron parte y que defendieron con dientes y muelas. Por eso, insta a los empresarios a ‘apuntar con el dedo’ a quienes no le son solícitos chupamedias”.
Además, y parafraseando a la titular del Trabajo, pide “a todos los chilenos ‘apuntar con el dedo’ a quienes desarrollan abusivas prácticas aprovechándose de su cargo, como las que pretende Matthei, quien nunca se ha caracterizado por su buen criterio ni por su lealtad, situación de la cual ella no tiene culpa, pues lo que ‘se hereda no se hurta’. Recordemos como actuaba el miembro de la junta de Gobierno del dictador Pinochet –quién suplantó en su cargo al general Gustavo Leigh-, para después morder la mano de quien lo alimentó y promovió”.
Por otra parte, Errázuriz insistió en que el Ministerio del Interior estaba en conocimiento del ingreso de los extranjeros al país, situación que el lunes negó el Departamento de Extranjería, y defendió el “programa de capacitación” al cual se acogieron los paraguayos que lo acusan de irregularidades.
Pocas horas después que el empresario difundiera estas afirmaciones, el Grupo Errázuriz dio a conocer una declaración que lleva la firma de puño y letra de 58 paraguayos, quienes adhieren a un texto que reza: “Siempre hemos recibido un trato digno y respetuoso de parte de todos los chilenos”.
“Declaramos que las condiciones en las que nos encontramos corresponde a lo que se nos planteara en Paraguay y apenas llegamos a Chile al ser recibidos por don Francisco Javier Errázuriz T. quien además nos pasó $10.000- a cada uno, dado que no teníamos moneda chilena, sin que nunca haya existido ninguna discrepancia con nuestros invitantes”.
El texto también sostiene que “si bien existen algunas personas que han regresado a Paraguay, lo anterior ha obedecido tanto a razones personales y familiares de algunas de ellas, como también, en otros casos, de la constatación que se trata de personas de mal vivir que incluso se han visto envueltos en actos criminales”.
