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Bulnes anuncia que la ex Penitenciaría no recibirá más internos y emprende plan contra el hacinamiento carcelario

«Además del plan de construcción de más y mejores cárceles y de la tramitación de los proyectos de ley sobre uso racional de éstas, estamos también adoptando medidas prácticas de gestión para enfrentar este serio problema», declaró el secretario de Estado, detallando que el objetivo es rebajar los reclusos del recinto de 7.300 a 6.000 en cuatro meses.


El ministro de Justicia, Felipe Bulnes, anunció que a partir de esta fecha no se ingresará ningún nuevo condenado a la ex Penitenciaría de Santiago, explicando que la orden se enmarca dentro de las medidas adoptadas para enfrentar el hacinamiento en las cárceles.

La autoridad informó además, junto con esta decisión de aplicación inmediata, que de aquí al 30 de septiembre se reducirá la población de esa cárcel desde los 7. 300 condenados que tiene actualmente a un máximo de seis mil. Ello, sin perjuicio de reducciones adicionales de ocupación que se fijen en el futuro.

«La gravedad de la realidad carcelaria nos exige actuar con determinación y mediante acciones concretas», dijo al respecto el ministro Bulnes.

«Además del plan de construcción de más y mejores cárceles y de la tramitación de los proyectos de ley sobre uso racional de éstas, estamos también adoptando medidas prácticas de gestión para enfrentar este serio problema», declaró el secretario de Estado.

Para efectos de implementar este plan de reducción de la población penal de la ex Penitenciaría, el ministro de Justicia precisó que se ha trabajado en conjunto con la dirección de Gendarmería y la asesoría de la consultora norteamericana Altegrity Risk, cuyos expertos han analizado durante los últimos meses las distintos penales del país, sus capacidades disponibles, los niveles de población de cada uno de ellos y las posibilidades de redistribución de los condenados.

Asimismo, el titular de Justicia manifestó que ya son más de 14 los penales donde se han eliminado cilindros  de gas y elementos combustibles, incluyendo la cárcel de San Miguel, Puente Alto y Colina I, poniendo fin a una práctica que por años se había buscado erradicar sin resultados. El plan pretende eliminar estos elemento de todos los penales de aquí a fin de año.

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