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Duro golpe a la legitimidad del sistema universitario tras formalización de altos directivos Formalización de ex rectores de la UPV y U. del Mar, y de presidente de la CNA

Duro golpe a la legitimidad del sistema universitario tras formalización de altos directivos

Si el 2011 fue el turno del sistema financiero con el Caso La Polar, este año le toca a la educación superior ser cuestionada a través de la Justicia, la que ha ido tomando cada vez mayor protagonismo a la hora de evaluar la legitimidad de la forma de operar de sectores claves en el país.


La inédita detención y formalización el pasado fin de semana del ex presidente de la Comisión Nacional de Acreditación (CNA), Eugenio Díaz, y los ex rectores de la Universidad del Mar, Héctor Zuñiga y de la Universidad Pedro De Valdivia, Ángel Maulén, quien también es dueño de la casa de estudios, se traduce como un duro golpe para la legitimidad de la educación universitaria ya que apunta al corazón mismo de los pilares del sistema, transformándose en un remezón equiparable incluso al escándalo que dejó en entredicho al sistema financiero al estallar el caso La Polar en junio de 2011.

En medio de las fuertes críticas contra el lucro y la mala calidad de la educación superior que han ido tomando fuerza en gran parte gracias al movimiento estudiantil, la formalización de los tres ex directivos por delitos reiterados de cohecho, soborno y lavado de activos, en el marco de la investigación que lleva el Ministerio Público por el lucro en las universidades y actos de corrupción al interior de la CNA, cae como una bomba para la credibilidad del sistema. Manchando especialmente la credibilidad de la acreditación de la educación superior.

Esto, en opinión del sociólogo Alberto Mayol, afecta “la base del sistema de gestión de calidad que estableció el modelo educativo chileno. Ataca el corazón del sistema, que tiene como base los organismos de acreditación que garantizaban la calidad”.

Por ello, asegura que el caso “No es una anécdota. Es algo que quizás parece menos potente que las movilizaciones estudiantiles o menos importante que temas relativos a grandes gastos como el Crédito con Aval del Estado (CAE), pero es un pilar del sistema educativo nacional, es la clave para mejorar la calidad a nivel universitario. Pero se quebró un pilar fundamental y es muy evidente la pérdida de legitimidad de este modelo educativo”.

El autor del libro “No al Lucro”, opina que “hace rato vienen ocurriendo señales provenientes fundamentalmente de procesos judiciales en los que se intenta dar una señal de reinstitucionalización, pero basada en la crítica a instituciones existentes fundamentalmente a nivel gubernamental. La CNA estuvo impugnada muchas veces por casos emblemáticos, como la acreditación de la Universidad de Las Américas”.

[cita]En tanto, según un analista de políticas públicas sobre el tema, el efecto de esta investigación “es Alí Babá y los 40 ladrones. Y si la CNA es una cueva de ladrones el sistema está podrido completo”. En este escenario, agrega, “muchas universidades tienen acreditación sin mérito para tenerla. A la larga si tienes buenos contactos puedes acreditar universidades con pocos recursos, engañando a los alumnos y al sistema. No hay que olvidar que esto permite acceder a becas y al CAE”.[/cita]

Agregando que “la creación de un sistema de acreditación se basa en una lógica de prestigio, entonces cuando se transforma en formalismo pierde su valor. Hoy el sistema de acreditación está debilitado y se asumía que era por un problema de procedimiento. Pero se ha producido una red, una trenza que da la señal de que el sistema estaba tomado por ciertos actores y hay un error institucional: que había entes privados que operaban como especialistas y entes acreditadores que transitan entre las universidades y acreditaciones y que pueden fácilmente prestar servicios garantizando la acreditación”.

En tanto, según un analista de políticas públicas sobre el tema, el efecto de esta investigación “es Alí Babá y los 40 ladrones. Y si la CNA es una cueva de ladrones el sistema está podrido completo”. En este escenario, agrega, “muchas universidades tienen acreditación sin mérito para tenerla. A la larga si tienes buenos contactos puedes acreditar universidades con pocos recursos, engañando a los alumnos y al sistema. No hay que olvidar que esto permite acceder a becas y al CAE”.

De hecho, los datos entregados por el Ministerio Público en el Octavo Juzgado de Garantía de Santiago apuntan a que los recursos fiscales percibidos por las casas de estudio cuestionadas gracias justamente a haber obtenido la acreditación no eran menores. En el caso de la Universidad del Mar en 2011 recibió $ 2.753 millones por concepto del CAE, mientras que este año y luego de estallado el escándalo accedió a $ 4.036 millones. Mientras que la Universidad Pedro de Valdivia recibió en el mismo período un total de $ 7.936 millones.

La misma fuente asegura que la señal de este proceso es que “el sistema de acreditación es un fraude. Los estudiantes no saben si realmente son serias las universidades o no, e implica que en este caso los estudiantes de menos recursos están siendo engañados. La CNA no es capaz de garantizarlo. Y podría haber muchos casos como la Universidad del mar donde los estudiantes quedaron botados. En suma es el completo fracaso del sistema de acreditación”.

En su opinión el caso recuerda a La Polar, “porque el efecto es la institucionalización de un engaño y el sistema lo avala. En La Polar hay gente que engañó a la ciudadanía porque los encargados de fiscalizar miraron para el techo. Hoy la Universidad del Mar y la Universidad Pedro de Valdivia engañaron a los estudiantes sobre su real nivel de la calidad. Y como tenían capturado al organismo que la certifica la gente simplemente cayó”.

Víctimas de carne y hueso

Para el abogado Mauricio Daza, querellante por delito de estafa en representación de los alumnos de la Universidad del Mar, “hasta el momento ni el Ministerio Público ni el Ministerio de Educación han reconocido la calidad de víctima de los estudiantes por esta estafa. El sábado de manera inexplicable no se formalizó a los controladores de la Universidad del Mar por estafa reiterada y estafa al fisco por dineros obtenidos a través del Estado y los estudiantes mediante esta máquina ilícita de hacer dinero. Por eso esperamos que la Fiscalía formalice por estos cargos por los que existen antecedentes concretos y contundentes. Y que el Ministerio Público de protección a las víctimas y el Mineduc cumpla con su obligación legal de darles una solución académica, cosa que no ha ocurrido”.

Daza explica que las pruebas contundentes a las que hace mención apuntan al conjunto de sociedades satélites que pertenecen a los controladores de la Universidad del Mar, “que realizaban contratos ficticios por arrendamientos, asesorías y otros actos inexistentes con los que se pretende justificar el pago de dineros que se obtenían vía CAE y aranceles universitarios. De esta forma se hacía que estas platas fueran recibidas ilícitamente mediante engaños y fueran lavadas para permitir que llegaran a los bolsillos de los controladores”, lo que fue realizado por un largo período de tiempo.

Por eso, recalca el abogado, “la víctima no es solo la fe pública, como lo expresó la Fiscalía. Las víctimas son personas de carne y hueso con quienes se abusó a partir de venderles un proyecto educativo inexistente con la finalidad de sacarles mayor cantidad de dinero y distribuirlo como utilidades entre los socios”.

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