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Las triangulaciones de Saieh para inyectar fondos a SMU

Utiliza fondos de inversión privados (FIP) y sus aseguradoras para ‘bypasear’ restricciones a inversiones entre empresas relacionadas. Ahora busca otros US$ 500 millones y el mercado lo cuestiona. [Actualizado con documentos]


El primero es el prospecto preparado por Celfin y CorpBanca (nótese en la portada del documento los logos de ambas empresas) a inversionistas invitados a participar de Synergia. El documento confirma que en ese momento (febrero de 2010) CorpBanca ya tenía comprometido el crédito y que los US$ 115 millones del crédito que aportaría iban directo a comprar acciones de SMU.

El segundo documento (Contrato Synergia-CorpBanca) detalla las condiciones del crédito y el destino del financiamiento (pag 2 del documento).

El tercer documento (Contrato BancoEstado-RCC para FIP Gamma) confirma que el crédito fue otorgado a RCC, sociedad ligada a Saieh, a diferencia de lo que señaló CorpGroup a este medio. Página dos, ANTECEDENTE: Uno)

*Documentos al final del artículo.

 

En 1982 Chile quebró. Fue la peor crisis económica del país desde la Gran Depresión. El PIB se redujo 14,3 % y el desempleo aumentó al 23,7 %. El gobierno tuvo que intervenir los bancos a un costo que se ha estimado en un 35 % del PIB.

Uno de los factores que determinó que la crisis se profundizara fueron los créditos bancarios a empresas relacionadas, los que eran posibles gracias a vacíos en la regulación. Para evitar que esto se repitiera, la norma bancaria chilena, que se implementó como consecuencia de dicha crisis, prohibe que un banco pueda conceder créditos a entidades relacionadas que representen más del 5 % de su patrimonio efectivo.

La evidencia actual apunta a que Álvaro Saieh ha hecho triangulaciones para poder inyectar fondos a SMU, su holding supermercadista, que tantos dolores de cabeza le ha traído, evitando esas restricciones. Las operaciones son legales, pero fuentes consultadas por El Mostrador Mercados estiman que son poco transparentes y que en ciertos casos transgreden el espíritu del artículo 84 de la Ley de Bancos.

Álvaro Saieh Bendeck es uno de los empresarios más exitosos de Chile. Según el último informe de la Universidad del Desarrollo, Saieh (dueño de CorpBanca, SMU, CorpVida, accionista de VTR y dueño de Copesa, uno de los dos principales grupos de medios) estaba entre los tres empresarios más grandes del país, disputando palmo a palmo con la familia Solari (controladora de Falabella) y Horst Paulmann (el líder de Cencosud).

[cita] Fuentes que conocen en profundidad las operaciones triangulares que ha hecho Saieh con los FIP y SMU explican que en los fondos que organizó después de Sinergia, a varios de los aportantes se les ofrecía un préstamo a través del Banco Santander para que pudieran financiarlo. Santander es el banco donde el actual gerente general de Corpbanca, Fernando Massú, trabajó como Director de la Banca Mayorista. *Ver N.D.R. al final del artículo [/cita]

Sus decisiones de inversión le han generado la imagen de hombre osado que desafía toda duda. En 2009 dejó a varios grupos locales y extranjeros en el camino para quedarse con las rentas vitalicias de ING, luego entre 2009 y 2010 hizo una pasada muy rentable entrando y saliendo en un año y medio de Ripley, con lo cual ganó casi US$ 300 millones, y el año pasado se lanzó con todo a la caza del mercado bancario colombiano al pagar casi US$ 2.500 millones por la filial de Santander en ese país y del Helm Bank.

Pero el negocio en el cual se ha titulado de sangre caliente y cabeza fría es SMU, el holding de retail que, a través de una seguidilla de adquisiciones, fusiones y otras operaciones, convirtió en el tercero más grande de Chile. La fusión con Supermercados del Sur (SDS) lo hizo socio con Southern Cross, el fondo que maneja Raúl Sotomayor y Norberto Morita, los ex dueños de La Polar.

SMU ha sido un barril sin fondo para el Grupo Saieh y para inyectarle parte importante de los recursos, ha usado su banco y fondos de inversiones privados que él controla directa o indirectamente. También ha encontrado el apoyo de la banca, incluyendo el BancoEstado, y otros bancos de inversión.

Lo más destacado es la creación en cadena de diversos Fondos de Inversión Privados (FIP) que le han permitido financiar parte relevante del agresivo crecimiento inorgánico (a través de compras) de la compañía, sin tener que aportar demasiados recursos propios. La fórmula, que cumple con la Ley General de Bancos, se sitúa en el borde de la normativa actual y revela ciertos vacíos regulatorios.

DETALLES DE CÓMO OPERA

Saieh también ha recurrido a las compañías de seguros que controla, CorpVida y CorpSeguros, las que han aportado al crecimiento de la supermercadista SMU, comprando cuotas de otros FIP que controla el empresario.

Algunas de estas operaciones fueron cuestionadas por la Superintendencia de Valores y Seguros (SVS), la que en un oficio del 29 de septiembre de 2011 dijo que las inversiones de Corpvida en los Fondos de Inversión Privado Alpha y Alpha II debían ser consideradas como una operación entre partes relacionadas, pues ambos fondos participan en SMU. La SVS advirtió que esas inversiones no pueden considerarse como parte de las reservas técnicas (los dineros destinados a pagar pensiones).

Ante consultas de este medio, Corpgroup insiste que todas las inversiones de las aseguradoras cumplen con la ley y que las decisiones de invertir son «absolutamente autónomas e independientes de los intereses del controlador». Y agrega que en el Comité Estratégico participaron, «entre otros, personalidades tan destacadas como Carlos Massad, Guillermo Le Fort y Alejandro Ferreiro».

Según Corpgroup, esta inversión representa menos de un 2 % de los activos totales de ambas compañías, y cumple con todas las restricciones que la ley exige para este tipo de inversiones.

Los oficios de la SVS de septiembre de 2011 determinaron que Corpseguros y Corpvida habían adquirido el 71 % de las cuotas de los FIP Alpha y Alpha II.

Según lo informado por SMU en sus estados financieros, desde comienzos de 2010 a la fecha SMU suma casi US$ 1.200 millones en aumentos de capital, incluyendo la fusión con Supermercados del Sur de fines de 2011, que sumó cerca de US$ 400 millones. El resto lo han aportado Saieh y los socios minoritarios.

Las inyecciones de fondos no se han traducido en grandes resultados operativos. Entre 2010 y el primer trimestre de 2013 SMU acumula pérdidas aproximadas por $ 148.000 millones.

SMU carga a la fecha con más de US$ 2.400 millones de deuda, entre créditos con bancos locales, bonos con inversionistas institucionales y contratos de leasing no financiero correspondientes a arriendos.

De acuerdo a Corpgroup, la inversión del Grupo en SMU en los últimos tres años (sin considerar a las compañías de seguro), asciende a cerca de U$ 370 millones, con un 60 % de financiamiento. Corpgroup dice que la inversión de Saieh en SMU supera largamente el endeudamiento.

Más allá de SMU, no se conoce específicamente el nivel de endeudamiento del Grupo Saieh. Ello, pues no existe en Chile una normativa que permita supervisar a los grupos financieros desde sus matrices originales, legislación que está pendiente de iniciativa por parte del Ejecutivo. Pero Feller Rate, la agencia clasificadora de riesgo, en su informe, explicando por qué rebajó la nota a los bonos de SMU el viernes pasado, cuestionó la habilidad del controlador de hacer nuevos aportes de capital a SMU, ya que tiene baja disponibilidad «ante las necesidades de financiamiento que el grupo debe satisfacer en otras áreas de negocio».

El análisis de Feller no es compartido por los actores del mercado que conocen el patrimonio de Saieh y como están organizadas sus operaciones.

Uno de los minoritarios en SMU afirma que «Álvaro tiene más que suficiente para manejar la actual crisis. El banco le da un enorme colchón y los constantes rumores de que está sobreapalancado son una exageración».

Por ahora, las dudas del mercado —al menos respecto de SMU— se sienten. Los bonos de SMU, clasificados con BB+ por Feller y Humphreys han sufrido un fuerte castigo. Los US$ 300 millones en bonos emitidos en el exterior también se desplomaron la semana pasada y se transaban a alrededor de 70 centavos de su valor par. La tasa se disparó y el viernes estaba por sobre 12 %.

Nadie piensa por el momento que SMU pudiere quebrar, pero varias fuentes destacaron a este medio el riesgo que implica su situación para el Grupo Saieh y el mercado en general, desde el punto de vista de la transparencia y la fe pública. Un ex regulador explica que “mal que mal el grupo maneja casi US$ 32.000 millones en activos”, incluyendo depósitos a plazo y reservas técnicas para el pago de rentas vitalicias.

Junto con ello, están expuestos los créditos otorgados por los principales bancos de la plaza, siendo Bci uno de los más expuestos, al menos, en préstamos bancarios. De los bonos se sabe poco, pero fuentes del mercado sostienen que las compañías de seguros se llevaron la mayoría de las emisiones. Hace unas semanas la Comisión de Riesgo rechazó clasificarlos, por lo que las AFP y ciertos fondos mutuos no pueden invertir en ellos.

FONDO «SYNERGIA»

A comienzos de 2010 se hizo evidente que SMU necesitaba capital para seguir su expansión. Y las cabezas del grupo encontraron un camino alternativo para financiarla.

En marzo de 2010, asesorado por la corredora de Jorge Errázuriz y Juan Andrés Camus (hoy controlada por BTG Pactual), Celfin Capital, creó el fondo de inversión privado Synergia que aportó US$ 150 millones a SMU, en una de las primeras grandes operaciones de capitalización del retailer. El FIP se abrió con US$ 165 millones de capital y US$ 115 millones de ellos los aportó CorpBanca a través de un crédito. Otros US$ 50 millones los aportaron inversionistas privados.

Aunque la ley limita a un 5% del capital efectivo de un banco los créditos que puede otorgar a una entidad relacionada (SMU lo es en el caso de CorpBanca), la estrategia de Saieh de dar el crédito a un FIP, con un RUT no relacionado al banco, le permitió inyectar indirectamente fondos a su holding de retail sin que fuese considerado como una operación entre relacionados.

El FIP fue presentado a inversionistas en febrero de 2010 y fue creado en marzo. En una presentación de febrero de 2010 Celfin informa a los potenciales inversionistas que CorpBanca financiará un crédito para que inviertan en SMU.

Los tiempos son acotados. El 8 de marzo Synergia firma la línea de crédito que le abre CorpBanca por hasta $ 64.600 millones. Al día siguiente en junta extraordinaria de SMU se aprueba el aumento de capital por $ 83.771 millones. Gran parte de esa cifra vendrá del FIP.

Se dejan US$ 15 millones en Synergia para pagar los intereses del crédito. CorpBanca le cobra al FIP un 6,25 % nominal al año en los primeros 22 meses y luego se acuerda una tasa de mercado (TAB nominal) más un margen aplicable ascendente de 1,5 % anual hasta que termine el mes 31, que es el plazo fatal para devolver la inversión a los que apostaron por el negocio ofrecido por Saieh.

A los inversionistas se les ofrece una ganancia atractiva: 8,5 % anual por el período de vida del Fondo que va de 23 a 29 meses; y ofrece un 2 % de interés respecto del capital aportado si no se cumple el compromiso de abrir en bolsa la compañía en 48 meses (marzo de 2014).

Además, indica el prospecto que presentó Celfin a los inversionistas, los accionistas de SMU se comprometen a comprar a Synergia y sus inversionistas las acciones que adquirirá producto del aumento de capital al cual concurre en ese momento. Así, explican fuentes conocedoras de estas operaciones, Saieh se asegura, por un lado, de financiar aumentos de capital de la empresa sin que tengan que poner plata propia y, por el otro, no se diluye pues tiene asegurada la recompra de las acciones.

En efecto, la representación del Fondo la tiene Celfin y el crédito es contra el Fondo, cuyos socios son los inversionistas privados, del cual un 60 % fue conseguido por la corredora de Errázuriz y Camus y el otro 40 % gestionado por Asesorías Financieras de CorpBanca, labor desarrollada por Roberto Barahona, alto ejecutivo de CorpBanca. Con todo, Corpgroup declara que él no estuvo involucrado personalmente en la operación y que «los pocos clientes que pueden haber llegado por CorpBanca lo hicieron a través del área de Wealth Management«.

El documento de la presentación no es público y los aportantes al fondo lo resguardan con recelo.

Sin embargo, el vínculo con CorpBanca —y por ende, con Saieh— parece evidente y el objetivo del crédito también: inyectar fondos a SMU, empresa controlada por Saieh. Los gráficos de la presentación así lo comprueban.

El 9 de marzo de 2010, un día después que el banco abriera la línea de crédito a Synergia, se realizó la junta extraordinaria de accionistas de SMU. A ella asistieron en representación de S y R (sociedad ligada a Rendic), Pilar Dañobeitía (hoy presidenta de SMU) y Alvaro Barriga (profesional que representa a Saieh), ambos directores de CorpVida, los que aprobaron un aumento de capital de $ 83.771 millones.

En el acta de la junta dejan establecido expresamente que “todos los accionistas renuncian a su derecho de opción preferente para suscribir acciones de pago que se emitan para que tal derecho sea cedido al FIP Synergia”. Al mismo tiempo, el contrato entre CorpBanca y Synergia deja claro el uso de los recursos: “El objeto exclusivo de los créditos que se otorguen a la prestataria con cargo a la línea será destinarlos a la adquisición de acciones de SMU S.A.”.

Sin embargo, según la ley y según la SBIF, no es un crédito relacionado. La letra manda, aunque el espíritu sea otro.

Según fuentes que conocieron de cerca la operación, Celfin tenía dudas de su legalidad y, por ello, pidieron a CorpBanca que confirmara con la autoridad si se ajustaba a las disposiciones legales. Las fuentes aseguran que Christian Canales, fiscal de CorpBanca, consultó directamente a la fiscalía de la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras (SBIF) si cumplía la ley y la entidad fiscalizadora lo validó. Desde la Superintendencia se negaron a confirmar o negar esta información debido a la confidencialidad de su labor.

Corpgroup niega esta versión y explica que este tipo de operaciones no están sujetas a aprobación por parte de la Superintendencia y menos de su titular, «en consecuencia, es falso que al Superintendente de la época le haya cabido alguna participación directa o indirecta en esta operación, porque Corpbanca no debe solicitar autorización alguna para otorgar un crédito».

El Mostrador Mercados volvió a consultar a sus fuentes y ellas insisten en que Celfín sí tenía dudas sobre la operación e insistió que CorpBanca garantizaran la legalidad de la misma a través de la SBIF. Destacan que puede haber sido algo informal entre el banco y el regulador, pero sí existió contacto.

El rol de la SBIF en este caso no es trivial. El jefe de la entidad supervisora hasta el 11 de marzo de 2010 —es decir, pocos días después que se aprobó el crédito de CorpBanca a Synergia— era Gustavo Arriagada.

La ley exige que los reguladores pasen, al menos, seis meses sin ser contratados por una empresa privada que haya sido su regulada. Arriagada lo cumplió. El 28 de septiembre de 2010, seis meses y 17 días después de abandonar la SBIF, ingresó al directorio de CorpBanca, como director independiente, aunque designado por el directorio, que controla Saieh.

Luego sería ratificado el 24 de febrero de 2011 con los votos del controlador y el rechazo de tres AFP debido a que Arriagada no estaba inscrito en el listado oficial de directores de la Superintendencia de Pensiones. De hecho, el ex superintendente se integró al listado recién el 14 de enero de este año 2013. Arriagada, hoy es presidente del comité de auditoría del banco. (Synergia tuvo que ser renovado el año pasado debido a los malos resultados de SMU)

Corpgroup niega esta interpretación. En respuesta a este medio, la compañía explica que la operación «fue consultada con diversos y prestigiosos abogados, dentro de los cuales estuvo el ex director jurídico de la SBIF don Luis Morand».

Un hecho que revela que existían dudas es que solicitaron un informe en derecho. De acuerdo a Corpgroup, en el informe, que se asegura fue «debidamente protocolizado», Morand concluyó que al no estar la administradora Celfin ni sus aportantes relacionada con el Banco, el crédito de Corpgroup no era entre relacionados. Y agregan que «en las periódicas fiscalizaciones que efectúa la SVS jamás ha sido cuestionada esta calificación. En consecuencia, la operación se ajusta a la letra y al espíritu de la norma».

Corpgroup también insiste que los clientes del FIP Synergia que llegaron a través de Corpbanca no tenían relación alguna con el controlador. Con respecto al rol de Arriagada, Corpgroup dice que el ex titular de la SBIF cumplió con la letra y el espíritu de la disposición legal.

CAPÍTULO DOS

El segundo financiamiento relevante para SMU vino en octubre de 2010, con una misma estructura financiera y legal similar a la de Synergia pero con un financista distinto. El 6 de octubre de 2010 se reúne la sociedad Inmobiliaria e Inversiones RCC, ligada a Saieh, que lidera el hijo del empresario, Jorge Andrés Saieh Guzmán y en cuyo directorio participan nombres conocidos: Pilar Dañobeitía y Álvaro Barriga Oliva. La sociedad crea el FIP Gamma, con un capital de UF 5 millones (unos US$ 220 millones) y con una duración estimada de tres años. Se acuerda que las cuotas del fondo no son de oferta pública y se colocarán en 60 días como máximo.

El 8 de octubre, dos días después, se realiza una junta extraordinaria de accionistas de SMU. Asiste Dañobeitía por S y R, la sociedad a través de la cual Saieh y Rendic participan en SMU, Enrique Bravo (el otro socio de Saieh y Rendic en la empresa) y por el FIP Synergia, los representantes de Celfin, Andrés Galecio y Leoncio Toro. Se acuerda un aumento de capital de $ 99.547 millones. De ellos $ 14.547 millones se aportan con cargo a las utilidades del ejercicio menos las pérdidas acumuladas al 31 de diciembre de 2009.

De esta forma, el aumento en concreto es de $ 85.000 millones (unos US$ 170 millones). De este Saieh consigue un crédito de US$ 101 millones destinado a financiar el FIP Gamma con el banco de todos los chilenos, BancoEstado, el cual representa casi un 60 % del aumento de capital. El crédito lo consigue a través de RCC.

Nuevamente, el financiamiento del fondo, que luego se transformará en accionista de SMU a través de un aumento de capital (y siempre con el acuerdo de recompra a favor de los accionistas de SMU), no viene principalmente de Saieh ni de sus socios Juan Rendic Lazo o Enrique Bravo Rocco. Esta vez gran parte del dinero viene del propio Estado chileno.

En ese momento, ya estaba instalado —desde el 25 de mayo de 2010— en el edificio matriz del banco estatal de Alameda esquina Morandé, Segismundo Schulin-Zeuthen.

BancoEstado firma con RCC un “financiamiento de mediano plazo”, según consta en la escritura de fecha 29 de octubre de 2010, un crédito “para el Fondo de Inversión Privado Gamma, para la adquisición de acciones de SMU”, por un monto de US$ 101,12 millones.

Segismundo había sido nombrado por el Presidente Piñera, mediante decreto del Ministerio de Hacienda, el 25 de mayo de ese año 2010 como presidente de BancoEstado. Hombre histórico de la banca, fue presidente del Banco de Chile hasta 2007 y desde 2009 y hasta que entró al banco estatal, integraba distintos directorios, entre ellos, justamente el de CorpBanca. De hecho, la llegada de Arriagada a este banco se produce por la renuncia de Schulin-Zeuthen para asumir en BancoEstado.

Anecdótico es señalar que, aunque CorpBanca informó a la SBIF el 28 de mayo de la renuncia de Schulin-Zeuthen, el Estado Financiero del banco de Saieh —publicado en la SBIF— informa en su página 66 que Schulin-Zeuthen renunció el 27 de mayo de 2011 y no en 2010, al tiempo que señala que Arriagada fue nombrado el 28 de septiembre de 2011 y no en la misma fecha del 2010.

En el contrato firmado el 29 de octubre de 2010 por BancoEstado con Gamma FIP —a través de RCC— se acuerda una tasa fija anual de 3,9 % para un período de 720 días, según la escritura verificada por este medio. El crédito quedó caucionado con garantías que incluyen prenda sobre acciones de SMU, fianza y codeuda solidaria de Compañía Inmobiliaria y de Inversiones Saga Limitada (de Saieh y propietaria del 7,5 % de CorpBanca) y con cláusula de garantía general sobre un grupo de acciones de CorpBanca, otorgada por Saga.

Corpgroup declara que el crédito nunca fue para Inmobiliaria e Inversiones RCC, sino que fue otorgado al FIP Gamma. Los documentos a que tuvo acceso este medio muestran que efectivamente el destino del crédito era para el FIP, pero el contrato original fue con RCC.

BancoEstado señaló a este medio que no está obligado a informar de los créditos que otorga a sus clientes. No obstante ello, sí clarificó que en la fecha en que BancoEstado firmó el crédito con RCC, Schulin-Zeuthen no estaba en Chile, por ende, no habría sido parte de su aprobación.

“En respuesta a la consulta que nos dirigiera, referida al otorgamiento de un crédito por parte de BancoEstado a Inversiones RCC., le informo que de conformidad con lo dispuesto en el artículo 154 de la Ley General de Bancos, las operaciones de crédito, entre otras, se encuentran sometidas a reserva bancaria, no siendo lícito para una entidad bancaria entregar antecedentes sobre las mismas, sin que se verifiquen las condiciones y circunstancias establecidas en la referida norma. No obstante lo anterior, y en relación la inquietud específica que nos plantea sobre la forma de aprobación del referido crédito, puedo informar a usted que a la sesión donde se aprobó dicha operación no se encontró presente el Sr. Presidente de BancoEstado, ya que estaba fuera del país en labores propias de su cargo”, fue la respuesta de BancoEstado.

No es el único aporte de BancoEstado a SMU. A marzo de 2013 la empresa debía al banco unos $ 45.000 millones (casi un 20 % con vencimiento en los próximos doce meses), un 13 % del total de créditos que debe la cadena de retail a los bancos; la cifra representa un 15% de las deudas de largo plazo (más de un año). De los bonos no se conoce la información de acreedores.

Eso sí, a fines de 2011 el banco que dirige Schulin-Zeuthen mantenía acreencias con la compañía de Saieh por casi $ 80.000 millones, más de un 30 % del total de créditos no corriente (de largo plazo) de SMU en ese momento.

En los últimos años el holding supermercadista de Saieh ha optado por financiarse a través de bonos, con lo cual ha reducido su endeudamiento con la banca, en particular el de largo plazo. Bci concentra el 40 % de los créditos de largo plazo de SMU con la banca; detrás está BancoEstado, el Chile y Santander, que aportan otro 45 % aproximadamente.

TODO SUMA

Desde 2009 Saieh participa activamente en el negocio de rentas vitalicias. En julio de ese año compró a la holandesa ING, agripada de la crisis europea, su negocio de rentas vitalicias en Chile y las insertó en sus asegurados CorpVida y CorpSeguros.

Un negocio clave en esta época en que el sistema de AFP, creado en 1981, comienza a desacumular los fondos ahorrados por años y los pensionados “compran” rentas vitalicias (pensiones) a las aseguradoras, traspasándoles sus ahorros, los cuales son gestionados por compañías de seguro como CorpVida y CorpSeguros. Estas a su vez, invierten dichos recursos para obtener rentabilidad, pagar las pensiones que “vendieron” a los jubilados y obtener una ganancia para la empresa.

EL ROL DE LAS ASEGURADORAS

Hoy, SMU forma parte de las inversiones de las aseguradoras de Saieh. Desde fines de 2010 y durante 2011, Se crearon dos Fondos de Inversión Privado: Kappa y Alpha, este último que luego daría paso a un FIP II y III, destinados a acudir a los aumentos de capital de SMU. En la constitución de dichos fondos, Saieh echó mano a sus aseguradoras. Entre ambas compañías aportaron UF 2,5 millones de UF, unos US$ 110 millones actuales, según consta en sus estados financieros: CorpSeguros (página 30) y CorpVida (página 105).

Los aportes de los FIP Alpha fueron los que la SVS cuestionó y en un oficio ordenó que esas inversiones no pueden considerarse como parte de las reservas técnicas, ya que era una operación entre partes relacionadas.

Según consta en la escritura de una junta extraordinaria de aportantes del FIP Alpha, que preside Jorge Saieh Guzmán de fecha 13 de diciembre de 2012, en la cual se aprobó un aumento de capital, también se modificaron algunos artículos de su reglamento interno. El documento establece que un año después que se abra SMU en bolsa, dichos FIP venderán sus acciones en la compañía y pagarán a sus aportantes (Saieh y las aseguradoras) los recursos otorgados en 2011 Y 2012. Desde ese momento muy probablemente desaparecerán. Ya habrán cumplido su objetivo: aportar al crecimiento de SMU y sin obligar a Saieh a poner esos recursos de su bolsillo.

Además de Synergia, Gamma, Alpha (I, II y III) y Epsilon, que hoy tienen un 22,9% de la propiedad de SMU (según los estados financieros a marzo de 2013), existen otros FIP, como Croacia, Brator y Delta respecto de los cuales aún no se conoce la forma en que se han financiado. Cabe señalar que Kappa, aunque aparece como inversión de CorpVida, no está considerado como accionista de SMU.

Corpgroup dice que Croacia y Brator no han recibido jamás financiamiento directo ni indirecto de CorpBanca. Sin embargo, Kappa ha sido parte de las operaciones de sociedades que participan en SMU destinadas a concurrir a aumentos de capital. Así por ejemplo, el 13 de diciembre de 2012 (pocos días antes de que se hicieran dos aumentos de capital en SMU por un total de casi $ 50.000 millones, se realizó una junta de accionistas de NS SPA, que tiene el 10,4 % de SMU, donde se acordó un aumento de capital de más de $ 83.000 millones. La sociedad acordó que las nuevas acciones a emitir en NS SPA se ofrecerían a los accionistas de Vehículo Norte SPA, entre ellos, Kappa I y II, Croacia FIP y Brator 2 FIP. La junta la dirigieron Pilar Doñabeitía (presidenta de SMU y representante de Saieh) y Gonzalo Dulanto (representante de Southern Cross).

Fuentes que conocen en profundidad las operaciones triangulares que ha hecho Saieh con los FIP y SMU explican que en los fondos que organizó después de Sinergia, a varios de los aportantes se les ofrecía un préstamo a través del Banco Santander para que pudieran financiarlo. Santander es el banco donde el actual gerente general de Corpbanca, Fernando Massú, trabajó como Director de la Banca Mayorista.

Consultados respecto la forma en que SMU ha financiado parte de su crecimiento, la participación de CorpBanca y los riesgos que puede haber para los distintos agentes del mercado, tanto el Banco Central como en la Superintendencia de Valores, declinaron hacer comentarios específicos.

El BC indicó que los análisis que realiza respecto de la estabilidad financiera del sistema bancario en cumplimiento de la ley se publican en los IEF (Informes de Estabilidad Financiera) y que no corresponde “que el Banco difunda o emita opiniones sobre análisis particulares que puedan servir de base a estos informes. Por consiguiente, no corresponde que el Banco Central de Chile se pronuncie sobre las consultas que se formulan”.

A su vez, la SVS explicó que “se encuentra constantemente analizando aquellos grupos económicos que se encuentren bajo su ámbito de supervisión, compartiendo información, en el caso de ser necesario, con otras Superintendencias en el marco del Comité de Superintendentes”. En cuanto a la fiscalización de los Fondos de Inversión Privados (FIP), advirtió que “éstos se encuentran fuera del ámbito regulatorio y de fiscalización de esta Superintendencia, sin perjuicio de la información que pueda recabar de éstos a través de los regulados que interactúan con ellos”.

SMU pasa un difícil momento. Ahora anunció un nuevo aporte de US$ 500 millones, los cuales no vendrán de accionistas minoritarios y donde Saieh se comprometió a aportar su parte y un 25 % adicional si es necesario. Pero no se descarta que, dado el entramado de su financiamiento y el impacto que el anuncio ha causado, pudieran gatillar acciones adicionales de fiscalización, si es que ya no se han hecho, dado que existe hermetismo respecto de la información divulgada en este artículo.

Caso aparte es el rol que han jugado las clasificadoras de riesgo, severamente cuestionadas en el caso La Polar y que con SMU han tenido cambios de clasificación, según distintos agentes de mercado, extemporáneos. Como la última rebaja que se hizo luego que SMU renegociara las condiciones de su deuda, lo que permitió que la rebaja de la nota posterior a la renegociación no generara incumplimientos de la compañía.

Al analizar las diferentes operaciones y fórmulas que el Grupo Saieh usa para inyectar fondos a su holding de retail y financiar su expansión, resulta claro que a pesar de las mejoras en la legislación en los últimos años, aún existen vacíos que de no ser adecuadamente vigilados se pueden convertir en puntos de vulnerabilidad para el sistema.

La pregunta del millón es qué pasaría con SMU si la economía se enfría más de lo que actualmente se proyecta y el consumo finalmente cae o se desploma. Las implicancias para el mercado no serían menores.

*Por un error de redacción, la frase final del destacado de la nota no transcribió de manera correcta el texto de la misma, e indicó que Fernando Massú había trabajado en Santander al mismo tiempo que era director de CorpBanca, lo que es un error ya corregido en este destacado. Tal como se describe en el cuerpo de la nota el señor Massú dejó el Banco Santander en febrero de 2008 y en abril de ese año entró al directorio de CorpBanca, donde en febrero de 2012 pasó a ser gerente general.

Documento 1 by Diario ElMostrador.cl

Documento 2 by Diario ElMostrador.cl

Documento 3 by Diario ElMostrador.cl

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