Reconoció que el caso ha sido «doloroso como madre y Presidenta»
«Conozco bien mi responsabilidad como Presidenta de la República y como tal hay una gran prioridad que yo me fijé en este Gobierno (…) para que tengamos una nación más justa y más equitativa. Llevar adelante esta tarea implica muchas veces tener que tomar decisiones que pueden ser dolorosas, y es mi deber enfrentar cualquier hecho que pudiera obstaculizar o comprometer esos objetivos de igualdad y de justicia que nos hemos planteado», dijo la jefa de Estado.
Menos de dos horas después de reasumir sus funciones este lunes, la Presidenta Michelle Bachelet salió a enfrentar la polémica por el millonario préstamo que, a fines de 2013, recibió su nuera tras una reunión con el vicepresidente del Banco de Chile, Andrónico Luksic, y en la que participó también su hijo, Sebastián Dávalos, quien se vio forzado el pasado 13 de febrero a dejar su cargo en la Dirección Sociocultural de la Presidencia.
Con voz temblorosa y en un intento por cerrar por parte del Gobierno el cuestionado negocio de compras de terreno en Machalí por parte de la empresa Caval, la jefa de Estado aseguró que se enteró del asunto mientras se encontraba de vacaciones en su casa ubicada a orillas del Lago Caburgua.
«Yo no tuve ninguna información ni previa ni después. Me informé en Caburgua y por la prensa», dijo en una breve respuesta a una de las tres preguntas de la prensa que, por sorteo, le hicieron tres periodistas en el Salón Toesca del Palacio de La Moneda.
Consultada sobre si fue un error el nombramiento de Dávalos, afirmó que «hoy día sólo me cabe decir que su gestión al mando de las fundaciones ha sido reconocida. Hay una buena evaluación de su gestión como director Sociocultural, ha habido avances en las fundaciones y hoy día mi hijo ya no es el director Sociocultural».
Asimismo, consultada sobre si el episodio afecta al «discurso» de su Gobierno contra la desigualdad, respondió molesta que en su administración «no hay un discurso de igualdad, es una práctica», que se refleja –afirmó– en las reformas que ha sacado adelante el Ejecutivo en materia educacional, así como tributaria, entre otras.
Poco antes, Michelle Bachelet reconoció que para ella todo este asunto ha sido doloroso «como madre y Presidenta», frente al cual sólo cabe avanzar en mejorar el marco regulatorio entre política y negocios. Y también puso énfasis en que trabajar por un país «más justo» es parte de su vocación y que va a «honrar» el compomiso con los ciudadanos que la eligieron Presidenta.
«Conozco bien mi responsabilidad como Presidenta de la República y como tal hay una gran prioridad que yo me fijé en este Gobierno, en el anterior y en toda mi vida, cual es seguir trabajando para que tengamos una nación más justa y más equitativa. Llevar adelante esta tarea implica muchas veces tener que tomar decisiones que pueden ser dolorosas, y para lograr que nuestro país sea ese mejor país para todos, es mi deber enfrentar cualquier hecho que pudiera obstaculizar o comprometer esos objetivos de igualdad y de justicia que nos hemos planteado. Hace pocos días, por ello, mi hijo Sebastián Dávalos renunció a la Dirección Sociocultural de la Presidencia», dijo.
«Yo quisiera ser muy clara, como Presidenta mi compromiso, primero que nada, es con el anhelo de las grandes mayorías de vivir en un país donde no existan privilegios, en que las oportunidades estén disponibles para todos y todas por igual y que la ley la respetemos todos. Hacer de Chile ese país más equitativo, ese país más justo y más transparente es una tarea que involucra al Gobierno, pero que no sólo involucra al Gobierno, nos debe involucrar también a todos», agregó, recalcando que «en ello se juega la calidad de nuestra vida en común y es por eso que el compromiso que hemos tenido de antes y que continuaremos, es continuar avanzando en crear un marco institucional que sea capaz de regular de manera eficaz las relaciones público y privadas y también entre política y negocios».
Finalmente, sostuvo que «hoy día tenemos importantes desafíos en este ámbito y tan importante como eso es concordar un sentido ético que, más allá de las definiciones legales, oriente nuestras decisiones, y mi compromiso con ustedes y con ese Chile más justo, más igualitario, ha sido por lo demás la vocación de toda mi vida, mi vocación pública. Es lo que me ha guiado en el servicio público, es lo que me hizo volver como candidata a la Presidencia de la República, que es lo que voy a seguir haciendo como Presidenta de la República, porque la confianza que los chilenos me dieron al elegirme yo la voy a honrar».
