La reunion duró tres horas
En un encuentro que marcó el regreso de una tradición anterior a que la clase empresarial se viera manchada por escándalos, el Gobierno y el sector privado dejaron atrás, al menos entre cuatro paredes, el clima de confrontación generado por las reformas. El titular de Hacienda junto con el de Interior estuvieron entre quienes se sentaron junto a la Mandataria.
Poco antes del mediodía salieron de la sede del Centro de Estudios Públicos (CEP) en calle Monseñor Sótero Sanz, en Providencia, los ministros secretario general de Gobierno, Marcelo Díaz, y de Hacienda, Rodrigo Valdés. Rápidamente los micrófonos de la prensa apostada en el lugar apuntaron hacia Valdés, pero el ministro le dio el paso a Díaz, quien se refirió en términos muy generales al encuentro. «Tuvimos una muy franca conversación. Cuando uno dialoga, uno tiene que estar dispuesto también a entender al otro, a veces ceder, y a veces estar muy claro en que hay cosas que pensamos distinto algunas personas, y es bueno explicitar aquello», dijo.
Inmediatamente después, el lugar frente a los micrófonos lo tomó el ministro Valdés, quien entregó impresiones algo más detalladas sobre las inquietudes del mundo empresarial, que por cierto se oyeron sin acceso a la prensa por disposición del CEP
Según dijo el titular de Hacienda, en la reunión –que en todo momento mantuvo un tono muy franco y amistoso– la Presidenta Bachelet pidió a los empresarios, como representantes del sector privado que «empujen el crecimiento pero que también como sociedad tenemos muchos desafíos que tenemos que abordar. Esto significa caminar al mismo tiempo en distintas transformaciones que estamos haciendo, hay que hacerlas con cuidado, hacerlas con la debida fineza, pero no podemos postergarlas», aclaró el ministro.
Consultado por si en el encuentro, que duró cerca de tres horas, se expresó de alguna forma el clima de confrontación entre los empresarios y el Gobierno que se ha visto a partir de las reformas, Valdés lo descartó y tuvo palabras de elogio para el centro de pensamiento que cobija a los grandes empresarios del país. «Hubo una conversación muy franca, en que los mismos directores del CEP hablaron de la importancia de manttaener un diálogo sereno, un diálogo tranquilo. Siempre hay diferencias, matices que son muy legítimos. Obviamente que pudimos ver que todos estamos empujando el mismo bote. Agradezco al CEP por todas las contribuciones que ha hecho al país. Varios de sus investigadores han trabajado en distintas comisiones», recordó.
El encuentro realizado este jueves y en el que Bachelet estuvo flanqueada precisamente por Valdés, y el ministro Jorge Burgos, además de contar con la presencia de los secretarios de Estado Nicolás Eyzaguirre y Máximo Pacheco, marca un hito. Respecto al menos de dos cosas: es un cambio en el tono que hubo al principio del Gobierno, cuando los empresarios representaban a «los poderosos de siempre» que se oponían a la reforma tributaria; también significa el regreso de una tradición de la época en que los empresarios eran todopoderosos sin mácula. Antes de los escándalos de La Polar, la colusión de las farmacias y Penta-SQM, entre otros.
Testigos del encuentro describen un ambiente distendido –que recordó los encuentros con Ricardo Lagos, el favorito del CEP–, en que la Presidenta fue recibida por el fundador del centro, Eliodoro Matte, y el ex ministro Harald Beyer. Hubo preguntas sobre la incertidumbre, pero la Presidenta también recordó las estadísticas que indican que la gente está enojada con los empresarios, aunque un 73% dice estar contenta con su jefe y con la empresa donde trabaja.
Las principales preguntas las hicieron Vittorio Corbo, Carlo Solari, Salvador Said y Enrique Barros. Se habló del financiamiento de campañas políticas y en este caso la Presidenta insistió en que las empresas no deben aportar y las personas sí.
