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El salto de Chile a las energías renovables Sustentabilidad

El salto de Chile a las energías renovables

El calentamiento global exige a los países del mundo innovar en soluciones y respuestas con el fin de paliar las consecuencias de las formas de producción que las sociedades modernas han mantenido durante el último siglo. Una respuesta a este problema es atacar las formas de producción energética, transitando de una matriz dependiente del petróleo y el carbón a energías renovables, como la eólica o fotovoltaica. Sin embargo ¿Chile esta preparado para dar ese salto?


Cuando se habla de cambio climático, debemos entender la diada inseparable de producción de energía y calentamiento global. Desde la revolución industrial, los seres humanos han requerido de la capacidad de generar una gran cantidad de energía con el fin de alimentar la industria.

Hasta nuestros días, la producción de energía mediante la transformación de energía calórica a energía eléctrica continúa siendo la más cómoda y, aparentemente, rentable.

El problema con estas formas de abastecimiento energético tiene que ver con el aumento de la temperatura global producto de la emisión de gases de efecto invernadero (GEI) que se generan producto de la combustión, del carbón y petróleo.

Cambio climático

Esta crisis presenta hechos preocupantes a nivel internacional, como, por ejemplo, que la temperatura global ha experimentado un aumento de 1ºC por encima de los niveles preindustriales. Más preocupantes parecen los pronósticos de instituciones como el Panel Internacional de Cambio Climático (IPCC), el que señala que, sin nuevas y mejores acciones para la mitigación de este fenómeno, la temperatura global podría llegar 1.5ºC entre 2030 y 2052, pudiendo alcanzar entre 3 a 5ºC a fines de este siglo.

Chile, en tanto, no queda libre de los efectos de esta amenaza global, pues cumple con siete de los nueve criterios de vulnerabilidad enunciados por la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), como poseer áreas costeras de baja altura, áreas propensas a sequía y desertificación, zonas áridas y semiáridas o tener zonas urbanas con problemas de contaminación atmosférica, por mencionar algunos de estos criterios.

“Nuestro país experimentará un aumento de las temperaturas en todo su territorio, además, las proyecciones climáticas indican una disminución de las precipitaciones en todo Chile”, expresa Andrea Pino, directora del Centro Transdisciplinario de Estudios Ambientales y Desarrollo Humano Sostenible (CEAM) de la Universidad Austral de Chile (UACh).

La académica señala que los pronósticos indican para la segunda mitad del siglo XXI mayores desafíos como la provisión de agua potable, funcionamiento de la industria, la agricultura y la generación de electricidad.

Abordar y repensar la producción de energía es una de las principales acciones en las reducciones de emisiones de GEI. Chile es un país en el cual, el año 2016, el sector energía contribuyó con un 78% del total de sus emisiones. Sin embargo, transitar de una matriz energética centrada en el carbón y el petróleo, implica la toma de decisiones, acuerdos entre distintos integrantes de la sociedad y la implementación de políticas públicas actualizadas.

Toma de decisiones y desafíos

Enfrentar esta realidad implica romper con la frase “a problemas complejos, respuestas simples”, si bien el ejercicio heurístico nos facilita muchas veces la toma de decisiones, no es siempre resulta útil. Una problemática como el cambio climático, exige pensar de una forma que integre a todos los actores y que también rompa con estructuras de pensamiento y formas de tomar decisiones agotadas, como lo señala la directora del CEAM de la UACh.

Al respecto, resultan interesantes experiencias como el “Plan de Descarbonización de la Matriz Eléctrica», iniciativa que definió Chile tras una discusión entre empresas generadoras de energía, representantes de la sociedad civil y de la academia, y que contempla dejar en cese de operaciones las ocho termoeléctricas más antiguas del país para el 2024 y el cierre y desmantelamiento de todas las centrales a carbón existentes para el 2040.

Este tipo de compromisos por parte del Estado de Chile, significan pensar en transitar a una matriz eléctrica, en que las Energías Renovables, sean protagónicas. Como lo señala Andrea Pino, “la política energética de Chile pretende alcanzar al menos un 30% de reducción de intensidad de emisiones de gases de efecto invernadero al 2030 y, para ello, se plantea aumentar la generación de energía de fuentes renovables para alcanzar un 60% de la generación eléctrica para el año 2035 y al menos un 70% para el año 2050, como lo señalo el 2015 el Ministerio de Energía”.

Sin duda que para las instituciones esto representa un enorme desafío, más aún en un país como Chile que adolece de un serio problema para actualizar sus procesos de generación de políticas públicas sobre esta temática.

En este sentido experiencias como las del Liceo Técnico Rodulfo Amado Philippi (RAP) de Paillaco, en la Región de Los Ríos, en que a través de un trabajo que integró distintas unidades de la UACh y el Laboratorio de Innovación Comunitaria (CoLab) del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) desde el año 2015, logró que el Ministerio de Educación certificara a la carrera técnico profesional en electricidad/electrónica con especialización en energías renovables, abriendo el camino para que más liceos técnicos incorporen esta especialización en el país.

La experiencia del Liceo RAP de Paillaco ilumina una forma de pensar que cuestiona la idea de que las soluciones y las políticas públicas deben provenir de Santiago o Valparaíso, y que puede ser lo local el origen de una transformación nacional. Al respecto la profesora Pino señala la importancia de considerar las problemáticas de las comunidades asociadas al acceso de servicios básicos, como la energía eléctrica, pues lo ocurrido en el liceo de Paillaco no favoreció solo a los estudiantes, sino también a los docentes y vecinos, teniendo un impacto comunitario.

Tras lo ocurrido en Ventanas este año 2021, resulta importante considerar la resistencia a la transición. Por esto, como se señala desde el CEAM, la mirada debe y tiene que considerar a todas las personas involucradas. Es decir que, con el fin de evitar posibles conflictos futuros, la capacitación y formación en nuevas tecnologías se hace más relevante que nunca.

El salto hacia las energías renovables

¿Chile está entonces preparado para dar un salto hacia las energías renovables? Esto visto desde la cantidad de personas técnicas y profesionales especializadas en este tipo de tecnologías en el país, o si el Estado dispone de los dispositivos y herramientas actualizados para responder con propiedad, por ejemplo, en zonas rurales del sur del país.

Estos elementos son sin duda desafíos no menores y más visibles desde la perspectiva provincial, donde estos problemas son realidades cotidianas, como, por ejemplo, el acceso a la energía eléctrica en algunas zonas rurales en la región cordillerana de la Región de Los Ríos.

El aprendizaje en el Liceo RAP de Paillaco, plantea avanzar en las mallas curriculares en establecimientos técnicos y profesionales y sobre el acceso a las herramientas y medios para implementar energías renovables. Por este motivo el Gobierno Regional de Los Ríos, a través del programa Bien Club de la Corporación Regional de Desarrollo Productivo, en conjunto con la UACh, a través de el CEAM, ha creado el “Diplomado en Energías Renovables y Proyectos Energéticos Locales”, que comienza el 11 de agosto y tiene un alcance nacional.

Al respecto, la gerenta de la Corporación Regional de Desarrollo Productivo de Los Ríos, Silvia Soto, precisó que “las Energías Renovables No Convencionales (ERNC) son transversales a todos los sectores productivos, y a través de este proyecto se propone adecuaciones a las mallas curriculares de establecimientos de educación media técnico profesional, específicamente en los sectores económicos construcción y electricidad, orientadas a la generación de una especialidad en ERNC».

Esto «permitirá visualizar y concretar alternativas académicas y laborales y porque profundizará en la formulación y valoración de proyectos energéticos para la toma de decisiones y su ejecución eficiente”, agregó.

Además, la ejecutiva manifestó estar “muy contentos que, a través de este diplomado, el 1ero realizado por la UACh con enfoque ERNC, sea de un bien club en el que se puedan entregar herramientas que instalen capacidades nuevas, sobre todo en quienes enseñan y que también responde a nuestra preocupación por todo el impacto que genera el cambio climático”.

Este programa de formación apunta a profesionales y técnicos con formación en ciencias naturales, sociales, económicas, ingeniería y educación, con particular énfasis en profesoras y profesores de establecimientos de educación media técnico-profesional, específicamente de los sectores construcción y electricidad, de todo Chile.

El diplomado en sus cuatro módulos persigue abordar soluciones tecnológicas asociativas en energías renovables, como también entregar bases conceptuales, profundizar en la formulación y proyección de proyectos relacionados y gestionar la instalación de proyectos energéticos.

Chile es país con un enorme potencial para transitar a un sistema energético renovable, pero dar este salto exige a las instituciones público y privadas pensar fuera de la caja, atreverse a innovar y por sobre todo apoyar un proceso de transformación que involucra la educación y formación de personas capacitadas.

El salto de Chile a las energías renovables vendrá desde las periferias del país, de aquellos lugares en que la realidad les exige un pensar nuevo con soluciones, es decir, el salto a las energías renovables será desde lo local o no será.

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