El tenista se encuentra en tratamiento por una neuritis vestibular, mientas que el ahora ex humorista ha experimentado algunos episodios complejos.
En menos de una semana un problema en común afectó la carrera de dos reconocidos personajes, Nicolás Jarry y Coco Legrand. Ambos manifestaron sufrir vértigo. En el caso del tenista nacional, a solo semanas de Wimbledon y de los Juegos Olímpicos de París dio a conocer su diagnóstico: neuritis vestibular. Legrand, en tanto, anunció su retiro del mundo del espectáculo por problemas de salud.
¿Qué diferencias y similitudes hay entre ambos casos? La fonoaudióloga y académica de la Universidad Andrés Bello, Paulina Vergara, explica que los episodios de vértigo en las personas pueden variar en intensidad y frecuencia según la causa y el contexto de cada uno. En el caso Jarry, su condición provoca vértigo y dificultades en el equilibrio. “Los síntomas de la Neuritis aparecen de manera repentina, muchas veces asociado a algo viral, y pueden incluir mareos intensos y sensación de movimiento que con el paso de los días van disminuyendo gracias a un proceso natural del sistema nervioso central que ayuda a compensar los síntomas”. La buena noticia es que, con un adecuado manejo y terapia vestibular, tiene buen pronóstico.
En tanto, el humorista, si bien no se ha especificado la causa, ha experimentado algunos episodios severos, al punto que lo llevaron a tomar esta drástica decisión
El vértigo, explica la profesional, se define medicamente como “sensación de movimiento propio cuando no hay ningún movimiento real, o la sensación de movimiento distorsionado durante un movimiento normal de la cabeza”. Esta sensación puede ser tipo giro, vaivén, balanceo, etc. Y puede ser provocado o espontáneo.
El mareo, en cambio, “generalmente no implica la falsa sensación de movimiento, sino más bien sensaciones de inestabilidad o desvanecimiento. El mareo amplía la gama de sensaciones que no necesariamente consideran la percepción de movimiento”, señala.
Sin embargo, tanto el vértigo como el mareo pueden ocurrirle a cualquier persona y en cualquier contexto ya que pueden ser varias las causas, incluyendo disfunciones vestibulares (oído interno) y situaciones desencadenantes específicas (como, por ejemplo, ante cambios de posiciones de cabeza, sonidos de alta intensidad, entre otros).
En algunas personas, “estos síntomas pueden afectar significativamente la calidad de vida, dificultando la realización de actividades diarias como bañarse, levantarse, ir a comprar de manera independiente, entre otros, lo cual termina afectando el bienestar emocional y mental, además, estos síntomas pueden concomitar con náuseas y vómitos lo cual es bastante incómodo para quien lo padece. Por otra parte, cursar con algún trastorno vestibular podría desencadenar ansiedad y miedo en las personas. Lo importante es poder consultar con el especialista y ver las alternativas de manejo y/o tratamiento adecuado y acorde a las características de cada uno.
Los tratamientos son diversos. En el caso de la neuritis la terapia física de rehabilitación vestibular es lo adecuado. La rehabilitación vestibular incluye ejercicios personalizados y diseñados para mejorar la función vestibular alterada e incluyen ejercicios para estabilizar la mirada (capacidad de fijar la vista durante los movimientos de cabeza), mejorar el equilibrio y control de la postura tanto estática como en movimiento, realidad virtual, entrenamiento con estímulos visuales, entre otros.
Efectivamente, dice la especialista, el vértigo puede ser un síntoma de alguna alteración a nivel periférico o central (del oído interno o de áreas superiores como el tronco cerebral o cerebelo), que puede ser de origen vascular, traumático, viral, por exposición a tóxicos, asociado a migrañas, a síntomas auditivos, entre otros.
“Por lo tanto, es de suma importancia que, en caso de presentar estos síntomas, acuda al especialista (otorrinolaringólogo u otoneurólogo), se realice las evaluaciones correspondientes (auditivas y vestibulares) y se sigan las indicaciones que correspondan ya sea medicamentos, maniobras de reposición o terapia física como la rehabilitación vestibular”, concluye.