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Ignacia Agüero y su obra “Caracol”: la  propuesta escénica protagonizada por mujeres que buscan construir una nueva realidad BRAGA

Ignacia Agüero y su obra “Caracol”: la propuesta escénica protagonizada por mujeres que buscan construir una nueva realidad

Javiera Bruna
Por : Javiera Bruna Fonoaudióloga y Comunicadora
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“Caracol” es la nueva pieza teatral de la dupla de dramaturgos conformada por la actriz y académica Ignacia Agüero y Juan Pablo Troncoso, la cual se inspira en la historia de tres mujeres que deciden refugiarse en un caracol comercial para escapar de la sociedad y comenzar un mundo nuevo. Este será el primer fin de semana de temporada, al cual es posible acceder a través de las plataformas de Matucana 100.


¿Has sentido ganas de excavar muy hondo y huir de algunas violencias o presiones sociales para iniciar un mundo nuevo?

Seguramente pueda ser un sentir que todas y todos han vivido alguna vez, pero en particular las mujeres hemos cargado históricamente con el peso de los mandatos sociales, los que de no cumplirse generan culpa e incomodidad.

Por este sentir y a través del doble simbolismo del caracol, Ignacia Agüero y Juan Pablo Troncoso, entraman la historia de tres mujeres que deciden encerrarse en un olvidado caracol comercial para comenzar un silencioso viaje hacia la profundidad de tres historias marcadas por dolores particulares y a la vez cotidianos; nunca ser suficiente para los demás, estar constantemente al servicio de otros y la desilusión ante los discursos sociales, son algunas de las situaciones críticas que la dupla de dramaturgos quiso mostrar a través de esta pieza teatral inspirada en los olvidados edificios de los ’90 en Santiago de Chile.

La obra “Caracol”, recientemente estrenada a través de las plataformas digitales de Matucana 100 y ganadora de Fondart regional es protagonizada por las actrices Claudia Cabezas, Alejandra Díaz e Ignacia Agüero quien además es codirectora y de la propuesta teatral. “El proceso de trabajo con mi equipo me ayudó a comprender el por qué hay personas que se quieren desprender de las violencias a las cuales están sometidas y hay quienes efectivamente lo hacen con mejores o peores resultados, pero al menos lo intentan”, expresó en entrevista con El Mostrador Braga.

El imaginario de tres mujeres que huyen para construir una nueva sociedad

“Caracol” se inspira en un caso real, “hubo un caracol comercial que se llama caracol Los Leones, el cual curiosamente fue abandonado y empezaron a llegar muchos hombres que se dedicaban a la música, se establecieron ahí y se dedicaron por completo a este lugar. Hubo intentos de transformarlo en centro cultural, en galería de arte o en restaurant, ninguno de ellos se pudo llevar a cabo por problemas administrativos y muchas de esas ideas no lograron concretarse. Con el tiempo muchos de los hombres que se establecieron ahí comenzaron a desprenderse de todo lo que había afuera, incluso me resonó muy fuerte una frase que alguna vez escuché que decían, ‘queremos cambiar el mundo, pero sin el mundo’ y esa frase me caló profundamente, pensé: ¿cómo voy a querer cambiar el mundo pensando en un bien mejor para un colectivo, pero sin considerar a ese colectivo? Y esto me llamó mucho la atención y sentí ganas de trabajarla en el teatro”, comenta Ignacia Agüero sobre la inspiración de su próximo estreno.

En este sentido, las motivaciones que tuvieron estos hombres para “desligarse” del entorno fueron incomprensibles y enjuiciados drásticamente, según comenta la  para la actriz, sin embargo, gracias al trabajo con la compañía pudo ver otra arista de quienes desean escapar, “pude comprender por qué hay gente que se quiere alejar de todo lo conocido, familias, trabajo y quieren encerrarse en un lugar con cierto grupo de gente a quienes consideran igual y que los lleva alejarse de esa manera”, explicó.

Y aunque la historia fue inspirada en una comunidad de hombres, la propuesta está protagonizada por mujeres, “somos tres mujeres y creo que seguramente ahí hay diferencias muy profundas y una de ellas, la que para mí tiene más sentido, tienen mucho que ver con la idea, eran personas que se dedicaron a reflexionar y conversar y creo que hubo un exceso de idea; y a mi me parece que jerárquicamente la idea siempre ha estado muy arriba, está muy por sobre la acción y en el caso de esta obra, estas tres mujeres si bien fundamentan su idea de encerrarse en el caracol, ellas por sobre todo ‘hacen’, ‘ejecutan’ una acción que es excavar y excavar, esa es su acción y justamente quieren dejar de hablar, entonces la obra ha potenciado algo que ha quedado en segundo plano que es la acción y lo que ha estado en primer plano es la idea”, profundizó.

Algunas violencias cotidianas

Por otra parte, las mujeres representadas en la obra se encuentran lidiando con un dolor personal o una forma de violencia a la que se han visto expuestas. En este sentido la actriz explica que no es el objetivo último de la obra visibilizar la violencia de género, “no quisiera ser la representante de todas las mujeres, porque estamos hablando de distintos tipos de violencias”, aclaró, sin embargo, los sentires puestos en la escena se relacionan con vivencias personales, por lo tanto, igualmente, “nacen de una mujer porque soy yo la que las pongo en el texto gracias también al trabajo en conjunto con Juan Pablo. Hay mucho de lo que me estaba ocurriendo a mi en medio de la cuarentena que está puesto aquí y se resumen en tres violencias”.

“Primero es la sensación de nunca encajar, de nunca ser lo suficientemente adecuada para el lugar donde uno está y me parece que en distintas maneras todas las personas sufrimos eso y genera mucha presión e implica ser alguien distinta a la que soy”, enumeró en primer lugar.

Luego hace referencia a un tipo de violencia que se relaciona más específicamente con las diferencias de género, “otra de las violencias que padecen nuestros personajes, es aquella de estar al servicio de otras personas o al cuidado, ella es cuidadora de sus padres y creo que bueno ahí sí hay un tinte que recae mucho en las mujeres, son quienes históricamente se han encargado de los cuidados de la casa, de los hijos, de los enfermos y ahí hay una suerte de posponerse, de cargar con esa responsabilidad de que ese es tu rol y por tanto si no lo haces aparece la culpa y un juicio muy grande de parte de la sociedad”.

“Y un tercer personaje padece de la gran desilusión, ella es capaz de ver la fisura en todo y sobre todo en los grandes discursos. Estamos en una época de mucha idealización sobre ciertas cosas y creo que es muy simple -si uno quiere- ver la inconsistencia en eso y eso es algo que es doloroso porque una deja de creer o te ves enfrentada a tener que estar apoyando cosas que te parecen poco consistentes, entonces creo que ahí hay una desilusión del gran entramado de ideas que están rondándonos en estos tiempos, entonces este personaje lleva la desilusión de todo aquello que no es consistente, comprometido, que quizá es demasiado líquido”.

Una obra con doble simbolismo

Finalmente, la actriz aprovechó la instancia para referirse al simbolismo del caracol, ya sea en su estructura como edificio o la significancia que tiene el molusco caracol. “El recorrido que los personajes hacen es desde el afuera, del todo; la vida, los deseos, los intereses y se va achicando y bajando alejándose desde el ruido de la superficie hasta llegar a lo más puro que es el punto cero, es llegar a la nada”, apuntó en un sentido estructural y metafórico de la obra, a lo que continuó, “por otra parte está el caracol animal, que es una animal muy curioso, es un animal hermafrodita que se transforma para aparearse con otro caracol, entonces ahí también hay una fluidez muy importante, una suerte de no ser presa de ser macho o hembra, de poder ser lo que uno quiera ser”, finalizó.

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