Clasificado como un superalimento, el jengibre proviene de la familia de las zingiberáceas con orígenes en el sur de Asia y está cada vez más presente en nuestros platos y cocinas. Contiene una gran concentración de nutrientes beneficiosos para la salud, como vitaminas, antioxidantes, aminoácidos y minerales. Muchos nutricionistas recomiendan esta raíz por sus múltiples efectos saludables para nuestro organismo. La composición del jengibre es bien aceptado por el cuerpo humano, sobretodo por la forma en la que beneficia el tracto gastrointestinal, ya que posee gingerol, un componente químico natural que está presente en la planta.
Tipos de jengibre
Muy aromático, con un sabor picante y bastante versátil al utilizarse en preparaciones de alimentos, el jengibre se puede encontrar en diferentes formatos, cada uno con características propias y usos determinados:
- Jengibre fresco: es el más utilizado y se usa su raíz. Se suele consumir crudo o para cocinar y se puede conservar en el refrigerador sin pelar hasta tres semanas.
- Jengibre seco: su sabor y sus usos son parecidos a los del jengibre fresco, aunque debe remojarse antes de su utilización y aguanta más tiempo. Para conservar sus propiedades medicinales y organolépticas (olor, aroma y sabor) se debe guardar en recipientes herméticos y almacenar en un lugar fresco y seco.
- Jengibre en polvo: se fabrica a partir del rizoma seco. Tiene un sabor diferente al fresco y se utiliza fundamentalmente para postresy recetas poco picantes.
8 Beneficios del jengibre
- Facilita la digestión: activa los movimientos intestinales y también la absorción de nutrientes.
- Favorece la pérdida de peso: el jengibre acelera el metabolismo y contribuye a quemar grasas. También eleva la temperatura corporal, produciendo más sudor y ayudando a adelgazar.
- Previene distintas enfermedades: combate la bacteria que provoca las úlceras estomacales, además de aliviar problemas respiratorios como la tos, el asma o la bronquitis.
- Es antioxidante y antiinflamatorio: es un producto eficaz para prevenir daños en las células, ralentizar el envejecimiento de la piel y aliviar los dolores musculares.
- Mejora la circulación sanguínea: regula la presión arterial, haciendo que la sangre fluya mejor y previniendo así el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
- Elimina el mareo y el vértigo: el jengibre es eficaz contra las náuseas y los mareos.
- Disminuye las migrañas y los dolores menstruales: esta planta bloquea los efectos de las prostaglandinas, unas sustancias que influyen en este tipo de problemas.
- Alivia la gripe: al calentar el cuerpo y promover la sudoración, es un producto útil contra los síntomas de esta enfermedad.
¿Cómo consumir el jengibre?
El jengibre se puede consumir de muchas formas, dependiendo de tus preferencias. Estas opciones incluyen:
- Infusiones: Hervir rodajas de jengibre fresco en agua para preparar una infusión.
- Jengibre en polvo: Utilizado en la cocina o disuelto en agua o jugo.
- Cápsulas o extractos: Para un consumo más concentrado.
- Fresco: Añadir ralladuras de jengibre a ensaladas, sopas, o como aderezo en platos.
¿Qué pasa si consumo jengibre todos los días?
Comer jengibre entrega beneficios continuos, como mejorar la digestión, reducir la inflamación del cuerpo, y el fortalecimiento del sistema inmunológico. Apesar de sus aportes, es importante consumirlo con moderación para evitar algunos efectos adversos como ardor estomacal o molestias gastrointestinales. Se debe evitar el consumo en embarazadas, hipertensos y personas que toman anticoagulantes.