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Depositan cenizas de Charles Trenet en Narbona

Las cenizas del legendario cantante francés fueron depositadas ayer en el panteón familiar de Narbona (sur de Francia), tras una breve ceremonia a la que asistieron centenares de admiradores.


Como estaba previsto, su secretario personal condujo a la comitiva hasta el cementerio de la ciudad natal del autor, compositor o intérprete de unas mil canciones, como «Je chante», «La mer», «Yá d’la joie», «Douce France» «L’ame des poetes», «Boum» o «Jardin extraordinaire».



Sobre la tumba del «último de los trovadores», quien murió en la madrugada del pasado lunes a los 87 años, fue depositada una lapida negra con el simple epitafio: «Charles Trenet, poeta…(1913-2001)». Sus cenizas, contenidas en una urna funeraria esférica de color verde, reposan ahora junto a los restos mortales de su madre, su tía y su hermano mayor.



Antes y después del breve oficio religioso celebrado en el cementerio de Narbona, un parlante reprodujo algunas de las canciones más emblemáticas de Trenet. Todos los asistentes al último adiós al «loco cantarín», que concluyó con la interpretación de «El alma de los poetas» al violón, portaban flores de mimosa, su favorita, y claveles rojos, como los que solía llevar en el ojal de la chaqueta en sus recitales. Unas dos mil personas ya habían despedido a Trenet en la iglesia de la Madeleine de París el pasado viernes.



La muerte de Trenet, quien creó escuela entre maestros de la canción como Jacques Higelin, Charles Aznavour, Georges Brassens o Gilbert Bécaud, suscitó gran emoción en Francia, comparable, según la prensa, con la generada por las desapariciones de los cantantes Serge Gainsbourg (1991) y Barbara (1997).



La venta de discos del cantante-poeta se ha reactivado en los últimos días y ya se ha anunciado la salida al mercado de un álbum con doce canciones inéditas de Trenet la próxima primavera.
EFE</B

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