Publicidad

Tributos a Jim Morrison en cementerio de París

La tumba de ese poeta rebelde y «sex symbol», muerto en París el 3 de julio de 1971 a los 27 años en circunstancias nunca esclarecidas, tras una velada generosamente regada con alcohol en la discoteca «Rock’n Roll Circus», ya desaparecida, es la más visitada del Pere-Lachaise, donde reposan muchos ilustres restos.


Un tributo en el cementerio Pere-Lachaise, la proyección de imágenes inéditas y otras de «The Doors», la reedición de discos y libros y conciertos conmemoran la muerte del legendario cantante de rock, Jim Morrison, en París hace 30 años.



La tumba de ese poeta rebelde y «sex symbol», muerto en París el 3 de julio de 1971 a los 27 años en circunstancias nunca esclarecidas, tras una velada generosamente regada con alcohol en la discoteca «Rock’n Roll Circus», ya desaparecida, es la más visitada del Pere-Lachaise, donde reposan muchos ilustres restos.



Cuando los bomberos, alertados por una llamada telefónica, llegaron al apartamento de Morrison la mañana del 3 de julio, le encontraron, inconsciente, en la bañera. No pudieron reanimarle. No hubo autopsia. Según el forense, Morrison murió de muerte natural, por problemas coronarios agravados sin duda por años de abuso del alcohol.



Persiste el rumor de que un coctel de drogas letal habría causado su muerte en la discoteca y que sus allegados le llevaron a casa para aparentar una muerte natural. Según otra hipótesis, no habría muerto, se habría ido a Africa para vivir de incógnito.



El cantante fue sepultado el 7 de julio en presencia de cinco personas, incluida la cineasta Agnes Varda, en Pere-Lachaise, y sólo después se anunció su muerte.



Las autoridades no han tomado medidas especiales para mañana, a pesar de que para el 20 aniversario de la muerte de Morrison hubo sonados disturbios en el cementerio, que obligaron a las fuerzas del orden a intervenir con gases lacrimógenos.



El culto rendido a quien gritó su odio en «The End» ha convertido ese lugar del Pere-Lachaise en un problema: los «fans» invaden con sus pintadas las tumbas vecinas.



Las recurrentes amenazas de expulsión de la sepultura, vigilada por una cámara oculta en una farola, han alimentado este año el rumor de que el cuerpo será exhumado y repatriado a Estados Unidos el viernes.



Aunque parece dudoso que 50.000 admiradores se congreguen en el cementerio, como se prevé en la página internet de la conmemoración, es indudable que el aura de Morrison perdura, y no sólo entre la generación de los hippies y de Woodstock.



«Los que vienen (al cementerio) no son viejos nostálgicos de los años 70, sino jóvenes de 18-20 años que nunca conocieron esa época», señaló a un diario francés un vendedor de camisetas con la efigie del que fuera admirador de Rimbaud y Baudelaire.



Fue Morrison el que bautizó «The Doors», expresión sacada de un ensayo de Aldous Huxley, el grupo formado en el sur de la California de los años 60 con el pianista Ray Manzarek, el batería John Densmore y el guitarrista Robbie Krieger.



Durante mucho tiempo, los «fans» soñaron con un concierto de los tres supervivientes del grupo en París en este señalado aniversario, pero Densmore y Manzarek se pelearon en abril pasado.
Manzarek intervendrá en una rueda de prensa mañana en el teatro parisino Bouffes du Nord, antes de la proyección de películas de «The Doors», incluidos «Feast of Friends» y «HWY», obra «experimental» realizada el cantante.



Una sesión limitada a 200 miembros del público, con lo cual los «fans» deberán consolarse con los «clones» holandés y británico de «The Doors», que darán conciertos en sendas salas de París por la noche, mientras el ex cantante de «Avions» Jean-Pierre Morgand coordinará una velada con grupos musicales parisienses.



A miles de kilómetros, el guitarrista Krieger rendirá tributo a Morrison en un club de Anaheim (California).



Morrison, que se definía a si mismo como el «poeta del caos», abandonó Estados Unidos para instalarse en París, en busca de una nueva vida en la tierra de Rimbaud, semanas antes de la salida del canto del cisne de «The Doors», «L.A. Woman», en abril de 1971.



Un álbum considerado una de las obras maestras del grupo junto con «Strange Days» (octubre de 1967) y «Morrison Hotel» en febrero de 1970.



Con motivo de este 30 aniversario, se han publicado recopilaciones del grupo, como «The Best of The Doors», un doble CD, y «Bright Midnight – Live in America», una selección de trece títulos procedentes de los archivos personales de la banda.



También salen a la venta cuatro libros o reediciones sobre el grupo y su desaparecido cantante, sin olvidar la publicación en DVD de las películas «The Soft Parade», «Dance on Fire» y «Live at Hollywood Bowl».

EFE

Publicidad

Tendencias