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Fotorreportaje: el viaje sin retorno del jazz a la «Vega» Por tercer año consecutivo este festival llenó de música el tradicional barrio de Santiago

Fotorreportaje: el viaje sin retorno del jazz a la «Vega»

Durante dos tardes, los mejores talentos del jazz nacional animaron el barrio de la Vega Central con talento e improvisación en un evento que, junto con destacar la protección al patrimonio nacional, buscó transmitir la necesidad de regresar el jazz a sus orígenes, el de la cultura popular.


Dos tardes consecutivas de música al aire libre junto a grandes figuras del jazz nacional, dieron forma a la 3era versión del “Festival Jazz a la Vega”, instancia que, al igual que los años anteriores, cuenta con la organización del Colectivo Mapocho (defensores del patrimonio nacional) en conjunto con la comunidad de La Vega Central, representada en sus tres secciones: sector antiguo, sector remodelado y el patio de remate. A ellos se une el auspicio de los locatarios, como es el caso de “Doña Josefina” (fábrica de masas), “Somos Todo envase”, “­Carnes Provecar” y productos alimenticios “Los González”.

La jornada abrió con el discurso inaugural del presidente del sector antiguo de la Vega, Roberto Núñez, agradeciendo a los asistentes y colaboradores y comunicándonos una breve historia del aquel lugar patrimonial. Siguió la introducción histórico-musical de Andrés Pérez, saxofonista y gestor cultural, miembro del Colectivo Mapocho, quien enfatizara los orígenes populares del Jazz y su conexión con la música negra y los sectores marginados de la sociedad norteamericana.

La musicalidad de Karen Rodenas inició el concierto junto a su banda de talentosos músicos: el bajista Sebastián Gómez –miembro de Gypsy Trío–, el baterista Andy Baeza –de Ángel Parra Trío–, el guitarrista Sebastián Prado y el saxofonista Cristián Gallardo. Juntos, interpretaron standards de la era del swing y el bebop, dando mucha libertad a la improvisación vocal, donde Karen se luce en su dominio del scat.

El saxofonista Cristian Gallardo, por su parte, aprovechó la instancia para el lanzamiento inédito de su tercer disco “Cuok Cuok”, junto a Gonzalo Gómez en el bajo y Hugo Manuschevich en batería. Los temas presentados tenían diversas influencias: aires a Coltrane, Sidney Bechet, Pee Wee Russell y también ciertas sonoridades provenientes de la música dodecafónica de Arnold Schoenberg y rockeros como Jeff Buckley.

El día viernes finalizó con el gran bajista Christián Gálvez y su proyecto The Organ Quartet, conformado por Agustín Moya en saxofón, Óscar Pizarro, pianista, tecladista y organista, el versátil baterista Ronald Báez e Iván Pérez en clarinete bajo. La banda tocó temas propios de Gálvez, además de arreglos interesantes de algunos standards clásicos.

El día sábado se presentó SAGARE Trío, banda instrumental integrada por los talentosos músicos Juan Antonio Sánchez, Emilio García y Antonio Restucci, quien lamentablemente no pudo estar presente debido a una grave lesión en su muñeca izquierda. Aún así, la banda destacó por su virtuosismo musical caracterizado por la fusión entre música popular latinoamericana con el jazz y el folclor de diversos lugares del mundo. Hay también influencias del jazz manouche, que se aprecian sobre todo en la viveza y la soltura de las improvisaciones.

Un formato más clásico,  fue el presentado por la banda Interestelar Trío, liderada por el trompetista Sebastián Jordán y con Roberto Dañobeitía en la guitarra y Eduardo Peña al bajo. Interpretaron versiones de la música de Thelonious Monk, Cole Porter y Bud Powell.

Y para finalizar el Festival, un cierre magistral a cargo de la improvisación libre de Martin Joseph junto a los nueve instrumentistas que componen  The Pacific Ensamble, su proyecto más acabado y que, entre otras cosas, desarrolla el concepto de los “vientos parlantes”: una audaz improvización de cuatro vientistas (trompeta, saxo tenor, saxo y trombón) que van tejiendo una conversación musical única e inesperada.

 

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