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Alejandro Goic califica de «amigo de pinochetistas» a ministro de Cultura El actor de la premiada película Carne de perro rechazó la nominación a los premios Pedro Sienna

Alejandro Goic califica de «amigo de pinochetistas» a ministro de Cultura

El protagonista emitió estas declaraciones en una carta pública al ministro de Cultura Roberto Ampuero para rechazar la nominación a mejor actor por su participación en la película «Carne de perro». Goic se quejó que el Consejo de la Cultura haya ignorado a su director Fernando Guzzoni en la nominación y criticó al ministro por «vejar» al fallecido editor Carlos Orellana, al calificarlo como «parte de esa diáspora» de chilenos que partieron al extranjero, omitiendo que su partida fue forzoza luego de haber permanecido detenido en el Estadio Nacional.


La entrega de los premios Pedro Sienna en Punta Arenas tuvo un ingrediente fuera de lo común para este tipo de premiaciones. La polémica generada por el actor Alejandro Goic, protagonista de Carne de perro, al rechazar la nominación a mejor actor.

Las razones de Goic fueron expuestas en una carta pública dirigida al ministro de Cultura, Roberto Ampuero, a quien calificó de «amigo de pinochetistas»

A continuación la carta de la polémica:

Sr. ministro de Cultura, Roberto Ampuero

De mi muy circunstancial y efímera consideración:

A través de esta carta pública (y tal es justa y necesaria, toda vez que la otorga su condición de hombre público), quisiera expresarle mi gratitud por mi nominación al premio Pedro Sienna como mejor actor de cine en la categoría de rol protagónico.

Dicho esto, le comunico que he decidido declinar tanto la nominación como eventualmente el galardón, si deviniese otorgado.

A continuación enumero, su excelencia, las consideraciones de mi «verónica» a este premio que amenaza eventualmente con embestirme (permítame un ‘pichintún’ de pecaminosa vanidad), por tercera vez:

Consideración primera: la película «Carne de Perro», la cual protagonizo y por la cual estoy nominado al premio Pedro Sienna, es la cinta chilena más premiada, y Fernando Guzzoni, su director y guionista, el más galardonado director de los dos últimos años, obteniendo:

– Premio nuevos directores del Festival Internacional de Cine de San Sebastián

– Premio en el Festival Internacional de Cine de Valdivia

– Premio en el Festival Internacional de Cine de Toulousse, Francia

– Premio en el Festival Internacional de Cine de La Habana

Otro premio más en el Festival Internacional de Cine de Punta del Este, Uruguay, y el prestigiosísimo premio Ingmar Bergman en el Festival de Cine de Gotemburgo, Suecia, entregado personalmente por el maestro del cine alemán Herr Schlondorf y en la presencia de Margaretta von Trotta.

No menciono los más de 20 festivales internacionales de cine en los que «Carne de Perro» fue seleccionada oficialmente, para no dilatar mi consternación.

Ni «Carne de Perro» ni Fernando Guzzoni han sido nominados. Es simplemente incomprensible e inaceptable para mí. Añado el hecho de que no le fue otorgado a su proyecto para su segundo largometraje.

Pero no se angustie: acaba de ganar el primer premio en el concurso internacional de proyectos cinematográficos de Torino, otorgado entre otros maestros del cine por el director del Festival de Venecia. Para su regocijo y el de quienes amamos el cine arte, Fernando podrá producir su próxima película.

Consideración segunda: fui invitado a la inauguración del Festival Internacional de Cine de Viña del Mar. Escuché su discurso inaugural. Quisiera aclararle lo siguiente, señor ministro:

Carlos Orellana no fue parte de una diáspora abstracta e indefinible, o como dijo usted en su discurso, «parte de esa diáspora» de chilenos que partieron al extranjero. Él fue detenido en el Estadio Chile, posteriormente trasladado al Estadio Nacional, transformado en campo de concentración, donde fue vejado y humillado. Luego expulsado al exilio forzoso, donde junto a otros fundó la revista «Araucaria», no sólo una magnífica revista cultural, como dijo usted, sino una revista de resistencia cultural a la dictadura de Pinochet y de sus amigos pinochetistas.

Usted ha vuelto a vejar al querido compañero Orellana al omitir las verdaderas razones de la «diáspora» y el sentido profundo de «Araucaria», cuyo sólo nombre es más que elocuente.

En el terrible castigo del exilio al que sometió Augusto (no se preocupe, me refiero al emperador romano) al gran Ovidio, sólo escribió un texto final, cuyo título es «Tristes».

 

¡¡¡Qué tristeza, señor escritor, qué tristeza!!!

Se despide,

 
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