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Federico Aldrovandi: el caso de violencia policial italiano que se conoció en Chile gracias al teatro

Federico Aldrovandi: el caso de violencia policial italiano que se conoció en Chile gracias al teatro

Gabriel Angulo Cáceres
Por : Gabriel Angulo Cáceres Periodista El Mostrador
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Un diario de Bolonia indagó en cómo el caso del joven de 18 años asesinado en Ferrara traspasó las fronteras y se convirtió en la obra “Federico”. Su directora, la actriz Paula Zúñiga, fue quien se propuso contar esta historia que parece lejana, pero que encarna las mismas injusticias de las violaciones de DD.HH. durante la dictadura y los casos de abusos policiales contra mapuches y estudiantes.


El próximo viernes 25 de septiembre se cumplen 10 años de la muerte del joven italiano Federico Aldrovandi a manos de cuatro agentes policiales de la ciudad de Ferrara, los que, tras un extenso juicio lleno de obstáculos, fueron finalmente condenados a menos de cuatro años de prisión tras ser acusados de “homicidio culposo”. Pero en la práctica sólo estuvieron seis meses privados de libertad tras ser indultados por el Parlamento italiano.

En el marco de la conmemoración del crimen, en Italia se preguntan cómo esta historia traspasó sus fronteras y fue llevada al teatro en Chile a través de la obra “Federico”.

En una entrevista publicada por el diario La Reppublica de Bolonia, la actriz y directora del montaje, Paula Zúñiga, afirma que pese a la distancia de casi 12 mil kilómetros que separa a ambos países, se trata de un relato que encarna las mismas injusticias que se han cometido en Chile desde las violaciones a los Derechos Humanos durante la dictadura militar, hasta los casos de abusos policiales contra comuneros mapuches y estudiantes.

Federico Aldrovandi se encontraba la madrugada del 25 de septiembre de 2005 bajo el efecto de las drogas que había consumido la noche anterior. Y fue así como lo encontraron dos policías a los que más tarde se sumaron otros dos funcionarios. La versión policial  es que su deceso se produjo por los problemas cardiacos que padecía y que se incrementaron por la resistencia que puso a su detención, incluido un supuesto intento de agresión a los agentes. Pero más tarde se demostró ante la justicia que, luego de ser golpeado en reiteradas ocasiones y de sufrir varias fracturas faciales y craneanas, murió asfixiado por la compresión de su tórax mientras se encontraba esposado en posición boca abajo. Tenía 18 años.

“Me sorprendió no sólo por la edad de la víctima y por los detalles de la historia, sino también porque soy chilena: aquí hubo tantas muertes durante la dictadura de Pinochet, muchos casos que aún no se resuelven por el silencio frente a la justicia de aquellos que no son capaces de decir lo que realmente sucedió. Esta historia me impresionó mucho, sobre todo porque estas cosas siguen sucediendo en Italia como en Chile, y en otras partes del mundo», dice Paula Zúñiga.

Fue por ello que se propuso relatar lo sucedido en las tablas, lo que consiguió tras reunir a un elenco conformado por 17 de sus propios alumnos de teatro de la Universidad Católica. Antes, sin embargo, se documentó y contactó a la familia Aldrovani para «con mucho cuidado pedirles permiso. Todavía era un caso abierto y no quería involucrarlos a ellos también».

La obra fue su debut como directora y se estrenó a fines de 2013 en el teatro de la UC y tuvo muy buena acogida. De hecho ganó el festival 2014 de egresos de alumnos de teatro organizado por el Sindicato de Actores de Chile (Sidarte), lo que permitió su itinerancia por varias comunas de Santiago.

paula y federico

«Federico» se estrenó a fines de 2013 y fue el montaje de egreso de los estudiantes de teatro de la UC y marcó el debut de Paula Zúñiga como directora. La obra ganó al año siguiente el Festival de Egresos organizado por Sidarte.

Este año se ha presentado dos veces:  la primera en el Liceo Manuel de Salas, para reunir fondos para la familia del estudiante de la UC Rodrigo Avilés, quien estuvo al borde de la muerte debido a la contusión cerebral que sufrió cuando cayó tras ser golpeado por el chorro de un carro lanzaaguas en Valparaíso, el 21 de mayo;  y la última en agosto,  en el Parque por la Paz de Villa Grimaldi.

“La última función la hicimos en Villa Grimaldi, un centro de tortura, frente a las familias de las víctimas. Gracias al teatro muchos chilenos han conocido a Federico. En el fondo, este es un homenaje a él, para recordarlo. Siempre tenemos a Federico presente en los camarines para estar siempre conscientes de que, si bien estamos haciendo teatro, estamos también contando una historia real, estamos haciendo el bien a una persona a la que le hicieron tanto mal, y a una familia que ha sufrido tanto”.

Aseguró que también pretende  remecer al espectador chileno al decir al final de la obra la palabra “¡despierta!”, para no olvidar y tener en cuenta que el caso Aldrovandi sólo pudo reabrirse gracias a que mucha gente rompió el silencio y habló.

«Esto necesitamos en Chile. Por ejemplo no hace mucho, después de varias décadas y gracias a un testigo, fue posible reabrir uno de los peores crímenes de la dictadura de Pinochet”, dijo, aludiendo a las nuevas revelaciones del caso Quemados que permitieron el procesamiento de los militares que quemaron vivos al fallecido fotógrafo Rodrigo Rojas de Negri y a Carmen Gloria Quintana.

Paula Zúñiga dijo que la distancia con Italia desaparece cuando en la obra “ponemos a Chile como punto central del enfoque final del montaje, cuando aparecen informes en los periódicos de nuestros casos, como la del pueblo mapuche y la reivindicación de sus tierras y donde los jóvenes  que se rebelan son asesinados por la policía. La gente no debe acostumbrarse a que estas cosas ocurran”.

Finlmente, dijo que “nuestro sueño ahora es presentar la obra en Ferrara. Con Lino Aldrovandi –padre de Federico-  estamos siempre en contacto, lo mantenemos al tanto de todas nuestras actuaciones, porque estoy segura que para su familia es importante saber que, incluso en un país tan lejano, pensamos en su hijo».

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