Investigadores italianos publicaron en la última edición de la revista Science los resultados de su investigación en la región Planum Australe de planeta Marte. Encontraron evidencia suficiente para asegurar que bajo los casquetes polares de la región marciana se encuentra un lago de 20 kilómetros de ancho con agua en estado líquido.
La presencia de agua líquida en la base de los casquetes polares marcianos se sospecha desde hace tiempo, pero no se había logrado observar, hasta ahora.
Científicos italiano, comandados por Roberto Orosei examinaron la región de Planum Australe a través del instrumento MARSIS (Mars Advanced Radar for Subsurface and Ionosphere Sounding), un radar de baja frecuencia instalado en la nave espacial Mars Express, de la Agencia Espacial Europea.
Según el paper científico, publicado en la última edición de la Revista Science, los perfiles de radar recopilados entre mayo de 2012 y diciembre de 2015 contienen evidencia de agua líquida atrapada debajo del hielo de los depósitos de capa polar sur.
«Reflejos subsuperficialmente brillantes son evidentes dentro de una zona bien definida, de 20 kilómetros de ancho, centrada a 193 ° E, 81 ° S, que está rodeada por áreas mucho menos reflectantes», sostienen los científicos en el artículo. «El análisis cuantitativo de las señales de radar muestra que esta característica brillante tiene una permitividad dieléctrica relativa alta (> 15), que coincide con la de los materiales con contenido de agua. Interpretamos esta característica como un cuerpo estable de agua líquida en Marte».
El perfil que dibuja el radar es muy similar al de los grandes lagos de agua líquida encontrados en la Tierra bajo la Antártida y Groenlandia.
Aunque se esperaba que la temperatura en Marte fuese inferior al punto de congelación del agua líquida, la verdadera razón de por qué el agua no está congelada pese a que se encuentra por debajo de los casquetes polares estaría en que las sales disueltas de magnesio, calcio y sodio, se habían disuelto en el agua para formar una salmuera. Esto unido a la presión del hielo reduce el punto de fusión, lo que permite que el lago permanezca líquido, como ocurre en la Tierra.