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Científico chileno participa de hallazgo de una «Supertierra» cercana a nuestro sistema solar

El planeta, de una masa tres veces superior a la Tierra, se encontró en la órbita de la estrella solitaria de Barnard, la más cercana a nuestro Sol y la segunda después del sistema estelar triple de Alfa Centauri. El rol del astrónomo chileno James Jenkins, de la U. de Chile, en esta investigación de categoría mundial, fue ayudar en el proceso de confirmación del planeta «Barnard b» a través de un código de análisis informático bautizado como Emperor.


A solo seis años luz de nosotros, la estrella de Barnard tiene un movimiento aparente más rápido que cualquier otra estrella en el cielo. Esta enana roja, más pequeña y antigua que nuestro Sol, es una de las enanas rojas menos activas conocidas y en su órbita fue descubierto un nuevo gran planeta, cuya masa tres veces mayor de la Tierra, tiene maravillado a la comunidad científica internacional.

En el descubrimiento de este planeta, bautizado como Bernard b, y que debido a su gran tamaña se le conoce como una supertierra, participó el académico del Departamento de Astronomía FCFM de la Universidad de Chile, James Jenkins.

“No debemos olvidar lo inmensa que es la Vía Láctea, y este hallazgo lo estamos haciendo en el ‘patio trasero’ de la nuestra vecindad solar. Infelizmente la tecnología de viajes espaciales aún no nos acompaña y nos tomaría varios miles de años en llegar allá con los motores espaciales contemporáneos” señala  Jenkins, quien explica que Barnard b está a tan sólo 6 años luz de distancia de nosotros en la constelación de Ofiuco.

El hallazgo, que se produjo tras 18 años de investigaciones, fue realizado por un grupo internacional de astrónomos, del que participó Jenkins, y estuvo liderado por Ignasi Ribas, investigador del Instituto de Estudios Espaciales de Cataluña (IEEC) y el Instituto de Ciencias Espaciales (ICE).

“Después de un cuidadoso análisis, estamos seguros al 99% de que el planeta está ahí, pues es la explicación que mejor encaja con nuestros observaciones. El resultado de este esfuerzo es uno de los conjuntos de datos más grandes y exhaustivos jamás usado para estudios precisos de velocidad radial, acumulando en total más de 700 observaciones”, asegura Ignasi Ribas, investigador principal del descubrimiento.

La estrella de Barnard es la estrella solitaria más cercana al Sol y es la segunda después del Sistema Estelar triple de Alfa Centauri.

Barnard b es un descubrimiento de larga data y para encontrarlo se utilizaron diversos instrumentos y técnicas astrofísicas. Dos de sus protagonistas fueron el telescopio cazador de planetas CARMENES, un espectrógrafo situado en Calar Alto (España) y el también espectrógrafo HARPS, ubicado en telescopio la Silla, del Observatorio Europea Austral ubicado en la región de Coquimbo, entre otros.

El planeta en cuestión demora 233 días en dar la vuelta a la estrella Barnard, la cuarta en distancia más cercana a la Tierra (la primera es Próxima Centauro y la segunda y tercera son Alfa Centauro A y B, respectivamente), y es la primera supertierra en ser hallada con la técnica de velocidad radial alrededor la estrella de Barnard.

“Por Supertierra entendemos a todo planeta terrestre extrasolar cuya masa varíe entre una y 10 veces la masa de nuestro planeta.  Próxima b tiene 1,2 veces la masa de la Tierra, por lo que aunque no muchos lo mencionen sí se le puede considerar una Supertierra. Con el hallazgo de Barnard b las cosas se vuelven mucho más nítidas, ya que tiene al menos tres veces la masa de nuestro hogar cósmico”, explica el científico chileno del CATA.

“Mi rol en esta investigación fue ayudar en el proceso de confirmación del Barnard b a través de un código de análisis informático que bautizamos EMPEROR, el que diseñamos en conjunto con uno de mis estudiante de pregrado, su nombre es Pablo Peña. No fue fácil lograr estos resultados, pero hoy está claro que valió la pena”, así lo explica Jenkins

El siguiente paso “es confirmar al 100% que Barnard b está ahí donde lo encontramos midiendo sus características y así buscar cuántos exoplanetas lo están acompañando.  En el futuro cercano, vamos a tratar a observarlo directamente, usando la próxima generación de instrumentos.”, concluye Jenkins.

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