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Compañía chilena Teatro Los Barbudos estrena en Francia “El hombre que devoraba a las palomas” CULTURA

Compañía chilena Teatro Los Barbudos estrena en Francia “El hombre que devoraba a las palomas”

Inspirado en un caso real de impunidad por violación a los derechos humanos, el montaje cierra una trilogía de obras de la compañía Los Barbudos que develan el estado de memoria y justicia en Chile. “El hombre que devoraba a las palomas”, de Cristian Flores, se estrenará este viernes en Théâtre La Vignette en el marco del festival internacional Printemps Des Comediens de Montpellier, Francia.


A 31 años de la vuelta a la democracia, ¿cuál es el estado de memoria y justicia en Chile?

Eso se pregunta Cristián Flores, director de Teatro Los Barbudos, compañía de teatro político, que por estos días se encuentra en Francia realizando una residencia de creación para estrenar –de manera presencial– su último montaje “El hombre que devoraba a las palomas”.

Se trata de la tercera obra de la trilogía “Justicia, utopía y militancia”, que comenzó con “Yo maté a Pinochet” en 2013 y “El país sin duelo” en 2018 (montaje que también se presentará en Francia).

Las tres obras, escritas y dirigidas por Flores, visibilizan la falta de justicia en nuestro país ante los delitos contra los derechos humanos cometidos por agentes del Estado chileno, y cómo esta impunidad perpetúa un círculo vicioso de amnesia.

“Si esta situación de injusticia e impunidad no se corta, va a seguir sucediendo. Esta cultura de impunidad permite que naturalicemos ciertos comportamientos, que olvidemos lo que ha pasado porque no fuimos capaces de hacer justicia en ese momento, y la memoria empieza a borronearse. La justicia es clave para que la memoria no desaparezca”, plantea Flores.

Bajo esta premisa, nace “El hombre que devoraba a las palomas”, montaje inspirado en un caso real de un joven asesinado por agentes del Estado chileno en plena democracia, y que forma parte de la biografía personal de Flores. Un caso desconocido, olvidado, como muchos otros, que hasta el día de hoy permanece impune.

“El protagonista de la obra intenta cobrar venganza, alguien tiene que hacer algo con respecto a este crimen para que no se olvide. En medida que no haya justicia, no habrá memoria”, reflexiona el director.

La copa de agua

El protagonista, Arturo, se encuentra escondido en una copa de agua, preparándose para salir en cualquier momento y cumplir con su promesa. Una de tantas noches de toque de queda, aparece Alicia, una mujer que no logró llegar a su casa y, siguiendo unas palomas, encontró este lugar para esconderse y pasar la noche. Está perturbada y tiene miedo. Arturo no sabe si sueña o está despierto, porque aunque no la conoce, se le ha aparecido en sueños. ¿Qué hacen en ese lugar? ¿Hace cuánto tiempo? Ambos buscarán respuestas, pero las únicas que las saben son las palomas.

Una historia construida a partir de diversos relatos de la realidad –la copa de agua no es azar, también está basada en hechos reales–, donde predomina la dramaturgia y las actuaciones ante un espacio casi vacío, y un lenguaje coloquial e íntimo que invita al espectador a adentrarse en la intimidad más profunda de los personajes.

Luego de dos años de trabajo en Chile y un mes de residencia de creación en Théâtre La Vignette de Montpellier, Francia, la obra se estrenará en el mismo teatro e inaugurará el festival Printemps Des Comediens, con funciones el 11, 12 y 13 de junio.

“Ha sido una época difícil para todos/as y sabemos que somos afortunados ante la oportunidad de estrenar de manera presencial. En nombre de todos/as nuestros/as compañeros/as de oficio volveremos a las tablas y con todo el cariño, cuidado y respeto que merece”, comenta Flores. Si las circunstancias sanitarias lo permiten, la obra se estrenará en agosto en Matucana 100.

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