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Música & Ciencia y reactivación, un camino necesario CULTURA|OPINIÓN

Música & Ciencia y reactivación, un camino necesario

La meta es posicionar a la industria musical, de la mano del conocimiento científico, como una alternativa de desarrollo económico sostenible para la región. Los desafíos de reactivación, innovación y diversificación que deben ser parte de la futura Estrategia Regional de Ciencia, Tecnología e Innovación para el Desarrollo, tienen hoy una oportunidad transformadora. Es por ello que, como SEREMI de Ciencia, desde fines del 2020 estamos articulando un fuerte trabajo que permita dar realce a las posibilidades infinitas de la música cuando se encuentra con la ciencia. Como esta es una hazaña de gran esfuerzo, hacemos un llamado para que nuevos actores se incorporen y juntos transformemos nuestra economía dando un nuevo impulso a las artes, las ciencias, el conocimiento y la innovación a un ritmo vertiginoso, armónico, llevándonos a todas y todos por caminos insospechados.


La música ha sufrido una de sus peores crisis tras un largo período de receso debido a la pandemia. Según el Observatorio Digital de la Música Chilena, más del 50% de los ingresos percibidos por músicos nacionales, provienen de shows en vivo, lo cual evidencia la magnitud de este problema económico en tiempos de confinamiento y restricciones sanitarias.

Pero como bien nos enseña la historia, los momentos más oscuros son también las mayores oportunidades de transformación y cambio. En mi opinión, lejos de estar presenciando el ocaso de la industria musical, estamos viviendo un punto de inflexión que llevará a la industria musical por diversas avenidas, donde la ciencia y la tecnología puede jugar un rol clave en estos desafíos.

En la actualidad, las fronteras de las artes y las ciencias, son cada vez más difusas, y en este nuevo escenario se nos abren preguntas éticas y filosóficas. ¿Puede una máquina crear arte o requiere la intervención del ser humano en el proceso creativo? ¿De qué manera las herramientas digitales ayudan, moldean o amplifican la capacidad creativa de los artistas? Las interrogantes son muchas, pero más allá de ellas, el mundo de oportunidades que el cruce entre las artes y las ciencias puede ofrecer para las economías creativas, también conocidas como economía naranja, es enorme.

En el caso de la música, la ciencia y tecnología han abierto espacios impensados hasta hace poco, transformando la vida cotidiana y la forma en la cual antes veíamos los posibles campos de desarrollo, para esta forma de arte. Son nuevas tendencias, de las cuales surgen innovadoras oportunidades: arte mediático, desarrollo de nuevos programas para composición musical, creación musical a partir de los sonidos provenientes del cosmos, paisajes sonoros que se convierten en registros, testimonios y patrimonio; utilización de la inteligencia artificial en nuevos estilos musicales, espacios virtuales y conciertos en mundos creados por la tecnología, música para videojuegos, entre muchas otros ejemplos, nos hablan más de explosión creativa, que de decadencia.

Valparaíso no está ajeno a esta realidad. Muy por el contrario, a través de su potencia intelectual, combinada con el motor generador de conocimiento que es alimentado a partir de sus universidades, centros de investigación y de educación técnica, la región cuenta con todas las capacidades para asumir un rol protagónico en este cruce interdisciplinar.

Más aún cuando, la ciudad de Valparaíso fue reconocida como Ciudad Creativa de la Música de la UNESCO y actualmente se contempla la puesta en marcha del Primer Plan de Acción de Valparaíso Ciudad Musical liderado por el punto focal de la Ilustre Municipalidad de Valparaíso. Este plan de acción es también una oportunidad para situar a Valparaíso como ciudad sostenible e integradora, en donde la cultura y el conocimiento ocupen el centro de dicha estrategia.

En este sentido, no se parte de cero, ya existen asociaciones gremiales en torno a la industria musical y tecnológica, como MUSTACH cuyo sueño es posicionar a Valparaíso como capital music tech de Latinoamérica o IMUVA, el gremio de la industria musical en Valparaíso, quienes buscan estrechar lazos entre el ámbito público y el mundo privado, impulsando encuentros e identificando necesidades diversas bajo un sueño compartido.

Por otro lado, Valparaíso Creativo, bajo el alero de CORFO, es un programa que busca provocar cruces virtuosos interdisciplinarios e innovadores, fomentando la economía creativa en la región. A este escenario hay que sumar al Ministerio de las Artes y las Culturas, como también al sector académico y la investigación, quienes desde las ciencias y las artes, están abiertos y disponibles a que la música tome el protagonismos que se merece.

La meta es posicionar a la industria musical, de la mano del conocimiento científico, como una alternativa de desarrollo económico sostenible para la región. Los desafíos de reactivación, innovación y diversificación que deben ser parte de la futura Estrategia Regional de Ciencia, Tecnología e Innovación para el Desarrollo, tienen hoy una oportunidad transformadora.

Es por ello que, como SEREMI de Ciencia, desde fines del 2020 estamos articulando un fuerte trabajo que permita dar realce a las posibilidades infinitas de la música cuando se encuentra con la ciencia. Como esta es una hazaña de gran esfuerzo, hacemos un llamado para que nuevos actores se incorporen y juntos transformemos nuestra economía dando un nuevo impulso a las artes, las ciencias, el conocimiento y la innovación a un ritmo vertiginoso, armónico, llevándonos a todas y todos por caminos insospechados.

María José Escobar es Seremi de Ciencia de la Macrozona Centro.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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