MERCADOS
Crédito: Agencia UNO
Las perspectivas más pesimistas del mercado proyectan para el país un avance de solo 3,2% en 2019. Si bien el ministro de Hacienda, Felipe Larraín, dijo que el ajuste no será tan negativo, asumió que sí corresponde acotar las expectativas anunciadas en septiembre de 2018. “Lo que el mercado valora es que uno hable con la verdad, más que empujarlo con proyecciones sobre optimistas”, asumió al participar en un seminario de un banco de inversiones.
Lleno total. Mañana de martes, hotel del sector oriente y el ministro de Hacienda, Felipe Larraín se le ve cómodo. Bromea con la audiencia del masivo seminario del banco de inversiones BTG que repleta el salón de un hotel capitalino.
Esa es la elite que llevó, en parte, al poder al Gobierno de Sebastián Piñera y ante la que el ministro se ve obligado a dar un golpe de realismo: el Gobierno, finalmente, recortará la perspectiva de crecimiento de Chile para 2019, en tendencia con todas las perspectivas.
No es una mala noticia, asegura el secretario de Estado sino una manera diferente de responder al dinamismo de los mercados internacionales. Todos los organismos internacionales corrigieron las perspectivas de crecimiento económico mundial a la baja. Chile, asegura Larraín, no puede remar a contracorriente.
Las proyecciones más pesimistas del mercado señalan que el PIB local no avanzaría más de 3,2% en 2019, aunque para el ministro ese número está demasiado ajustado. A su juicio Chile va a crecer «más que eso».
“Lo que nosotros tenemos que hacer son proyecciones realistas, más que empujar el ánimo con proyecciones, lo que tenemos que hacer es que las proyecciones nos parezcan realistas. Por eso entramos en una fase en que las revisaremos cada tres meses”, indicó.
Larraín detalló que el Gobierno no ajusta la perspectiva de crecimiento desde septiembre del año pasado, cuando estimó que la economía crecería del orden de 3,8%. La cifra ya representaba un recorte del optimismo con el que asumieron el Gobierno, cuando desde la administración Piñera se hablaba de un PIB de 4%.
Si se lo toma como una mala noticia, el titular de Hacienda aseguró que no y que esto no debería influir negativamente en la evaluación de la gestión económica del Gobierno. Según el jefe de la billetera fiscal, el mercado «agradece» que se hable con la mayor realidad y que no se «sobreproyecten» las cifras.
“Lo que el mercado valora es que uno hable con la verdad, más que empujarlo con proyecciones sobre optimistas. El año pasado nos quedamos cortos, el país terminó creciendo al 4% e hicimos una proyección que era inferior a esa”, añadió el titular de las finanzas públicas.
Larraín dijo que el cálculo del ajuste ya está hecho, aunque no lo reveló señalando que debe tener espacio, primero, para presentarlo en el Congreso, ante la comisión de Hacienda del Senado.
