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Nuevamente Santander, el secretario general de la discordia en las internas del PS PAÍS

Nuevamente Santander, el secretario general de la discordia en las internas del PS

Hernán Leighton
Por : Hernán Leighton Periodista de El Mostrador
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Las malas artes aplicadas para negociar y su relación con la cuestionada Municipalidad de San Ramón, han hecho del dirigente una figura incómoda y que saca ronchas transversalmente en el socialismo. El “excesivo poder” que tiene se sustenta en gran medida por el apadrinamiento a rajatabla de la senadora Isabel Allende y el blindaje del timonel Elizalde, quien a contrapelo de su propio sector, el tercerismo, se lanzó a la reelección con el polémico ex director del Fosis en su lista.


En dos años de gestión de la mesa directiva del PS que encabeza Álvaro Elizalde, su polémico secretario general, Andrés Santander, no ha logrado extinguir las críticas internas contra su cuestionado estilo político y varios eventos de su trayectoria que han sembrado dudas permanentes respecto a su probidad. Ad portas de la elección del 26 de mayo, en la que el timonel y el dirigente buscan la reelección para seguir conduciendo al socialismo, el ex director del Fosis durante la última administración de Michelle Bachelet, nuevamente es foco de tensión interna y divide las aguas entre la militancia.

Ya no son solo los adversarios de la mesa directiva los que cuestionan a Santander. Una asamblea en la que participaron solo miembros del tercerismo, lote al que pertenece Elizalde, se llevó a cabo tras la realización del último pleno, en la que hubo un acuerdo unánime para pedirle al actual timonel que evitase, a través de una alianza, llevar en su lista a la reelección al actual secretario general.

A la luz de las listas inscritas para la contienda del 26 de mayo, Elizalde no escuchó la recomendación del tercerismo, lo que generó “un distanciamiento importante con su figura”, según explicaron asistentes a dicha reunión.

El histórico militante y un de los fundadores del tercerismo, Jaime Pérez de Arce –quien hoy apoya la lista que lidera la diputada Maya Fernández–, explicó las razones de la petición de sacar del camino a Santander: “Él y Álvaro se han hecho parte de un estilo de conducción que es ajeno a la cultura histórica del partido, un estilo autoritario, un estilo de conducción donde a la disidencia o la gente que se aparta de los que ellos estiman, se les persigue, una conducción donde se trata de controlar al Tribunal Supremo, prácticas ajenas a lo que debiera ser entre camaradas y el ejercicio de la autoridad (…) su manera de conducir, darles más facilidades a los que apoyan (…). Ha habido un tendencialismo, una cultura de lotes completamente asfixiante y excesiva”.

Un comentario muy similar al que expresó otro militante histórico que volvió al ruedo, el ex ministro Germán Correa, quien en una entrevista en The Clinic acusó a la directiva de un estilo amenazante: “Compañeros míos han recibido amenazas, para la elección que ganó Álvaro Elizalde, a mí me convocaron algunos compañeros para pedirme que fuéramos en una lista: Alejandro Goic, Jaime Pérez de Arce y otros, y algunos de ellos fueron amenazados directamente por Elizalde”, sentenció.

Correa agregó que durante la inédita votación de la cuenta que llevó a cabo Elizalde, “lo que a mí me molestó profundamente fue que, primero, se pidió levantar la mano a quienes apoyaban la cuenta y, cuando llegó el momento de levantar la mano a quienes votaban en contra, vi al presidente pasearse por los pasillos mirando fijamente, amenazadoramente, a la gente que tenía la mano alzada. Yo escuché a compañeros que estaban sentados al lado mío decirse uno a otro: Ya no vas a poder ser candidato a concejal. ¡Sonaste! ¡A qué hemos llegado!”.

La elección interna del PS no considera los votos de manera directa, el sistema funciona primero con la elección de los representantes del Comité Central y, luego, a través de un acuerdo en torno a la representación que cada lista obtiene, se elige a la mesa directiva. En esta oportunidad, se agregó la posibilidad de votar dos veces, por hombres y mujeres en listas separadas.

Para Elizalde la noticia de que la nieta del ex Presidente Salvador Allende sería su contrincante en su intento por reelegirse, le cayó como un balde de agua fría. “No lo vio venir”, confesaron. Cercanos a su trabajo diario explicaron que lo que más le preocupa a Elizalde es cómo puede incidir en el resultado el factor «simbólico» que es la diputada Fernández para las huestes socialistas y, si bien aseguraron que no hay temor a perder, sí le quita el sueño que gane con un margen más estrecho del calculado.

El apellido Allende sigue teniendo su peso propio al interior del partido que el 19 de abril cumplió 86 años. En razón de aquello, es que el nombre del secretario general fue nuevamente puesto en la palestra, en esta oportunidad, como una forma de medición de fuerzas allendistas.

Santander es apadrinado de la senadora Isabel Allende, con quien trabajó mano a mano junto al otro miembro de su círculo de hierro, Leonardo Jorquera. Su relación con la ex presienta de la tienda es de “extrema confianza” y ahí radicaría la razón para exigir su presencia en la secretaría general, a pesar de los cuestionamientos.

[cita tipo=»destaque»]El secretario general provoca un cuestionamiento transversal en el PS y eso se debe a su actuar como un “operador implacable”, del tipo “si no estás conmigo, olvídate de tu cupo”, según contaron distintas fuentes del partido. Malas prácticas que –acusaron– hoy estarían siendo aplicadas en plena campaña interna, con llamados a dirigentes regionales a los que se les habría amenazado con publicar el nombre de sus familiares que se encuentran en cargos públicos en estos momentos, en caso de no votar por la lista de Elizalde el 26 de mayo.[/cita]

Santander fue la razón del quiebre político de Maya Fernández con el sector que lidera su tía. Hace tres años, la ex presidenta de la Cámara de Diputados decidió dejar el lote Grandes Alamedas, precisamente por su cuestionamiento al estilo político de Santander y, en ese momento, la senadora Allende optó por respaldar al ex director del Fosis.

Conocido despectivamente en la interna PS como “Bansander”, el secretario general es Trabajador Social de la Universidad de Concepción y desempeñó labores como director de planificación en la municipalidad de San Ramón, la misma sobre la que pesan acusaciones por las narcorredes del alcalde y ex militante PS, Miguel Ángel Aguilera.

No por nada en la lista al Comité Central que lidera Elizalde hay dos figuras muy cercanas a Aguilera y sobre las cuales se atribuye a Santander que estén en la nomina. Una es la hermana del cuestionado jefe comunal, Mónica Aguilera Sanhueza, y el otro es Eduardo Bermúdez, que va en el subpacto del tercerismo, el ex jefe de la gabinete del alcalde de San Ramón, dos incorporaciones que cayeron muy mal en el PS.

Santander también trabajó en La Florida, tuvo cargos en el departamento de Control de Gestión de la Comisión Nacional de Medioambiente en la Región Metropolitana y el 2014 llegó al Fosis.  Su aterrizaje en aquel departamento fue el «comidillo» al interior del partido en su momento, debido a los esfuerzos que hizo entonces la senadora Allende para que su colaborador de confianza obtuviera un cargo de subsecretario, lo que fue bloqueado por quien era la jefa de gabinete de la Mandataria, Ana Lya Uriarte (PS).

El secretario general provoca un cuestionamiento transversal en el PS y eso se debe a su actuar como un “operador implacable”, del tipo “si no estás conmigo, olvídate de tu cupo”, según contaron distintas fuentes del partido. Malas prácticas que –acusaron– hoy estarían siendo aplicadas en plena campaña interna, con llamados a dirigentes regionales a los que se les habría amenazado con publicar el nombre de sus familiares que se encuentran en cargos públicos en estos momentos, en caso de no votar por la lista de Elizalde el 26 de mayo.

Le critican su escasa elaboración política. “Lo que no muestra para afuera en habilidad política, lo tiene para adentro”, criticaron en el PS, donde transversalmente las fuentes en todos los sectores y listas en competencia coinciden en las formas “ariscas, prepotentes y matonescas” que tiene el criticado secretario general.

Varios recordaron el encontrón que tuvo con el diputado PS, Fidel Espinoza, quien durante una discusión de la bancada en mayo del 2017 y tras una entrevista en que el parlamentario dio a entender que se abría a la posibilidad de un acuerdo con la DC, se produjo el siguiente choque con el dirigente, según replicó la prensa en ese momento: «¿Me estás amenazando?, preguntó el diputado y presidente de la Cámara, Fidel Espinoza, a Andrés Santander, quien le respondió que no, pero que “si se lo quería tomar así, se lo tomara”. El parlamentario por Puerto Montt insistió: “Yo no te tengo miedo. Tengo los pantalones bien puestos”, y Santander le replicó de vuelta: “Yo, menos”.

Quien comenzó su carrera en las grandes ligas al lado de Camilo Escalona, como su jefe de gabinete, con quien rompió para luego acercarse a Gonzalo Martner y de ahí aterrizar en las “Grandes Alamedas”, es un experto en el aparataje interno del partido, por lo que ha sido capaz de protegerse a través de conocidos en diferentes puestos claves, uno de ellos, Jorge Daza, como administrador de fondos de la colectividad.

Manejos oscuros

Si bien se le reconoce un buen manejo con los dineros –“es hábil”, aseguraron–, su forma de administrarlos es “oscura”. Un ejemplo de aquello es la imposibilidad que varios en el PS acusan para poder acceder a la administración de los mismos. Un ejemplo vigente es el oficio que el diputado y ex ministro, Marcelo Díaz, dirigió al Consejo para la Transparencia, acusando infracción a las normas de transparencia de parte de la colectividad. Este fue acogido el 21 de enero del 2018 y la resolución se conoció el 19 de abril del presente año, en la que se señaló que “el Partido Socialista de Chile debe publicar en el sitio web de transparencia activa de la institución, la información relativa a los antecedentes que enumera el literal q) del artículo 49 del decreto con fuerza de ley N° 4, de 2017, de MINSEGPRES, que fijó el texto refundido, coordinado y sistematizado de la ley N° 18.603, orgánica constitucional de los partidos políticos, como asimismo en la Instrucción General N° 12 de este Consejo”. El plazo está por cumplirse.

En el portal web del PS al día de hoy, al llegar al ítem “remuneraciones de funcionarios”, aparecen los gastos totales, pero no individuales de los dirigentes, bajo la excusa de “a continuación se presenta el monto total pagado por concepto de remuneraciones a sus funcionarios por parte del Partido Socialista de Chile, desagregado por mes. El detalle de remuneraciones individuales se mantiene en reserva por tratarse de información privada y personal que debe contar con la autorización explícita de cada funcionario para ser publicada por tratarse de contrataciones por Código del Trabajo”.

La intención de Díaz era poder conocer la remuneración del secretario general del partido, a la cual no pudo tener acceso, a pesar de la insistencia.

A diferencia del PS, los demás partidos opositores como el PPD y el PR, sí explicitan el sueldo de sus secretarios generales, el que bordea los 2,5 millones de pesos en ambos partidos. En el Frente Amplio, el gasto es de 1,1 millón mensual si es que tienen dedicación exclusiva. El PC, al igual que el PS, entrega como excusa que “por resolución de los funcionarios del Partido Comunista de Chile sus remuneraciones tienen carácter reservado”.

Lo que se comenta en el PS es que el sueldo de Santander supera con creces al de sus pares de la oposición, una cifra que llega a ser casi escandalosa para un partido que se define de izquierda.

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