Para el diplomático y exembajador de Chile en Rusia y China, entre otros países, que el canciller Teodoro Ribera haya congelado la discusión sobre el cierre de 5 embajadas es una buena noticia, porque iba por el «camino equivocado», y ahora permite avanzar hacia una discusión de mayor envergadura sobre cuál será la posición que nuestro país adoptará en un mundo que se encuentra en constante cambio y asolado últimamente por la pandemia global del coronavirus. A su juicio, tal como está el planeta y las relaciones internacionales, se exige que Chile defina su papel en un mundo que esboza una nueva Guerra Fría, en el que se encuentra «tironeado» entre EE.UU. y China, «un mundo que enfrenta grandes adelantos tecnológicos, un cambio climático, y en el que debemos definir nuestra pertenencia a las organizaciones internacionales, definir nuestra relación con los actores globales. Es ese el desafío. Definir el cierre de embajadas no tiene nada nuevo, siempre se hace».
