Las políticas sociales insatisfactorias suman Educación, Salud, Pensiones, Justicia, Vivienda, Transportes, Medio Ambiente e Inmigración. Contribuyen a la vulnerabilidad que tiene la población, una de las fuentes de su insatisfacción y el hecho que tan como lo refleja la encuesta CASEN, muchas personas entran y salen de la pobreza de cada categoría. Una dificultad que se observa es la insuficiente coordinación entre las políticas, en que prima la competencia por los recursos fiscales.
Existen una serie de iniciativas que no se han concretado. Durante el Gobierno de la Presidenta Bachelet II porque privilegiaron materias de menor importancia. En el Gobierno del Presidente Piñera II se complicó con la pandemia y prefirió competir con la demagogia de los parlamentarios, en abordar problemas que no resuelven los retrasos de largo plazo y careció de la popularidad para enfrentarlos.
Las políticas sociales insatisfactorias suman Educación, Salud, Pensiones, Justicia, Vivienda, Transportes, Medio Ambiente e Inmigración. Contribuyen a la vulnerabilidad que tiene la población, una de las fuentes de su insatisfacción y el hecho que tan como lo refleja la encuesta CASEN, muchas personas entran y salen de la pobreza de cada categoría.
Una dificultad que se observa es la insuficiente coordinación entre las políticas, en que prima la competencia por los recursos fiscales. Sería largo exponer las insuficiencias de cada política, por lo cual debemos concentrarnos en algunos de fondo.
No han tenido prioridad la enseñanza pre escolar ni la básica, a pesar que determina el futuro de los niños, a lo que se suma la escasa preocupación por la enseñanza pública tanto a nivel municipal como de los liceos, privilegiando arrinconar a los que “lucran”, a los cuales había que “bajar de los patines” con una “retroexcavadora”, en vez de ordenar el proceso de desmunicipalización.
La situación de la Educación Superior (ES) es caótica y no hay una estrategia global para enfrentarla, preocupados por la gratuidad universal (regresiva) y no se ha encontrado una solución al CAE, a pesar que contribuyó al gran logro que significó tener más de 1 millón de estudiantes en la ES. Muchos planteles están desfinanciados y con egresados que las oportunidades de empleo están muy lejos de lo que esperaban. El proceso de acreditación tiene insuficiencias serias.
No se ha enfrentado con una estrategia ni con normas para resolver los problemas de la enseñanza de las maestrías y diplomados, cada vez más frecuentes, ni tampoco la enseñanza técnico profesional. La educación continua ya es una realidad.
Los cambios demográficos son importantes, pero el sistema no está preparado para incorporarlos, ya sea con políticas para la ancianidad, que será creciente en los próximos decenios, como los numerosos “ninis”(ni estudian ni trabajan).
La ES es una vecina cercana a la Ciencia y Tecnología, pero ha recibido un financiamiento insuficiente en los años y no se ha logrado un trabajo más unido a las empresas productivas.
Según las encuestas uno de los temas que concentran las críticas ciudadanas es la salud, a causa de la inseguridad que genera.
A pesar que la salud pública se desarrolló hace decenios, no tuvo un proceso de modernización constante, lo cual se ha visto agravada durante la pandemia, que ha significado incrementar el gasto público y postergar algunas atenciones de importancia.
Entre los principales atrasos resaltan:
La tardanza en la puesta en marcha de nuevos hospitales y centros de atención, lo cual se originó en el último decenio como consecuencia de la disputa por las concesiones sobre su construcción (no su operación), a pesar de la insuficiencia de recursos fiscales.
Insuficiencia de personal capacitado, en especial de médicos contratados para jornada completa pero cumplen solo media obligación. Escaso control.
Postergación de intervenciones quirúrgicas, agravadas por la pandemia, pero de largo curso.
Inequidades en el acceso.
Abusos de las isapres, por el alto costo para el usuario; atrasos del Gobierno en regular los permisos ficticios por enfermedades; denuncias judiciales por aumentos de tarifas.
El sistema de las Isapres está moribundo y requiere modificarlo en profundidad:
Otro ordenamiento necesario son las donaciones, en que hay diferentes normas que requieren que requieren un trato uniforme que modifiquen los “trajes a la medida” que rigen actualmente. El proyecto de ley del gobierno busca esta finalidad. Es indispensable que el Parlamento lo trate con prontitud y no vaya a dormir en el “cajón de los justos” como es tan frecuente.