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Mes de un mar turbulento Opinión

Mes de un mar turbulento

Sergio Vera
Por : Sergio Vera Ingeniero naval. Magister y doctor en Ciencias COPPE - UFRJ, OPM Harvard Business School.
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No son los tiempos para proponer aventuras que, aunque ocurran en eventos privados, terminan trascendiendo e involucrando a la Armada a través de las redes sociales. Cuando el país debe decidir sobre su Carta Fundamental, hoy es el peor momento para alzar voces con propuestas que resultan ajenas al orden constitucional. Al polarizar nuestra sociedad, lo único que se consigue es dividir el país en dos bandos.


En un mundo dominado por las comunicaciones y con frecuencia maniobrado a través de las redes sociales, estamos a merced de las palabras o imágenes que nos puedan implicar. La instantaneidad con que se difunden los hechos, como también las variaciones del contexto en que estos suceden, pueden traer resultados inesperados. 

Así ocurrió recientemente cuando el contralmirante Jorge Parga, jefe de la Defensa en el Biobío, fue designado y destituido 48 horas después por el Presidente Gabriel Boric. Esto por las declaraciones del oficial en el contexto de una defensa institucional a uno de sus subordinados.

A pocas horas de los hechos que afectaban al contralmirante, ya fluían las noticias y comentarios de todo tipo –a favor o en contra en todas las redes sociales, noticieros y periódicos. En un nuevo contexto, los mismos hechos que en el Gobierno anterior no despertaron mayores comentarios, pasaron a ser reprochables por la nueva coalición gobernante.

¿Se excedió el Presidente? No, actuó dentro de sus facultades. Aunque cada sector, representando distintas visiones de país, sacará provecho de esta situación en beneficio de sus intereses. Lamentablemente, en medio ha quedado la Armada y cada lado hablará para bien o mal de los hechos, pero en concreto será esta institución a la que colocarán en la polémica y nada bueno saldrá de eso.

Más allá de este hecho puntual, ¿significa que las FF.AA. no tienen derecho opinar o plantear su posición frente a hechos que las afectan? Por supuesto que no, pero los canales de comunicación deben ser los adecuados. Tampoco son los tiempos para proponer aventuras que, aunque ocurran en eventos privados, terminan trascendiendo e involucrando a la Armada a través de las redes sociales. 

Cuando el país debe decidir sobre su Carta Fundamental, hoy es el peor momento para alzar voces con propuestas que resultan ajenas al orden constitucional. Al polarizar nuestra sociedad, lo único que se consigue es dividir el país en dos bandos y ya sabemos quién gana cuando el mar está turbulento.

  • El contenido vertido en esta columna de opinión es de exclusiva responsabilidad de su autor, y no refleja necesariamente la línea editorial ni postura de El Mostrador.
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