“En la mesa está considerado el diputado Raúl Soto con quien existen confianzas”, dijo la diputada Gael Yeomans, presidenta de la comisión de Trabajo. En cambio, con la DC, partido que casi por unanimidad dio sus votos para aprobar la idea de legislar el proyecto de Piñera, la situación es distinta.
Las heridas por la votación de la reforma de pensiones en la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados aún no cierran en la oposición. De hecho, esta jornada el bloque decidió reactivar la mesa técnica para trabajar en la discusión en particular que viene ahora en la instancia.
La novedad es que en este proceso la oposición decidió dejar al margen a la Democracia Cristiana, y en cambio sí consideró al díscolo diputado falangista Raúl Soto.
El parlamentario perdió la presidencia de la Comisión de Trabajo luego de votar en contra de la reforma del Gobierno y hacer fuertes declaraciones, lo que provocó la indignación de su bancada que casi por unanimidad dio sus votos para sacar adelante la idea de legislar la iniciativa.
Según explicó la diputada Gael Yeomans, presidenta de la comisión de Trabajo, “en la mesa está considerado el diputado Raúl Soto con quien existen confianzas”.
La situación es distinta con la DC, añadió. “No se les cerrará la puerta, pero somos realistas, sabemos que existen otras negociaciones en paralelo, por lo que le dejamos la responsabilidad a ellos de saber dónde se ubicarán en el debate. Será la DC quien decida si se suman más a este espacio”, dijo la parlamentaria de Convergencia Social.