El presidente del Senado, Álvaro Elizalde, cuestionó una serie de definiciones de convencionales de la comisión de Normas Transitorias con respecto a que el quórum de reforma al nuevo texto sea por dos tercios hasta 2026. Ante esto, sostuvo que «no es una buena señal. No contribuye a lo que todos queremos: una Constitución nacida en democracia que cuente con amplio respaldo». «Le da un incentivo al Rechazo, y no al Apruebo. Si se rigidiza e imposibilita la posibilidad de perfeccionar el texto que se propone, se genera un desincentivo», complementó.
El presidente del Senado, Álvaro Elizalde, cuestionó una serie de definiciones adoptadas por diversos convencionales de la comisión de Normas Transitorias de la Convención Constitucional. Específicamente, critico la propuesta que establece que el quórum de reforma a la nueva Carta Fundamental sea por 2/3 hasta 2026.
«No es una buena señal. No contribuye a lo que todos queremos: una Constitución nacida en democracia que cuenten con amplio respaldo. Le da un incentivo al Rechazo, y no al Apruebo, toda vez que muchas personas pueden tener diferencias específicas con el texto que se está proponiendo, pero quieren votar Apruebo», sostuvo.
«Si se rigidiza e imposibilita la posibilidad de perfeccionar el texto que se propone, se genera un desincentivo», complementó.
En la misma línea, el parlamentario señaló que las constituciones «son perfectibles, y por tanto se debe permitir, cuando existan mayorías sólidas y significativas, que se puedan ir modificando con el paso del tiempo, porque eso es lo que permite que sigan vigentes».
«Habría que dar una seña de mayor apertura y no rigidez, porque el sentido del proceso constituyente es tener más democracia y no menos», concluyó.