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Sabores de la ciudad: Ichiban, en picada Crítica gastronómica

Sabores de la ciudad: Ichiban, en picada


Cada vez que asisto a Ichiban, que no es muy seguido, noto como se olvida de su glorioso pasado y se aleja a pasos agigantados de ser un restaurante de moda y reconocido. Tal cual lo fue. Los motivos son varios y, si bien cuentan con productos de calidad, están muy en deuda con el sabor. Gran motivo para no querer repetirse el plato.

Su aspecto luce igual, solamente un poco más desgastado y desolado. Cosa que afecta su servicio, ya que al haber pocos clientes, los garzones se los pelean y te atienden todos a la vez, complicando la comunicación y creando un servicio confuso.

Sus preparaciones no son las mismas que solía crear su ex jefe de cocina Marcos Baeza. Se extraña esa búsqueda del producto, unión y conocimiento.

Sus altos precios solamente debiesen de ser perdonados con un producto de excelencia. Si bien sus preparaciones cumplen, están lejanas a ser intachables.

¿Qué probamos? Ichiban Roll ($10.900), que lo definen como el mejor roll expuesto en su carta, con anguila y camarones. Pequeñas piezas acordes en su relación de proteína y arroz, este último insípido. Green Roll ($8.500) con un tartar de salmón que no se adhiere bien y se desarma al comerlo. Para terminar, Kaarage ($6.500) lo mejor de todo lo pedido, muslos de pollo apanados con una agradable textura y sabor por el corte graso del pollo elegido. Pero, con un altísimo nivel de sal que impedía comer el plato en su totalidad.

Hoy en día no vale la pena invertir en Ichiban y va en picada.

Av. Padre Hurtado Norte 1521, Vitacura.
Servicio: Malo (38%)
Comida: Regular (78%)
Ambiente: Regular (68%)
Precio: De los $ 27.000 a $ 33.000 p/p

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