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Las verdaderas razones de la renuncia de Clemente Pérez a Copsa: Golborne en campaña y falta de proyectos


La falta de proyectos de concesiones de obras públicas del actual gobierno y el nulo interés del ministro de Obras Públicas, Laurence Golborne, por un área que requiere una mirada de largo plazo, fueron las principales razones que motivaron la renuncia de Clemente Pérez a la presidencia de la Asociación de Concesionarios de Obras de Infraestructura Pública (Copsa).

Ayer encabezó la última reunión de directorio del gremio después de que el martes se conociera su dimisión al cargo que asumió en enero de 2011 y que dejará el 30 de septiembre. Cercanos al abogado de la UC y Master en Políticas Públicas de Georgetown, sostienen que se aburrió, ya que no logró el objetivo de impulsar una agenda de concesiones. Con el tiempo la relación con el ministerio que dirige Golborne fue cada vez menor; “se fueron espaciando las reuniones, no había colaboración del MOP, porque el área de concesiones se estancó”, sostiene un conocedor de la decisión de Pérez.

“Las concesiones son proyectos para muchos años más. Lo que necesita Golborne es inaugurar obras y es lo que está haciendo. Además, está en una posición de poder en la que no escucha a nadie. El MOP es un instrumento de campaña política”, afirma un ex funcionario de concesiones.

La agenda del ministro mejor posicionado de la derecha en las encuestas está copada por el corte de cintas. En julio inauguró el Parque Urbano  «14 de la Fama» en las inmediaciones de la Autopista Central, un bypass en Pozo Almonte, la costanera de la playa de Cartagena y uno de los accesos al túnel del cerro San Cristóbal. No ha dejado región por visitar: en febrero viajó al Lago General Carrera a inaugurar una barcaza —la Tehuelche— para conectar a los habitantes de Puerto Ibáñez y Chile Chico.

En paralelo a la incesante actividad de Golborne se ha ido gente del ministerio y la rotación en las principales áreas es notoria. Ya se cuentan tres directores generales de Obras Públicas y tres coordinadores de concesiones en dos años y medio, lo que habla no sólo del desinterés de los funcionarios ante el cambio de acento sufrido en la repartición, sino también de la baja importancia que el gobierno asigna a concesiones.

Quienes saben cómo se estructura una cartera de proyectos y el tiempo que demora aseguran que el plan de inversiones por US$ 8 mil millones en obras de infraestructura lanzado por el ex ministro de la cartera, Hernán de Solminihac (hoy en Minería), y ratificado por Golborne “no se va a cumplir ni siquiera a la mitad”.

“Todas las concesiones en construcción o que se han licitado entre 2010 y 2012 fueron diseñadas durante el gobierno de Michelle Bachelet. El único proyecto nuevo de este gobierno es el Hospital de Antofagasta, que comenzará a construirse de aquí a fin de año”, afirma el ex funcionario del MOP.

La página web del ministerio no registra ninguna obra en proceso de adjudicación; ni siquiera el hospital, cuyas ofertas se abrieron en julio.

Pérez fue subsecretario de Obras Públicas de la administración de Ricardo Lagos, considerada la época de oro de las concesiones, por lo que su interés era activar el sistema. “Para él no había ningún desafío, porque no se trata de estar defendiendo a los concesionarios; ellos tienen sus propios equipos. La agenda está trancada y para destrancarla necesitas romper huevos y Golborne no está dispuesto”, agrega la misma fuente.

En su carta de renuncia a los socios los logros que se destacan carecen de mayor relevancia: “el paso expedito de vehículos de emergencia; propuestas para optimizar el proceso infraccionario del Tag; la realización del Primer Congreso Nacional de Concesiones; la utilización de redes sociales para informar a los usuarios de las obras concesionadas y la publicación del libro Concesiones: el esperado relanzamiento”.

Golborne no va a resolver nada que implique un conflicto político

Expertos en el área aseguran que hay dos concesiones urgentes para solucionar el colapso vial: Vespucio Oriente y las obras de mitigación de “Sanhattan” que no ven la luz. “El ministro no va a resolver ningún proyecto que implique un conflicto político. No se va a pelear con los alcaldes. Tampoco con las concesionarias como la Costanera Norte. Hace cuatro meses anunció que había llegado a un acuerdo con la empresa para realizar las obras de la rotonda Pérez Zujovic y el túnel bajo la avenida Kennedy, pero hasta ahora no hay ningún decreto”, afirma el ex funcionario consultado por este diario.

Dos noticias que decepcionaron al gremio y a su presidente fueron las exclusiones del sistema de concesiones del proyecto del Canal del Chacao y de las cárceles. Ambas serán financiadas con recursos públicos. “Felipe Bulnes, mientras estaba en Justicia, y el presidente Sebastián Piñera llegaron a la conclusión de que las cárceles concesionadas eran más caras. Y Libertad y Desarrollo hace un mes sacó un estudio que dice que son más baratas”, sostiene un alto empleado del ministerio.

Frente a este panorama, un hombre con redes en el mundo político, que trabajó con Jaime Ravinet en la Municipalidad de Santiago; fue director de la Comisión Nacional de Medio Ambiente; dirigió el diario La Hora de Copesa (cuando era pagado), fue candidato a diputado por la DC en Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea y sacó el tercer lugar, fue director del Metro en plena crisis del Transantiago y tiene como ex suegro al ex ministro del Interior, Edmundo Pérez Yoma, no iba a calentar asiento.

Tampoco estaba dispuesto a perjudicar su imagen frente a un gremio poderoso como los concesionarios. Más aprovechará el tiempo dedicándose —como anunció en el comunicado— al estudio Guerrero, Olivos, Novoa y Errázuriz, del que es socio, y a Sustentable, su empresa de asesoría ambiental.

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