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AFP empiezan el año con fondos riesgosos acaparando un tercio menos del mercado que hace 6 años

Héctor Cárcamo
Por : Héctor Cárcamo Periodista El Mostrador Mercados
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El año 2008 será recordado como el punto de inflexión para el sistema de multifondos de las AFP en Chile. Tras cerrar un 2007 donde el valor cuota de los fondos A y B, los más riesgosos del sistema, alcanzó peaks de valorización, tuvo un desplome estrepitoso.

Y aunque se recuperó parte importante en 2009 los siguientes años no han permitido un crecimiento sostenido hasta la actualidad.

El año 2012, en que el A y el B mostraron una rentabilidad real de 5,8 % y 4,7 % respectivamente, solamente ha permitido contener en parte el impacto que han significado las crisis de Estados Unidos en 2008 y de Europa en los últimos dos años en el ánimo de sus afiliados y la confianza en dicha cartera de inversión.

Para ambos fondos, que pueden invertir hasta 80 % y 60 % en acciones, respectivamente, la realidad ha sido dura. En estos seis años, perdieron casi un tercio de su participación de mercado, es decir, el porcentaje que tiene del total de activos administrados, precisamente por estas turbulencias en los países desarrollados.

El A tenía al cierre de 2007 un 23,7 % de los fondos, cifra que cayó a 16,7 % en 2012 (hoy tiene sobre US$ 26.400 millones), mientras que el B redujo su participación de 22,8 % a 17,4 % (hoy maneja más de US$ 26.400 millones) en el mismo periodo. Entre ambos, cayeron de 46,5 % en 2007 a 34,1 % seis años después.

Ronald Dempster, socio de Mi Previsión, explica que esta baja en los fondos riesgosos proviene tanto de la caída del valor de los fondos por la pobre rentabilidad generada en el periodo, como por la migración de afiliados desde fondos más riesgosos a conservadores, huyendo de las turbulencias en los mercados internacionales.

Este último fenómeno ha sido consecuencia de la misma rentabilidad y de la incertidumbre que generan las crisis internacionales.

Esta migración se confirma en el número de afiliados que hay en cada fondo al cierre de 2007 y a octubre de 2012.

En el periodo, según la Superintendencia de Pensiones, el número de afiliados aumentó 14 %, totalizando 10,35 millones de afiliados.

De ese crecimiento vegetativo del sistema de pensiones privado los fondos riesgosos obtuvieron menos en términos relativos. El Fondo A creció en 158 mil afiliados nuevos, es decir, un 12,95 % de expansión.

Los fondos B y C en tanto, crecieron por debajo del mercado (8,7 % y 8,94 %, respectivamente), con lo cual entre los tres fondos con mayor presencia de renta variable, redujeron su participación a nivel de afiliados (que sigue siendo abrumadoramente mayoritaria), de 91 % a 87 % del total de afiliados.

Los fondos conservadores, que invierten con máximos de 5 % a 20 % de renta variable, elevaron el porcentaje de afiliados del sistema desde 9 % a 13 %.

Eso implica pasar de un total de 803 mil afiliados a 1,34 millón, un crecimiento de 67,6 %.

Dempster comenta que ese mayor crecimiento de afiliados implica traspaso de fondos a los más conservadores y por ende, rebaja el tamaño del fondo riesgoso.

Sin embargo, el factor principal de los cambios ha sido la rentabilidad. El Fondo A, que hasta 2007 acumuló cinco años de retornos superiores a 10 % con dos de los cinco ejercicios por sobre 20 %, en los últimos cinco ha vivido dos de pérdidas (40 % y 11 %, en 2008 y 2011).

Similar caso es el Fondo B y en menor medida el C.

Sin embargo, los Fondos D y E no han tenido esos tropiezos, y aunque no permiten ode menos de 1 % en el E y de casi 10 % en el D.

Todo esto con un sistema de pensiones que ha tenido una fuerte expansión de afiliados y cotizantes. Cada mes ingresan al sistema más de US$ 550 millones en nuevas cotizaciones, es decir, casi US$ 7.000 millones al año.

El experto advierte que es peligroso que las personas intenten “ganarle al mercado” cambiándose de fondo según cómo vayan las rentabilidades y recomienda mantenerse por más tiempo y en función del perfil de cada afiliado. Diez años antes de jubilarse, asegura, ya nadie debería estar en el A.

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